No todos pueden besar a alguien mientras duerme.

Shim Changmin (yo) sabía que no podía tentar a la suerte. Qué ya no y que era potencialmente peligroso el querer volver a hacerlo cuando estaba amaneciendo y los demás despertarían eventualmente.
Pero a Changmin le importó un carajo y se acercó como si no quiere la cosa a la mejilla de Jaejoong; luego se despidió de ella y pasó a lo que realmente quería. 

Así que Changmin besó los labios de ese chico dormido una vez más antes de ser visto. Pero bueno, lo que no sabía era que precisamente ese chico era EL UNICO QUE NO ESTABA DURMIENDO en el avión.

Changmin es un estúpido.

Así que aquí estoy, observando la ventana para ver si puedo saltar de ella. Mientras que Jaejoong me ve con sus dos bonitos ojos abiertos a más no poder, con la boca abierta. En resumen su cara de bobo habitual pero sin habla.

Yo tampoco puedo hablar, me rendí después del primer balbuceo. 

Por Hana-nim.

¡Esto debe ser otro sueño por favor!  Tempestivamente, estoy mareándome.

Jaejoong baja su mirada a sus manos aferradas al cinturón de seguridad ahora, intenta abrir la boca para demostrar alguna palabra pero no le sale y yo me pego la frente contra el respaldo del asiento delantero.

“Changmin…”

Tal vez este horripilante suceso incidente es solo una señal del destino que me ordena decirle lo que siento por él. Tal vez esta es mi oportunidad si todos están dormidos aún. Vamos, Shim. Deja de ser un pequeño dongsaeng y conviértete en un hombre para Jaejoong (eso no sonó muy bien, sonó a que es mi jodida realidad ¿verdad?)

Este es mi momento, el amanecer; los rayos del sol despertando sobre nosotros que estamos en el ultimo asiento de las últimas filas, las nubes rosáceas, Jaejoong a sólo centímetros de distancia donde podría acercarme y susurrar un te amo.

¡JA!

“Jajajajaja”

“¿Changmin?”

Es un ataque de risa. Risa histérica. Oh, dios.  No puedo dejar de aplaudir y  contraer mis hombros con carcajadas cada vez más fuertes.  Me pongo de pie. He despertado a Minho y a otras personas mientras camino cómo en zigzag.

Me tambaleo un poco y me apresuró al baño.  Cierro con seguro y no quiero salir nunca jamás en lo que queda mi existencia.

Poco a poco el murmullo de las personas a las que desperté se deja escuchar. Algunas preguntando por mí.

Mientras tanto yo:

Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda.

¿Lo arruiné? ¿Lo arruiné? ¿Lo arruiné?

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Evitar a alguien no es tan sencillo si estas enamorado de él, mucho menos por el resto del vuelo.  Tuve que rogarle a Kyuhyun por "ayuda" , y esto lo recordará por el resto de nuestra amistad porque ya le estoy debiendo tres salidas a cenar, e incluso que le pague el dentista cuando me siento en sus piernas porque el vuelo esta lleno y no quiero regresar a mi asiento.

Por cierto, los ojos de Jaejoong, son  demasiado bonitos, creo que ya lo mencioné antes,  y sólo están en mi busca  lo que hace casi doloroso desviar  la mirada y seguir haciendo como que escuchas la plática del maknae de Super junior.

Es casi imposible.

Justo ahora estamos recogiendo el equipaje y dentro de unos minutos saldremos por la puerta que no es vip para llegar hasta la van que nos llevará al hotel. Observo de reojo, cuando él esta distraído buscando su maleta y tal como lo supuse esa cosa es más grande que la moldir en su espalda. No puede cargarla, pero aún así la arrastra con sus dos manos y antes de echarme un último vistazo a mí, la carga como si fuese  una novia.

Él simplemente no puede salir sólo, con un peso inestable en sus brazos. ¿Acaso olvida quien es él? ¿Y que está en Japón? ¿Y qué no quiero que nadie lo toque?

El guardaespaldas de quien estoy celoso y siempre lo protege no ha venido con él.  Jaejoong debería saber que es peligroso si cruza esa puerta hacia la salida. Las fans van a comérselo vivo, en serio. Así que aquí vamos. Echo mi  equipaje a mi espalda y mis pies están moviéndose solitos hacia la alta figura del tonto de Jaejoong hyung.

Sus ojos me miran sorprendidos cuando le quito su maleta y la cargo con una mano mientras que tomo la suya con la izquierda.

Y traspasamos la puerta. Los flashes nos cegarían sino  llevásemos ambos los lentes oscuros. Jaejoong se deja llevar dócilmente, pero conserva cierta mueca de molestia en su boca.

Los guardias generales del programa intentan contener a  la multitud de fans que se nos han abalanzado.

Jaejoong se aprieta contra mí y yo rodeó su hombro para protegerle.

Es ahí cuando tenemos que cruzar por el largo pasillo hasta llegar a la puerta de cristal. Nuestro objetivo es la van blanca de vidrios polarizados, la cual también está rodeada por chicas con pancartas rosas y rojas.  No sólo hay fans japonesas, puedo escuchar gritos en coreano y chino también.

Afianzo mi agarre  en los hombros de mi hyung, donde a la vez asiento con la cabeza a uno de los guardias para darle a entender que  debemos comenzar a caminar en conjunto.

El trayecto no es demasiado largo, pero vamos, qué yo de verdad quiero que lo sea, incluso si mi integridad física esta en riesgo.

 De esa forma duraría más el tiempo para poder sostenerle cerca de mí.

Y el aroma a  berry-limón proveniente de su cabello que esta cómo drogándome no se iría. La calidez de su piel suave estaría en contacto con la mía, porque  él está sosteniendo mi muñeca con su mano fría, y es suficiente para imaginarme como sería tocar todo su cuerpo. Sí incluso en momentos  inoportunos como estos…soy capaz de pensarlo.

Cuando llegamos a la camioneta, los guardias y todos nos empujan prácticamente al interior de esta.  Es ahí cuando el chofer sin rostro arranca y dejamos a la multitud lejos, poco a poco.

Sólo Jaejoong y yo. Era de esperarse.

Puedo sentir como si tuviese hielo pegado en la espalda porque me doy cuenta. Era obvio que los guionistas nos van a juntar a nosotros dos porque lo que quieren es vender . Y vamos a pasar un montón de tiempo juntos no sólo frente a las cámaras.

Era exactamente lo que hubiese deseado, si Jaejoong no estuviera justo ahora sentado tan lejos de mí. Y nuestros codos no se tocan, ni su mano está en mi rodilla y sus ojos huyen de los míos.

Demonios, es seguro que está pensando en ese jodido beso y su entrecejo se frunce cada vez más, su expresión va tornándose fría.

Desvio el rostro para observar por la ventana como la noche va cayendo y el trafico  de Hokkaido escogió un buen día para hacer de este recorrido más largo.

Los hielos que creo sentir en mi espalda, parecen traspasarme y congelar mi garganta.

¿Debería decir lo siento? Okay.

"Hyung." Le llamo. Este chico no responde. "Hyung... lo siento."

" Esta bien...." Murmura. 

"Yo no quería." 

"Por favor no...Digas nada."

Creo….que voy a tener un ataque de risa histérica, porque mis ojos están ardiendo… y  no sé qué hacer.