Nota: Ahora los capitulos estan corregidos, y los subiré hasta llegar al final . Si alguien(?) quiere saber en donde se quedó, porque al corregirlos el orden de los capitulos cambio (wae?!) En que capitulo estaría exactamente lo ultimo que leyó puede preguntarme~
Capitulo nuevo.
Capitulo 10;
—Cuando terminemos con la prueba de luces. ¿Changmin, podrías
intentar una vez más bailar apropiadamente? — Le regañó uno de los técnicos
para el primer concierto.
A eso habia llegado, que
todo su equipo de trabajo lo considerara un inútil. Incluso el novio de la asistente del organizador de
coreografías lo habia regañado como si fuese su mismísimo padre.
Habia tratado de mantener el ritmo vital de una persona
normal durante esos días. Comenzando con acciones mecánicas, simples.
Su mente funcionaba como un comando a voz: Changmin no
abras la puerta. Changmin, no salgas a buscarlo. Changmin, duerme. Changmin,
responde las llamadas del trabajo. Changmin, no pienses sólo obedece.
Se sentó en una de las pequeñas bocinas temporales. Estaba
cansado. Era el único trabajando porque Yunho habia terminado exitosamente los VCR.
Changmin estaba demasiado retrasado ahora. Tenía dos programas por grabar, una
canción por aprenderse y lograr que su
coreógrafo confiara en él, que dejase de presionarle para que bailara una y
otra vez los mismos pasos hasta que lo hiciera perfectamente.
Alcanzó su termo y bebió hasta la última gota de agua ya
caliente de él. Le supo como a magnesia.
Yoochun le habia dicho ayer que sólo era su primer corazón roto y que eventualmente
lo superaría, que así eran las cosas. Solo necesitaba tiempo. Changmin habia asentido intentando que se
viese convencido de eso. A decir verdad, deseaba
pensar como Yoochun, qué tarde o temprano dejaría a Jaejoong atrás, solo
que no estaba muy seguro si la forma en
que inevitablemente estaba comportándose, como una especie de robot con batería
baja, era normal.
Soltó un largo suspiró cuando supuso que sería bueno el caminar hasta ahí y decirle
con determinación a Henry que lo intentaría otra vez, como solía hacerlo. Pero simplemente se le antojaba demasiado
lejos y no creía que tuviese los ánimos para bailar por veintésima vez la misma coreografía.
Sólo quería ir a casa y seguir leyendo otra vez el enorme historial de mensajes de
su celular entre él y Jaejoong.
Habia estado llamándole continuamente al celular, pero nada.
Fue alrededor de tres veces a buscarlo a su trabajo pero justo antes de
llegar Changmin habia dado reversa para alejarse de ahí.
Changmin estaba más preocupado de lo que estaba dispuesto
aceptar. Incluso si en cierta parte de su conciencia sabía que estaba la enorme
posibilidad de que el pelinegro se hubiese ido con Eunjae por su propia voluntad.
Aún así… quería saber cómo estaba.
¿Pero no se supone que
debería no querer saber nada de él?
Pues era lo que más anhelaba ahora por más absurdo e idiota
que fuese.
—Debería tratar de dejarle de lado. — pensó por octava vez en
el día, segundos después un nudo en su garganta casi le impidió respirar.
.
.
.
Jaejoong observó el comportamiento del chico que
supuestamente estaba cuidándolo para que no escapara, mientras Eunjae salía con
los demás esa noche. Debía tener al menos dos años menos que él, pero su altura
era la misma.
Se movía de un lado a otro en la planta baja como si estuviera esperando algo.
No lo habia visto ni una sola vez a los ojos y se sonrojaba
cada vez que Jaejoong se acercaba o intentaba hablarle. Jaejoong pensó que eso podría ser bueno
ahora, poner al chico tan nervioso, en aprietos para sacarle algo de
información respecto a Eunjae y lo que se supone que estaban haciendo.
Después necesitaría el número de la policía y un teléfono
celular, por supuesto. Debía llamar en el momento adecuado. El plan podría ser simple pero era lo único
que se le podía ocurrir para hacer si
estaba encerrado y con limitaciones.
Por un momento se preguntó si esto era alguna especie de
secuestro para pedirle el rescate a
Changmin por él… hasta que recordó que
eso sería estúpido dadas las circunstancias que é y el mismo Eunjae habían
propiciado.
Se quedó sentado en el sillón con el corazón doliente antes
ese último pensamiento.
El muchacho de cabello claro en una pequeña coleta y camisa
negra estaba parado justo en la entrada
de la cocina con un celular en sus manos
–Algo que alentó a Jaejoong en su pequeño plan— intentando que alguien le
contestara.
Jaejoong mordió su labio, sintiéndose inseguro de que debería
hacer. Cómo debería empezar para acercarse a él de nuevo.
Necesitaba manipularlo
con algo, pero no esperaba verse muy amenazador con un short blanco y una
camisa negra de mangas largas con pantuflas. Se arremangó la camisa y caminó
decididamente hasta él.
—Oye, amigo. ¿Qué estás haciendo? — pregunto, intentando
sonar rudo.
Al parecer lo habia logrado, el chico se sobresaltó y el
celular cayó al suelo. Jaejoong maldijo mentalmente, lo menos que quería era
que se quebrara o algo.
— ¿Podrías regresar y no hablarme? — Habló con voz rasposa,
apenas audible.
—Sólo preguntaba.
—Ve a otra parte. — Rehuyó a su mirada. Jaejoong trató de
acercarse más. Relamió sus labios, esto no estaba funcionando.
—Eso quisiera ¿no lo ves? — respondió. — ¿Cuántos años se
supone que tienes?
—No deberías hablarme. — El muchacho se sonrojó ante la
mirada fija de Jaejoong.
—¿Por qué no? ¿Es peligroso? ¿Eres peligroso? — Insistió en
preguntar. —¿En que andan metidos todos ustedes? Creo que tengo el derecho a saberlo si voy a estar aquí todo el tiempo.
Se dio cuenta como el chico se ponía tenso. — No es algo
bueno. Es mejor si no sabes.
Algo de esperanza saludó a Jaejoong. Él joven estaba hablando
un poco más.
—Pero quiero saber. —
Trató de tocar el hombro del joven, este se estremeció. — Por cierto. ¿Cuál es
tu nombre? ¿También es mejor si no sé eso?
—Seunghyun…— contestó quedito.
—Creí que era LeeU. — Repusó Jaejoong pensativo.
—Ese… no es el real — se alejó un poco agachando la cabeza.
Jaejoong sonrió, con cierto grado de picardía, esperaba no
verse tan incomodo como se sentía. — ¿Por qué me dices tú verdadero
nombre?
—Eh…yo…
—¿Cuántos años tienes, Seunghyun?...
—Diecisiete. — susurró. Jaejoong se sintió mal al verlo ahora,
hizo una línea tensa de su boca para evitarse decir tantas cosas.
—Ya veo. — Se limitó a tan sólo asentir. Un incomodo silencio
se hizo presente. Seunghyun observó a Jaejoong mientras que este fingía una
sonrisa y se iba escaleras arriba hasta su habitación.
Algo le decía que no saldría hasta mañana.
Un suspiró salió de sus labios, talló su sien con cansancio y
exactamente, estaba cansado de tener que hacer esto. Seunghyun se sentó en el
único sillón de la sala.
Eunjae le habia amenazado con siquiera hablar con Jaejoong,
le habia dicho que estaba mal de la cabeza y era mejor no perturbarlo. Pero el
chico parecía ser el más cuerdo de aquí, incluyéndole.
Se sintió mal por aquel chico, incluso siendo mayor que él.
Lo entendía porque alguna u otra forma ambos estaban aquí en contra de su
voluntad.
Habia dormido por quizas tres horas después de hablar con
Seunghyun. No lo sabe exactamente. Solo que terminó por tirarse en la cama y
cerrar los ojos. Gracias a aquella pesadilla pudo despertarse. Pero el corazón le latía demasiado rápido y
no podía llegar a calmarse. Chilló contra la almohada después de presionarla
contra su cara durante al menos un minuto. Después se talló los ojos con fuerza
para impedir que las lágrimas bajaran. La abrazó con fuerza y terminó por
arrojarla contra el piso.
Era inútil. No tenía ni idea de que hacer frente a todo
esto. ¿La policía? ¿Enserio? ¿Y cómo lo
haría?
¿Con que pruebas?
Se dejó caer en el piso hasta sentarse, una rodilla
flexionada donde tamborileaba los dedos mientras pensaba en algo. Su vista al
frente mientras mordía sus labios una vez más.
Los insistentes, molestos y usuales toques a la puerta,
aquellos que solo podrían decir que se trataba de Eunjae hicieron que se
levantara. Pestañeó una y otra vez para aclarar su visión. Sabía que la mano estaba temblándole cuando
tocó la chapa de la puerta y le quitó el seguro.
Ahí estaba. Eunjae tenía el labio partido de forma dolorosa
pero sonreía. Se acercó a él, obligándole a que retrocediera y cerró la puerta
detrás de sí.
Jaejoong sólo podía acertar a no acercarse a la cama, por lo
que intentó quedarse entre el mueble del tocador.
Pero eso no detuvo al pelirrojo, quien caminó cómo si no
importara y llegó hasta él.
— ¿Cómo estuvo tu día, Joongie? — Preguntó divertido.
Jaejoong hizo todo lo posible por no decir nada que lo
metiera en más problemas. Sonrió de forma poco convincente y trató de que sus
puños no se apretaran cuando las manos perfectas de Eunjae rodearon su cintura.
Pero no lo sujetaron con fuerza, de hecho, fue casi con
ternura y cuidado. Si Jaejoong perdía la
memoria en ese mismo instante y se encontraba en esa situación, no habría
dudado que el chico frente a él lo amara o que fuera su novio.
Apretó la quijada y con ello los labios, ofreciéndole eso un
color rojizo a su palidez, mientras Eunjae se inclinaba un poco y besaba su
frente.
Justo cuando los despegaba, el mayor malinterpretó al ver
aquella mueca como una señal de que quería que lo besara. A lo cual no dudó ni
por un momento, tomó el mentón de Jaejoong y lo besó con suavidad.
Moviendo los labios contra los suyos, con una intensidad
rayana a la adoración.
Jaejoong se sorprendió por eso.
Se habia estado comportando dócilmente con él y por eso hasta ahora no hubo problemas, pero no
imaginó que haciendo eso el pelirrojo lo tratara así.
¿A qué se debía? ¿Es que
él ya pensaba que Jaejoong se habia rendido? Mientras que le permitía
entrar a su boca y recorrer su cavidad con ternura, Jaejoong, como se habia re
acostumbrado, fingió que no sentía nada.
No obstante, eso estaba bien. Esa forma de tratarlo, como antes de que
escapara. Por fin se habia dado
cuenta. No era necesario que amenazara a nadie, ni que llamara a las
autoridades.
El mayor creyó que era sincera para con él, aquella pequeña
sonrisa que se dibujaba en los labios del pelinegro.
Jaejoong después de dos años, se percataba del poder que podría llegar a tener sobre
Eunjae, no sólo para tener su dinero o
un lugar donde vivir, era lo otro. Jaejoong rodeó su cuello, aceptando la
cercanía que el otro imponía, dejando que su nívea piel fuese expuesta con cada
toque.
Si sabía cómo usarlo adecuadamente entonces podría dañarlo y
alejarlo de su vida.
.————
.—Buena idea. — Comentó Yoochun, mientras Yunho le pasaba una
cerveza. Estaban en la sala de Changmin.
El maknae estaba sentado frente a ellos, sin saber exactamente como habían
entrado a su casa ya tan tarde. — Lo que necesita nuestro pequeño para levantarlo de ese estado de sopor es salir y divertirse con chicas. Chicas. Eso
es lo que necesitas. ¿Cuántos meses llevas sin una? ¿Tres? ¿Cuatro?
—Desde que lo conocí. —Respondió áspero, sin mirar a ninguno
de sus amigos.
— ¿Cómo? — Preguntó Yunho. Arqueó una ceja — Yoochun,
Changmin jamás salía con nadie, excepto con sus compañeros.
—Oh, es cierto. Pero igual quiero salir. Puede que eso sea lo que necesitas. Algo con que distraerte y
olvidar a ese pedazo de basura.
Changmin frunció el ceño. Le habia contado a Yoochun lo
sucedido, apenas este habia llegado días atrás a su casa con una de esas botellas
de tequila y otros regalos de sus fans como peluches y comida, ya que Changmin
se habia olvidado de recogerlos en el ultimo evento.
Qué bien que soy pacifista. Porque entonces iría a golpearlo. Habia
respondido.
Changmin ni siquiera habia esbozado una sonrisa ante la
pequeña broma, como solía hacerlo.
A Changmin no le gustaba que se refiriera a Jaejoong con cada insulto que se le cruzara por la mente. Pero no decía nada. Comprendía que Yoochun estaba
haciendo el trabajo que a él le correspondía. Changmin era el que tenía que
maldecirlo y sin embargo, era incapaz de hacerlo. Incapaz si quiera de dedicar
un mal pensamiento al pelinegro.
—Entonces veo que los TVXQ se portan bien. — Declaró Yoochun
después de la pequeña discusión que tuvo con su hyung acerca de no salir a
beber en lugar tan lleno de gente y menos cuando estaban en sus actividades de
promoción. — ¿Qué sentido tiene si no
pueden divertirse y aprovechar su fama? — refunfuñó.
—Déjalo, Yoochun… sólo… ¿pueden irse? — Preguntó un cansado
Changmin por tanto alboroto a su alrededor. Él sólo quería irse a dormir para
mañana matarse con otro día de trabajo, y así por el resto del mes.
—No lo creo. Tienes que hacer algo y….y…limpiar. — Exclamó después de dar un vistazo al suelo.
—
Y Changmin, tienes que superarlo y también tienes que comer.
—Lo hago. — murmuró Changmin. —Estoy en eso. Sólo una vez he
salido con alguien en serio. No es para tanto. ¿Sï? Voy a tardarme más, pero voy a… superarlo. ¿Ahora pueden
irse? No estoy de humor hoy.
—Ni ayer, y el día antes de ese o el anterior a ese. —rezongó
airado, se paró del sofá y caminó hasta
la puerta, antes de salir, dirigió unas últimas palabras, más seriamente —Espero lo pienses bien. Por
nadie debería estar así por quien no vale la pena, tú no, Changmin.
Changmin suspiró hondo, luego tanteó el sofá sin prestar
realmente atención para tomar el control remoto.
—Yoochun tiene razón, Changmin. —Puso una mano sobre su hombro.
— Por favor entiéndelo.
—Dios, hyung. Parecen
un matrimonio hablando con su hijo. Y tú eres la madre. — Señaló. —Estoy bien.
Sólo que algo cansado, ya sabes.
Yunho asintió aunque su mirada aun mostrara preocupación. —Si
necesitas algo, puedes decírnoslo.
—Por supuesto. — repuso. — Sólo quiero estar solo un poco.
Jaejoong.. — hizo una pausa antes de tener algún problema con su voz, por si
acaso. — también era importante.
El mayor rodeó sus hombros amistosamente. — Lo sé. Pero no
era quien creías. Sólo no pienses en él.
Esta vez fue el turno de Changmin de asentir resignado.
— ¿Lo prometes? — insistió.
—No creo que pueda prometerlo.
—Ya pasará. — Se puso de pie él tambien, tomó sus cosas y le
sonrió. — Mañana será nuestro único día libre en el mes, por si no estabas
atento a lo último que dijo el manager. Aprovéchalo para divertirte un poco
¿está bien? Probablemente Yoochun este insistiendo mañana con que salgamos o
algo así. ¿Vas a hacer un esfuerzo?
Changmin asintió de nuevo. Yunho revolvió sus cabellos antes
de irse. Después de eso la casa quedó sólo
con Changmin y sus inevitables porqués
hasta que pudo ser capaz de dormir.
Por la mañana despertó con unas pequeñas ojeras bajo sus ojos
cafés, pateó las sabanas que se enredaron a sus pies en el transcurso de la
noche por moverse tanto mientras dormía.
No pudo hacerlo muy bien, porque cayó de espaldas al piso. No pudo ni
maldecir, se habia dado de lleno en la nuca dolorosamente.
Se quedó unos minutos ahí contemplando el techo. Pensando en
que se supone que haría hoy, si habia
terminado la universidad, tenía un día libre al fin donde nadie le molestaría y
podía salir a donde quisiera –tomando en cuenta las limitaciones que un artista
tiene—, pero no se le ocurría nada. Pensó en llamar a Kyuhyun cuando
recordó que él y su grupo estaban de
gira.
Generalmente ocupaba su tiempo en esas actividades, sin
mencionar aquellas donde él y Jaejoong
pasaban el tiempo en el sillón de su casa sin hacer mucho en particular,
disfrutando tan sólo de la compañía del otro.
Un involuntario suspiro escapó de sus labios. Se puso de pie
con un pequeño quejido solo para después aterrizar en la cama boca abajo.
—Debes levantarte, Shim Changmin. Esto es patético. — dijo
entre dientes contra la tela. Apoyó las manos como un impulso y se enderezó
mareándose al instante. — Tengo que desayunar algo.
Fue hasta la cocina y preparó algo de café. Sacó como antes,
unas de esas bocatas de las tiendas de conveniencia que Yunho le habia traído
ayer.Se sentó en el sofá de la sala, tomó el control para encender la
televisión en algún programa matutino, donde transmitían la receta de unas
de esas comidas picantes.
Observó su almuerzo y
dio un mordisco al pan sin saborearlo realmente. Se mantuvo sin pensar mucho hasta que dieron
los comerciales.
Por un momento sintió que no habia sucedido nada. Ni
escándalos, rumores ni antifans. Qué aún planeaba irse a Japón para tener
una familia ahí, en una de esas lujosas
colonias del distrito de Shibuya, ser
maestro de canto o algo donde no tuviera
que estresarse mucho y ser estúpidamente feliz para
toda la vida al lado de la persona que amaba.
Entonces Changmin observó la televisión con la mirada opaca e
inexpresiva, ahora sin poder separar las imágenes de los respectivos sonidos y
movimientos.
Se levantó lentamente del sofá, caminó hasta su cocina y dejó
la comida casi intacta sobre el lavabo. Entonces giro sobre sus talones y se
dirigió del vuelta a su habitación. Donde al llegar se tiró a la cama,
convencido de que era mucho mejor si pasaba el día durmiendo.
Algo pesado cayó sobre él. El cuerpo de Yoochun comenzó a
pesarle demasiado, Changmin que habia despertado a causa del sobresalto, pateó
a su amigo hasta hacer que cayera de la cama.
—Dilo ahora. ¿Sacaste copia de mis llaves?— bramó.
Yoochun se levantó del suelo mientras sacudía su trasero.
–Necesitas limpiar.— se hizo el tonto. –Y comer y hacer cosas. Ya te veía justo
así. –Señaló las sabanas revueltas de la cama, con su otra mano mostró una
polaroid. –Y esta estaba por ahí. ¿Llorabas mientras veían la foto de tu ex?
—No es mi ex – Changmin bajó la mirada, se sentó en la cama y
pateó con sus pies desnudos aquel bolso de cuero falso qué no le pertenecía – Ni siquiera le
pedí ser novios o algo así.
—¿No lo hiciste? ¿No es eso lo que se supone debes hacer?
— ¡No me dio tiempo, se fue antes de qué... —!
—Pues así, técnicamente no te fue infiel. No marcaste ningún
límite. – Yoochun se encogió de hombros, pensativo.
—¿Debía hacerlo? No te entiendo.— Frunció el entrecejo— Explícate.
—En cualquiera relación debes acordar las cosas. ¿Dijeron algo
al respecto? ¿Amigos? ¿Pareja? ¿Sexo sin
sentimientos? –Changmin se sonrojó.
—Por supuesto que hubo sentimientos.
—Oh por dios, Changmin. – Yoochun le aventó el cojín que
habia caído junto con él, golpeó el rostro del menor más fuerte de lo que
pretendía. — ¡Fuiste a Paris a perder tu
virginidad! – lanzó una estruendosa carcajada
al ver la expresión del castaño.
—Tú sabes muy bien que ya no era virgen.
—Por supuesto.
Ambos guardaron silencio, cuando las aves afuera justo en los
arboles cuyas ramas llegaban al segundo piso, cantaban a esas horas. Changmin
pensó que se burlaban de él.
—Olvidemos esta conversación. — Yoochun le dio la espalda
después de revolverle el pelo como si fuese su mascota. — Toma un baño, por
favor, y salgamos por ahí.
Entre apuros y burlas
por parte de Yoochun y los reclamos de Changmin a estos, media hora después ya
estaban en movimiento con Yoochun conduciendo al centro comercial.
Trataron de conseguir cosas inútiles durante casi tres horas,
Yoochun le dijo que era buena idea comprar demasiado hasta sentirte mejor.
Changmin le habia mirado raro y se habia alejado a la tienda de video juegos.
—¿No te gusta lo que compré? – Preguntó el mayor emocionado,
mostrando tantos pares de sandalias en cajas.
—No me siento mejor al verlas.— Ladeó la cabeza, al final él
no habia comprado nada.
—¿Ni un poco?— Yoochun le pasó una de ellas. –Es para ti.
–Después cerró la cajuela. —¿Ahora donde a vamos?
—¿A casa?
—Buena idea. Debemos
cambiarnos, o podemos ir así a un club.
—Yoochun, yo no quiero ir a un club. –Changmin entró al auto
por el asiento copiloto.
—¿Un club gay?— inquirió mientras arrancaba el coche.
—Cállate. Solo quiero dormir.
—Entonces iremos a donde suelo ir. –lo ignoró. Y es que
Yoochun estaba decidido a no dejar a Changmin sólo para que este se deprimiera
por alguien que no habia valido la pena. – Necesitas gente a tu alrededor.
.
.
Jaejoong estaba boca abajo acostado en la cama. Las sabanas blancas cubrían su
cuerpo desnudo solo hasta su cintura. Se
aferraba a la tela con las dos manos cuando escuchaba los pasos de Eunjae,
incluso cualquier ruido. Se odiaba a sí mismo por permitir una segunda vez.
Entonces la puerta se abrió de nuevo, y él sintió miedo en
cada poro de su piel. Eunjae tenía los
cabellos húmedos con una toalla
alrededor de su cuello. Arrojó una gran bolsa
justo al lado de Jaejoong.
—Vístete – Y aunque fue una orden, en su voz habia un ligero atisbo de preocupación, algo
de cariño.
Pero a Jaejoong no le importaba escucharlo ahora. – ¿Te acostumbraste
a esto, no? Las compré para ti.
Jaejoong se reincorporó como pudo a pesar de la punzada que sentía en
su interior. La bolsa era de una tienda de ropa de marca. Vio los precios de
las camisetas, la cantidad era mucho mayor de lo que podía imaginar.
—Es un regalo.— Admitió el otro, encogiéndose de hombros. —Úsalo
hoy cuando salgamos.
—¿Ir a donde?
— A un club en el centro. Tengo que hacer algo ahí y no
quiero dejarte solo.— Para sorpresa de Jaejoong, Eunjae no se molestó y
respondió la pregunta.
Jaejoong escogió alguna cosa al azar para comenzar a
vestirse. Ni siquiera le importaba si Eunjae seguía justo ahí para verlo. Estaba acostumbrado a ese tipo de conducta
por parte del mayor. Terminó por usar un conjunto oscuro donde solo el cuello
era blanco pero no pudo terminar de abrochar el último botón cuando el
pelirrojo ya lo tenía sujeto por la cintura y lo besaba profundamente. Jaejoong
solo quería que el día terminara.
.
.
.
Y por tercera vez en el día, Yoochun conducía a toda
velocidad mientras que Changmin se aferraba a su cinturón. El trayecto fue
largo. Alrededor de treinta minutos para llegar.
—¿Yoochun, este es…? Es raro.
—Solo es un club. Pero
si no quieres podemos ir a un club gay.— Changmin le respondió con una patada
en la rodilla.
—No sé porque acepté en venir.— siseó mientras se adelantaba hacia la entrada.
—Porque sabes que es lo correcto para un adolescente normal. –Yoochun
pagó la entrada. Ambos entraron, perdiéndose en las luces neón del lugar y la
estruendosa música que Changmin habia aprendido a soportar después de ir tantas
veces con su mejor amigo.
Tan solo al ver a las personas apretándose mientras bailaban,
Changmin prácticamente huyó a la última mesa, en la esquina donde estaba casi desierto, a excepción de dos sujetos que parecían estar igual de aburridos de lo que él estaría en unos pocos minutos.
Ordenó algo para beber al mesero, apenas se dio cuenta de que
Yoochun habia encontrado con quien divertirse. Eso significaba que tendría que
quedarse aquí por un tiempo más, o bien podría escapar con su volvo si esperaba el momento oportuno. Sería una
especie de venganza por la última vez.
Dio un largo trago al
liquido anaranjado, y sacó su celular para distraerse. Sentía cierta inquietud
en el estomago, Yoochun se habia
encargado de que comiera hasta llenar, así que no podía ser hambre.
Avanzó un par de niveles en un juego cualquiera, y rebasó los puntajes que ya tenía echos en lo mas algo, pero eso no estaba impidiendo su aburrimiento.
Avanzó un par de niveles en un juego cualquiera, y rebasó los puntajes que ya tenía echos en lo mas algo, pero eso no estaba impidiendo su aburrimiento.
Levantó la vista de la pantalla de su celular cuando esta le
indicó el agotamiento de batería. Changmin maldijo bajito para después
guardarlo de nuevo en su bolsillo.
Entonces recargó un codo sobre la mesa, observando nada en
particular que pudiese interesarle, incluso si algunas chicas lo habían reconocido
y le mandaban señales de que se acercara.
Changmin deseó haber traído sus lentes de sol.
Aceptó la bebida que se le era ofrecida, por una de las
meseras, ahora, al parecer estaban pasándose la voz de que Park Yoochun y Choikang Changmin se
encontraban presentes en el recinto.
Al menos al pelinegro parecía
no importarle la atención, pero a Changmin le parecía innecesaria y ahora
estaba más convencido de que quería irse.
En especial cuando los murmullos comenzaron
y las miradas se volvían más insistentes.
Pero se detuvo
mientras daba el último sorbo de la pajilla, terminándose su segundo vaso.
Alguien habia dicho algo que lo había descolocado. Un nombre que aunque no lo
pensara en concreto, se encontraba demasiado presente en alguna parte de su
mente.
Las chicas anteriores se habían acercado a tan solo unos
metros, discutiendo por quien se acercaría a hablarle directamente.
La que se supone era
la escogida, se removía entre risas por sus amigas, reticente, con algunas
excusas graciosas para ellas, hasta que de un momento a otro soltó: —Ese chico
Jaejoong también está aquí, tal vez está
en una cita con oppa.
Changmin soltó la pajilla de sus labios y miro a su alrededor
buscándolo casi desesperadamente, incluso si se le dificultaba ver por las
luces brillantes en el oscuro lugar.
No pudo moverse cuando lo vio, a una corta distancia de otro grupo
de chicas. Estaba sentado con otros dos sujetos, los mismos que tenían mala cara
y no parecían divertirse. Entonces el pelirrojo llegó con botellas de cerveza y se sentó junto a
Jaejoong, muy cerca. Changmin apretó el vaso de vidrio que tenía sujeto. Pero no lograba reaccionar e ir hasta ellos.
Se levantó, ignorando a las otras personas, mientras tomaba
las llaves de su auto, absolutamente convencido que lo mejor sería largarse de
ahí. La tristeza de los últimos días se habia ido,
y daba lugar al resentimiento.
5 comentarios:
asgasgsagcdsghdjjdjdsssss waaaaaa x fin actua!!!!! gracias T__T
me da pena JJ Y.Y xq tuvo q acostarse con ese!!!!!!! xq!!!?????? Y Min me da pena sufriendo tanto y más los ultimo X___X pobre de mi Min. q regresen ;_; J
aeMin <3 <3
xfaaaaaa contiiiii ;)
Me dio mucha pena leer la situacion de Jaejoong, es fuerte aquello, practicamente como un esclavo, por lo menos Changmin aun no lo olvida, pero ese encuentro, dejara consecuencias feas.
Gracias por actualizar :D
No pude dejar mi comentario antes porque blogger me odio (?)
solo dire que quiero mas xD si lo se no es un gran comentario pero enserio blogger me corto el rollo
Ahhhhhh!! Es que ese par es idiota! Jaejoong es idiota y changmin igual -_- me frustra ese par si jj le hubiera dicho la vrda min no estaria acostandose de nuevo con eunjae
Por fa actualiza pronto T^T
Como se esfuerza Yoochun por sacar a Min de su caparazon y cuando lo logra aparece Jae con ese tipo, que mala suerte.
Reacciona Min y llevate a Jae!
Gracias!
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