Un día mientras él y
Jaejoong bromeaban en el carro del primero, llegaron a la conclusión de que el
volvo merecía tener un nombre.
—¿Cómo te atreves, Naruhodo?— gruñó al aludido, mientras intentaba arrancar de nuevo, pero el vehículo parecía no querer hacerlo. Una razón era que su tanque estaba vacío de gasolina, y aún así el castaño, tercamente, no se daba por vencido en que por algún milagro este finalmente encendiera para poder largarse de ahí.
Tenía que irse antes de perder el
control, al saber que a tan solo unos metros estaba Jaejoong.
Antes de cruzar la puerta, para volver a entrar al recinto y tomarlo del brazo
para llevárselo a su departamento y demostrarle que él era mucho mejor que ese
delincuente de Eunjae.
Sin embargo…ese era tan sólo un
pensamiento, un impulso, no lo llevaría jamás a la realidad. No debía, más
bien. Por esa razón, aseguró las puertas del vehículo, encerrándose a
mismo. Decidido a no salir de ahí, para cometer alguna imprudencia. Lo último
que necesitaba era más escándalos a su extenso historial.
Dio un último golpe al volante,
para después apoyar su frente y gruñir. El corazón le latía demasiado
rápido, y comenzaba a sentir su estomago revuelto por los nervios.
—No despegues tu frente, no
salgas del auto, no te atrevas.— murmuraba entre dientes dándose pequeños
topes.
No sirvió de mucho. Cuando
acordó, su mano actuaba sola y abría la puerta, deshacía las llaves y las
guardaba en su bolsillo. Terminó por bajar del coche. Changmin se mordía los
labios, apretando la puerta sin atreverse a cerrarla aún.
Se imaginó caminar decididamente,
llegar hasta la mesa lleno de sujetos intimidantes y tomar al pelinegro de la
muñeca. Tenía tantas ganas de darle un puñetazo en la cara a Jaejoong,
como de devorarlo de un beso después de llevárselo de ahí.
Soltó una risita amarga por aquel
pensamiento.
La música, ahora ruidosa, del
interior, no llegaba a amortiguarse en las paredes, llegaba a los oídos
de Changmin y esto, le hacía aún más consciente del lugar en donde
estaba. Su mirada se mostró perdida por un instante, chasqueó la lengua
frunciendo el ceño y se adentró de nueva cuenta al auto.
Donde después, acurrucándose en
el asiento y pegando sus rodillas al pecho al subir las piernas, trató de
que Yoochun le contestara. Pero el número simplemente marcaba fuera de servicio.
Estaba convencido de que actor se habia ido con alguna chica por
ahí y apagó su celular para que no le
molestaran.
Soltó una maldición, algo inusual
en él, después de arrojar su celular al asiento copiloto.
“¿Ahora qué?” pensó, mirando a
las personas salir y entrar del lugar siendo iluminadas por las luces del
los autos que se estacionaban.
.
.
.
Jaejoong se quedó observando el
rostro del par de sujetos frente a él, después de que uno le
pasará una cerveza, así… ambos corpulentos de piel morena
probablemente rondando los treinta y tantos, le hacían preguntarse qué
tipo de tratos llevaba Eunjae con ellos, pero más importante, porque el
pelirrojo lo habia querido traer a él aquí esta noche.
Eunjae hablaba con ellos de algo
que él no podía entender realmente, sin embargo, parecían estar llegando
a un trato. Tampoco era como si estuviese prestando mucha atención, los
términos que llegaba a comprender le ponían los vellos de punta. La música estruendosa comenzaba a pulsarle en
las sienes. Jaejoong cerró los ojos por un momento. Comenzaba a sentirse
un tanto mareado.
Su botella era la única en
terminarse pues más de cuatro largos
tragos le habia dado, la sostenía en su mano con algo de nerviosismo,
mientras que con la otra apretaba la tela de su pantalón. De un momeno a
otro no podía enfocar muy bien las cosas, los rostros de los tipos se volvían
borrosos por momentos.
Escuchó su nombre de los labios
de uno, seguido de una carcajada, después algo que no alcanzó a comprender
provenir del otro.
Dejó la botella en la superficie
de vidrio, notando cómo su mano temblaba. ¿Qué le pasaba?
Eunjae tocó su hombro suavemente,
llamándole.
—¿Te encuentras bien?— Le
preguntó, un esbozo de preocupación en su voz. Jaejoong intentó asentir,
pero sus ojos se cerraban.
El pelirrojo lo tomó del
rostro, obligándolo a verle. Habia dos Eunjae’s para el menor, y no podía
entender muy bien lo que decía.
—¿Qué mierda?—Exclamó, observando
ahora a los tipos. — ¿Qué le hicieron? Ustedes querían que trajera un
acompañante. ¿¡Para qué diablos!?— El pelirrojo se puso de pie, estampando su
botella en la mesa y causando un estruendo.
—No llames la atención. — Siseó
uno. El más viejo, quien vestía la chaqueta de cuero, se descubrió mostrando
una pistola escondida en la prenda oscura, en el instante en que Eunjae se
acercaba amenazante a él.
—Sólo queríamos probar la mercancía manejabas. —apuntó
con un semblante inexpresivo ahora, peligroso. — Empezaremos con él, y ya
veremos sí te contratamos como un proveedor temporal.
Eunjae reprimió las ganas de
pelea por esta vez, tomó la muñeca de un aturdido Jaejoong, para
levantarlo de la silla.
—Jaejoong, no ¿entienden?
Se suponía que sería con LeeU ¿no lo recuerdan? — Habló cauteloso. —No
hay trato con Jaejoong.
—Oh, no te pongas así ¿Cómo no va
a haber trato? ¿Estás jugando con nosotros?—advirtió el otro, levantando las
manos, sarcásticamente, como si quisiera calmar la situación. — ¿No es obvio?
Si un proxeneta. —Se señaló el mismo — Te pide que traigas a un chico para que
te acompañe…y siendo tú, alguien como nosotros. ¿Qué deberías pensar? No
te pongas pesado con nosotros, niño. No estamos jugando.
—Yo creo que este jovencito es
mejor, ¿no? Podríamos pagarte el doble por él. — murmuró el otro
pensativo.— No tendrías que vender otros más para terminar de pagarle las armas
a Hanbaek.
Eunjae afiló la mirada, haciendo
más fuerza en su agarre situó al menor (que parecía estar a punto de
caerse) detrás de él, retrocediendo. —Olvídalo.
— ¿Qué? ¿Ese chico es tuyo?
—Por supuesto. — Casi les gruñó.
—Tenemos que irnos. — Dicho esto, tomó al pelinegro por la cintura y pasó un
brazo lánguido por su cuello.
. — ¿Hiciste control de calidad?—
Soltó una risotada sin una pizca de humor. Ellos iban en serio. — ¿Fue bueno?
¿Cuál es su valor?
Ignorando lo último y los
llamados del hombre, el pelirrojo caminó cómo pudo entre la gente para salir
del club, sin mirar atrás: donde uno de los dos hombres llamaba por
celular con media sonrisa y ambos se ponían de pie también.
-Yah, Hanbaek ¿Que sucede con tu
muchacho? ¿Ah? ¿Por qué no vienes aquí y llegamos a un acuerdo?
El guardia los dejó salir
pensando que Jaejoong estaría demasiado ebrio y por eso el otro debía ayudarlo
a caminar. Cruzaron la pequeña calle hasta la parte con menos iluminación,
junto a las paredes grises que bordeaban el lugar. Apenas habían llegado al
estacionamiento, su camioneta estaba a unos cuantos autos y debían darse prisa.
—H…hyung…— Balbuceó sin poder
pronunciar bien, todo era borroso y la cabeza le pesaba tanto que creyó en
cualquier momento caería al suelo —No me siento bien…— sus rodillas flaquearon,
recargándose completamente en el cuerpo más alto.
Eunjae lo sostuvo de los hombros,
aprisionándolo contra la pared. Jaejoong no atinaba a reaccionar a las pequeñas
palmaditas que le daba en las mejillas para que volviera en sí.
—No hagas esto ahora. — Continuó Eunjae.
— Despierta. — Esta vez lo empujó, pero Jaejoong si quiera reaccionó por el
golpe. Aferró sus manos a la camisa del más alto, débilmente, soltando un
quejido amortiguado antes de cerrar los ojos y dejarse caer por completo.
Se habia desmayado por la droga.
Eunjae pasó una mano por su
cintura para evitar que cayese al suelo. Intentó echar el peso
muerto de Jaejoong a su hombro, cuando las luces de un auto a su espalda,
encandilaron su visión. Por accidente dejó caer el cuerpo inconsciente, cuando
volteó a aquella dirección, sobresaltado. Habia creído, a casi de
un paro cardiaco, que se trataba de los dos negociantes. Pero solo eran
adolescentes maniobrando para salir de esa zona estacionamiento, la cual estaba
quedando casi desierta.
Jaejoong habia caído de sentón, recargándose
contra la pared. Una mueca de dolor se formó en su rostro, ahora pálido. Eunjae
se inclinó al instante, sosteniendo sus mejillas.
— ¿Qué lo fue que te dieron?
—susurró con preocupación. No sabía qué hacer, si debía llevarlo al hospital. A
saber si era peligroso o quizás tan sólo tenía que esperar a que los efectos se
pasaran con las horas, como era cualquier droga inmediata.
Aún así, no estaba muy seguro de
lo último. Probablemente lo que le habia suministrado a Jaejoong hubiese sido
algún tipo de estupefaciente o una droga sintética para dejarlo indefenso. Los
muy malditos pensaron que Jaejoong seria para ellos y por eso trataron de
hacerse por la vía fácil para llevárselo.
Eunjae se recriminó mentalmente,
por no anticiparlo aquello y ahora no
estaba seguro si esto se quedaría así o tendría repercusiones con esos hombres.
Removió un par de mechones
negros que se pegaban a su frente. Jaejoong comenzaba a transpirar, Eunjae
pensó que quizás estaba bien aquello y decidió llevarlo a casa.
Pero cuando se acercó más para
pasar sus manos por debajo de las rodillas y el cuello del menor
para cargarlo, alguien apretó dolorosamente su hombro, enterrando las uñas.
Después el pelirrojo fue obligado a voltearse.
Una mano echa un puño se estampó
contra su boca y nariz, llevándolo hacia atrás
— ¡¿Qué estás haciendo con
Jaejoong?!— Gritó Changmin, hecho una furia, con los ojos redondeados.
Tomó a Eunjae por el cuello, manchándose las manos de sangre proveniente de la
hemorragia nasal que causó.
El castaño los habia visto
minutos atrás, saliendo del recinto demasiado juntos. Habia apretado el
volante, mordiendo sus labios hasta casi hacerlos sangrar, sintiendo por
primera vez lo que era tener aquellos celos que quemaban el estomago y hacia
que los ojos ardieran.
Pero entonces había captado que
más que parecer ebrio, Jaejoong estaba débil, a punto de desmayarse, y el
cómo se dejaba caer a los brazos de Eunjae le preocupó, dejando atrás todos los
sentimientos negativos que tuvo minutos antes cuando lo viera por primera vez en
la mesa.
No lo habia pensado dos veces
y habia bajado del auto con los puños encrespados, pensando lo peor.
Tiró a Eunjae a un lado
sujetándolo de la tela de su camisa, alejándolo del pelinegro. El de
cabello rojo no pudo impedirlo porque intentaba parar el flujo de sangre en su
nariz con las dos manos, aturdido. Changmin lo habia golpeado realmente fuerte.
Después de todo, habia estado reprimiendo las ganas de golpear a Eunjae por un
buen tiempo.
—Jaejoong…Jaejoong… oye…— Llamó
el cantante, levantando su rostro por el mentón. Sus ojos estaban
cerrados, y sus labios ahora sin color, olían a alcohol. No parecía reaccionar.
Tocó su pecho y descubrió la taquicardia en el corazón del mayor.
No entres en pánico, Shim Changmin. Jaejoong estará bien, sólo tienes
que llevarlo malditamente rápido a un hospital.
La mirada de Changmin se
cristalizó, sin embargo, logró rodearlo y llevarlo entre sus brazos. No
sé le pasó por la mente si era pesado o no, o incluso si Eunjae comenzaba a
ponerse de pie con el rastro de sangre en todo su rostro, o si Yoochun aún
estaba adentro del club.
Tenía que encontrar un taxi.
Tampoco prestó atención a la
camioneta de vidrios negros que se avanzaba hacia ellos.
En eso, Eunjae empujó a Changmin hacia
la última fila de autos aparcados para ocultarlo entre ellos, quedando tirado
con Jaejoong a cuestas. Después el vehículo, dio la vuelta, derrapando
desastrosamente sobre el pavimento y estacionándose a unos metros de los tres.
— ¡Largo!— Le gritó a Changmin,
su voz profunda se escuchaba aterrorizada. — ¡Llévate a Jaejoong!— bramó,
rebuscando nerviosamente en el bolsillo de su pantalón y lanzándole las llaves
de su camioneta.
Cargando el cuerpo de Jaejoong
ahora en su espalda y reincorporándose, Changmin las atrapó a pesar de la
confusión.
— ¡Joder, date prisa!— Señaló su
propio vehículo, sin voltearlo a ver ahora, pendiente de los sujetos que se
bajaban del otro transporte.
Eunjae reconocía a unos cuantos
de ellos, y sabía que estaba en problemas,
a pesar de eso no podía permitir que Jaejoong resultara dañado por su culpa.
Aunque Changmin no podía saber de
qué se trataba todo eso, aún así comprendió que lo mejor sería correr. O
intentar hacerlo con el peso extra. Dirigiéndose a la dirección señalada,
apuntó frenéticamente con el control eléctrico de las llaves hasta que, gracias
al cielo, dio con la camioneta correcta.
Presionó una vez más, escuchando
una especie de clic. Changmin abrió la puerta del copiloto para dejar a
Jaejoong recostado. Al entrar, justo antes de arrancar la enorme 4x4, abrochó
el cinturón de seguridad del mayor.
—Eres un idiota. — Susurró cerca
de aquel rostro, las pestañas acariciaban los pómulos húmedos por el
sudor. Lo observó con un indecible pesar. Se alejó para tomar el
volante, encender y dar reversa. —Eres un idiota, Changmin.
Lo único que pudo ver el cantante
por el espejo retrovisor, para acelerar y salir a la avenida llena de
autos, fue al pelirrojo siendo rodeado por aquellos sujetos, más los otros dos
más que salían del club.
Incluso si lo consideraba un
sujeto despreciable en su vida, sintió miedo por él.
Pisó el acelerador, en marcha
hacia el hospital más cercano. Jaejoong respiraba agitadamente y su rostro se
volvía más blanco. No tenía ni idea de cómo de estar absorto en sus
pensamientos acerca del corazón roto por el chico a su lado, ahora llegaba a
estar sosteniendo su mano con fuerza mientras la preocupación por su estado
latía en forma de sus labios mordiéndose y preocupación en el pecho.
Deseó, con todas sus fuerzas, que
en aquel instante Jaejoong abriera los ojos. No se creía capaz de soportar un
poco más el verlo así.
Ante el semáforo en rojo, sabiendo
que pasárselo sería una mala idea porque un choque automovilístico
definitivamente no iba en sus planes, detuvo la camioneta.
Aprovechó para llamar a
Yoochun.
—Contesta. — Trató de contactarlo
de nuevo, agradeciendo en tenerlo como marcación rápida. Casi se echa a llorar
cuando su amigo descolgó el teléfono— ¡Tu! ¿Dónde diablos estas?— bramó con la
voz un tanto aguda, mientras estaba al pendiente de la luz roja y rezaba porque
cambiara.
—Ops..Min-ah...— Susurró este
culpablemente. — Me fui con Lizzie... En su auto. ¡Olvidé que iba
contigo! ¡Siempre me pasa! Te digo, deja de esconderte en los rincones cuando
salimos a fiestas.
—Cállate ¿Si? — Le interrumpió.
—Estoy con Jaejoong.
—Nunca aprendes— Comenzó a decir
el actor
—No, escucha. Estoy en problemas,
creo que le dieron algo malo, voy a llevarlo al hospital. Todo se salió
de control. — Changmin se pasó una mano por el rostro en un intento por
tranquilizarse. —Pensé que seguías ahí. Por favor...ven. No estoy muy
seguro de que hacer.
— ¿Donde estas?— Su voz habia
cambiado, tomando seriedad.
—En Hongdae. —El color cambio a
verde, y Changmin logró acelerar de nuevo gracias a las calles despejadas. —
Voy al centro médico.
—Te veo ahí, Changmin. Ten
cuidado. —Se escuchó un suspiro. —Probablemente sea alérgico a algo.
—No lo sé, Chun...tengo miedo.
—Confesó el menor, echando un vistazo a Jae, sosteniendo aún su mano, le dio un
apretón.
Le dolía ver su rostro ladeado
contra el respaldo.
—Todo va a estar bien. Voy hacia
allá.
La línea se cortó. Changmin no
tuvo tiempo de acomodar su celular, lo dejó caer en el suelo alfombrado del
auto. Visualizó el enorme edificio del hospital más prestigioso de
Corea del Sur, con las luces en azul neón de su nombre sobresaliendo a
las demás construcciones.
Pisó el fondo del acelerador y se
detuvo únicamente cuando llegó a la entrada principal. Donde se estacionó sin
cuidado y bajó del vehículo, para abrir la puerta del copiloto.
—¡Ayuda aquí! ¡Por favor! —gritó
a los paramédicos que estaban sentados esperando su turno de ingresar con la
ambulancia a su departamento.
De inmediato acudieron, ayudando
al joven castaño a cargar a Jaejoong. En cuestión de segundos trajeron una
camilla y lo recostaron ahí, dirigiéndose inmediatamente a urgencias.
No lograron que Changmin soltara
la mano más pálida y fría.
.
.
.
Cuando despertó, Jaejoong no
abrió los ojos, un terrible dolor de cabeza desde sus sienes hasta la
nuca le advirtieron a siquiera intentarlo. La garganta le ardía demasiado
y creía que estaba sangrando por la nariz. Sentía un enorme vació en todo
su cuerpo.
—Pudo haber sido mortal.
Sobredosis de ghb. Mezclando alcohol y no haber comido en cuatro días.
Por eso tuvo un efecto más desastroso de lo normal.
— ¿Va a estar bien? — Ese era
Junsu.
—Eso esperamos. ¿Viste los tubos
que le metieron en su nariz y boca? — La otra voz explicaba amablemente.
Le pertenecía a Yoochun. — Le han lavado el estomago, ugh, debe
doler.
“Con que es eso.” Pensó Jaejoong
con los ojos cerrados. Quiso levantar su mano para tocar su garganta, cuando
otra más tibia lo detuvo entrelazando sus dedos. No se habia dado cuenta
que habían estado sosteniendo su muñeca.
—No lo hagas. — Pronunció. Su voz
era suave, llena de alivio, pero aún así conservaba este tono imperativo.
El corazón de Jaejoong, hizo que
este olvidará las preguntas de donde estaba y qué diablos habia pasado, para
permitirse latir con el doble de rapidez, si no es que aún mucho más. Esa
voz, era de Changmin.
Esta vez Jaejoong abrió los ojos,
los cuales comenzaban a sentirse ardientes al mismo tiempo en que su garganta
ya lastimada se anudaba, para poder verle. Lo ansiaba demasiado.
El castaño estaba despeinado, con
dos botones primeros desabrochados y las mangas dobladas hasta sus codos.
Sus labios estaban resecos. Tenía la mirada opaca y habia, bajo sus ojos,
dos manchas violáceas. Jaejoong deseó tocar la piel en ese lugar, quería
levantarse y rodear a Changmin con sus dos brazos hasta sentir que dolía la
presión contra su propio cuerpo. Pero no fue capaz por dos importantes razones:
No tenía fuerza en ninguna extremidad y tenía miedo de que el
cantante rechazara su contacto.
Intentó decir su nombre, pero no
pudo más que evocar un susurro amortiguado y ronco.
—No hables, Jaejoong. — Changmin
acarició el dorso de su mano con el pulgar. — Sólo recupérate para que pueda
golpearte cuanto antes.
Yoochun soltando una pequeña
risita, casi obligó a Junsu a acompañarle a la cafetería, prometiéndo
explicarle todo, pues él menor acababa de llegar. Los dejaron a ellos dos
solos.
Estaban en una enorme habitación de
hospital blanca, con cortinas grises y un casi juego de sala contra la ventana,
una pantalla de lujo frente a la cama fija donde Jaejoong estaba
recostado. El clima estaba frío afuera, pues era finales de noviembre. La
calefacción hacia un casi sordo siseo.
El pelinegro sonrió sintiendo sus
labios resecos restirase y partirse.
—Te ves horrible. —
Comentó, haciendo una mueca. Llevó su mano libre a delinear la frente del
mayor superficialmente con la punta de sus dedos, pasó por el tabique de su nariz,
hasta la mejilla derecha y al llegar a la quijada, terminó en una suave caricia.
Jaejoong sintió que no tenía
ningún hueso en el cuerpo. Fue inevitable no cerrar los ojos y no
contener la respiración por aquel toque tan suave. Sintió que su cuerpo
entero se tensaba y después se relajaba. No pudo reprimir un suspiro.
Entonces esa mano se recargaba
levemente en su hombro, y los labios de Changmin presionaban con dulzura sobre
los suyos. Duró sólo un instante, tan sólo medio segundo.
Si no fuera porque sentía
un poco de humedad en sus labios, y aquel sabor a cappuccino de vainilla,
supondría que lo habia imaginado.
Levantó sus parpados, visualizando
a Min, ahora más lejos pero aún sin soltarlo, ya no estaba reclinado
hacía él. Su mirada apuntaba hacia abajo y tocaba su labio inferior con
tres de sus dedos antes de murmurar un “Lo siento.”
El menor se puso de pie,
deshaciendo el agarre en su muñeca.
—Voy a llamar a Junsu. — siseó. —
Ha estado muy preocupado. Faltó a sus clases para venir.
Changmin rehuía a su mirada, se
sentía culpable por haber besado esos labios durante la
inconsciencia de Jaejoong, apenas le hubiesen retirado los tubos a la
madrugada, y ahora de nuevo.
Eso había sido un impulso, quizás
por el alivio de verlo con vida y estable o porque sus siempre labios
como fresas, habían estado demasiado blancos, pálidos, y él supuso que
necesitaban algo de color.
Sacudió su cabeza mentalmente
ante esa clase de razonamiento y se dispuso a marcharse a por el chico en
entrenamiento, cuando sintió que tiraban
de su camisa débilmente.
Jaejoong sujetaba la tela con su
mano libre.
—No te vayas. — Pidió con la voz
ronca y un ronroneo involuntario a causa del ardor en su garganta.
Min sintió un vuelco en el
corazón, observando al chico frente a él. Su piel estaba aún más pálida, a
excepción de las venitas reventadas, a causa del esfuerzo del tubo que habia
tenido en la boca. Estas estaban
alrededor de los ojos; los cuales Changmin juraría los notaba más grandes.
El cabello le habia crecido desde
aquella vez cuando Changmin lo llevó a cortárselo ,cuando se conocieron. Algunos
mechones oscuros le llegaban casi al mentón. En esa enorme cama, Jaejoong
parecía un adolescente de diecisiete años. Uno que hubiese escapado de casa y la angustia del arrepentimiento
cambiaba su rostro.
—Quédate, por un momento. — Jaejoong le miraba por debajo de sus
pestañas, y aún a pesar de todo eso,
abrió la palma de esa misma mano, invitando a Changmin a que entrelazará sus
dedos con los suyos una vez más.
Y no había otra cosa que Changmin
quisiese hacer. ¿Pero de verdad era una buena idea cuando él mismo sabía que
Jaejoong lo habia dejado por Eunjae? ¿Cuándo se habia prometido el dejar de
pensar en este chico?
Changmin tenía miedo de acercarse
a él y tomar su mano de esa forma cuyo significado era más profundo que sólo eso, sólo para que después Jaejoong se
fuera de nuevo.
No habia confianza en Changmin
ahora cómo para hacerlo.
—No…no creo que sea necesario. —
atajó cuando vio las intenciones de Jaejoong de volver a decir algo más,
después de dejar caer su mano a su costado.
Después intentó sonreír, o hacer
una mueca que se le pareciera. Obviamente no convenció a Jaejoong, ¿pero que
importaba?
“Olvidémoslo. Fue un error, no
vuelves a hacerlo y....y... ésta bien.”
“No. Lo siento de verdad.
Terminamos.”
—Terminamos. — susurró al
recordar esas palabras, aún así Jaejoong lo escuchó porque Changmin aún estaba
cerca de él, al menos en un sentido espacial.
—Changmin…
— Si te duele, no deberías
hablar.— Esta vez su tono fue más alto. Dio media vuelta, dándole la espalda. —
Junsu es un buen chico ¿Por qué desapareces sin avisarle? Debes decirle donde
anduviste metido, hyung.
Aún si lo negaba, Changmin quería
saberlo también.
Después cerró la puerta tras de
sí, recargándose un momento en ella, cerrando los ojos y ahogando un suspiro.
Se sentía la peor persona del
mundo, porque no podía mentir, de verdad
rogaba porque esos tipos se hubiesen llevado a Eunjae lejos para Jaejoong
se olvidará de él.
“¿Qué es lo que quiero?” Se
preguntó. Talló sus cansados ojos antes de iniciar su caminar por los pasillos
hacía la sala de espera.
—Junsu.— Llamó cuando lo vio en
el rincón de esta, con las manos en los bolsillos. Estaba siendo intimidado por
un Yoochun muy enojado llamando por su celular.
—No quiero ir a trabajar hoy. —
Parecía en mitad de uno de esos habituales berrinches con su manager. —¿No sabes lo bueno que se está poniendo todo
esto? Es mucho mejor que esa aburrido drama empresarial. Debo quedarme hasta el final para ver si el
cari de Blancanieves se queda con Changmin.
Son dos patéticos que no saben nada del amm ¡OH, Changmin!— Yoochun
soltó una risita, más que avergonzada, temerosa. —Yo hablaba de otros dos
idiotas.
—Si vas a faltar al trabajo,
entonces acompáñales. Yo debo irme.
Tenía que verme con el staff hace tres horas. —Y era en parte verdad, no
se atrevía a encender su celular para ver las muchísimas llamadas perdidas que
debía tener.
— ¿Estás seguro? Pero y
Jaejoong…tú…
— ¿No decías que debía superarlo
y otras cosas? ¿No ves que eso intento?
—Huir no es superarlo.
—No cuestiones mis métodos. —
Siseó. ¿Y qué? ¿Acaso no podía entender que si estaba un minuto más en presencia de Jaejoong, no lo resistiría, y
se pondría a rogarle por otra oportunidad?
Y lo peor no era eso, es que no quería recibir
un no.
—Eso era cuando andaba con el
otro tipo, y por lo que me contaste ¡Podría no volver a reaparecer! Así que
Jaejoong está justito enfrente de ti… ¡Vamos, Changmin, ataca!
La única enfermera que pasaba por
la sala vacía, escuchó a Yoochun y comenzó a aplaudir conmovida por el actor.
—Por eso rechacé todos los
dramas. — murmuró entre dientes
golpeándose la frente con la palma de su mano. —Yoochun, cállate. Junsu, entra
a verlo. Yo me voy.
Así, inmediatamente de ordenarle a
uno de sus hyungs, porque a Changmin
no le importaba las jerarquías de respeto coreanas, no al menos en este
momento, salió del hospital. No sin
evitar que algunas personas lo reconocieran.
Aunque eso no podría importarle
menos, ya se encargaría de aclarar los rumores a su manager por si se enteraba
de que habia estado en el centro médico.
Una escusa como que se habia lastimado practicando la coreografía era aceptable a sus ojos.
Tomó un taxi, donde aprovechó
para dormir los quince minutos que duraba el trayecto a su casa. Se limitó a
pagarle cuando lo dejó a unas calles de esta. Y entró arrojando sus
zapatos, zafándose de su camisa y
pantalones dejándolos tirados en medio de la sala y apresurándose a entrar a la
ducha para relajar su cuerpo y golpearse la cabeza un par de veces contra el lujoso
azulejo; ya que ese deseo de regresar a la habitación 323 y estar junto al
mayor se hacía cada vez más fuerte.
Su conclusión, cuando estaba ya
vestido, tomando un café irremediablemente negro y a punto de salir a la
agencia, fue que era un idiota mal afortunado por haber conocido a Jaejoong. Y
justo cuando estaba en el
estacionamiento privado de su colonia…se dio cuenta que su precioso volvo,
Naruhodo, se habia quedado en ese peligroso lugar del club nocturno. Así que tuvo que regresar una vez más a casa,
llamar a su manager para que viniese a por él y pedirle de forma confidencial,
que recogiera su auto. Esa era otra mentira por supuesto, decirle que
lo habia prestado o habia sido robado y fue abandonado ahí.
Se sentó en el sofá y abrazó un
cojín marrón de este. Preparándose mentalmente para las muchas mentiras que
debería decir, y los regaños que debería aceptar. Sería un largo día con
dolores de cabeza asegurados. Así que justo antes de salir, esta vez siendo
llevado por la van, se aseguró de echar a su gran mochila blanca, porque estaba
harto de los bolsos, un par de cajas de aspirinas.
.
.
.
.
Dicen que cuando tienes un
problema, debes dividirlo desde lo más simple hasta lo más complicado y buscar
una solución para cada uno. Changmin objetó en su mente: ¿¡Qué sucede cuando
tienes muchos de ellos y al dividirlos estos se vuelven cómo un millón partes!?
Fue lo último que se le vino a la
mente cuando colisionó contra el piso. Se habia desmayado por agotamiento,
justo a mitad de la coreografía de android.
Despertó solo, en la enfermería,
con las manos sobre el estomago y una bebida energizante, esas enlatadas que
cuando su efecto termina el bajón es lo peor a sentir.
Por supuesto… no es cómo si le
dijesen a Changmin que podía irse a su casa para descansar. Era algo como: tómalo y regresa a trabajar.
Y eso era lo último lo que Changmin tenía ganas de hacer. Ya que precisamente
por equivocarse en los pasos de aquel single japonés, habita tenido que repetir
la coreografía una y otra vez, como se estaba haciendo usual en él, hasta
dejarle exhausto. Y absolutamente todo eso, se debía a los
inútiles pensamientos que cruzaban por su mente, inevitablemente, cuando
se supone que debería estar concentrado.
Pensamientos cómo: ¿Estará
bien? ¿Le habrán dado de alta ya? De
si estará enojado con él, de si estará
triste, de si lo extrañara y quería verlo tanto como Changmin quería, y otros
que no le gustaban tanto como ¿Si estará pensando en el estúpido de Eunjae
antes que en mí?
Por eso cómo último recurso,
intentó pensar en algo menos estresante como el discurso del método, pero más
bien eso habia sido más cómo una alucinación, que un
pensamiento, antes de golpearse la cabeza en el piso de madera.
Observó por un par de minutos más
el techo blanco de la enfermería y después de unos cuantos “no lo hagas, no lo hagas, desiste pequeño Changmin-ah, no te levantes
para ir al hospital” en su mente,
logró reincorporarse hasta ponerse de pie, murmuró un “me siento de la mierda”.
Revisó por si habia alguien por el pasillo antes de escabullirse escaleras
abajo hasta la salida trasera del edificio.
Ya no le parecía tan impertinente
el tomar un taxi. Metió su mano por si tenía algo de cambio en el bolsillo cuando hizo que uno se detuviera. Se subió al
asiento trasero, seguido de ponerse los lentes de sol, y luego dio las indicaciones para que lo llevara a
Hongdae.
Y entender, que eso era nuevo
para Changmin. Jamás se habia salido a mitad de una práctica y menos una tan
importante como algo de avex. Se removió incomodo en el asiento, anudando sus
dedos. Volteó un par de veces hacia atrás, esperando no ver a nadie gritándole
por haberse escapado.
No trató de buscar escusas del
porqué estaba dirigiéndose a donde estaba Jaejoong. Sabía perfectamente la
razón y definitivamente sería más patético si intentaba usar pretextos para sí
mismo.
Sólo debía hacer una cosa en el
trayecto hacia el hospital, y era abstenerse de detener por un momento el taxi
para bajar a comprar flores. Apretó sus manos echas un puño para evitarlo.
:
:
Lo peor es que cuando llegó a la entrada del enorme edificio, tratando de esconder el
papel celofán en su chamarra y el olor a jazmines mareándole, justo en ese
momento, recibió una llamada de Yoochun.
—Oh, Changmini. Jaejoong y Junsu están en mi casa para ver
una película. Lo decía por si venias a buscarnos al hospital. ¿Quieres venir
después de trabajar?
— ¿No se supone que odias a
Jaejoong?
—Pero su amigo es muy lindo… —se
disculpó —Además Jaejoong se la ha pasado preguntando por ti desde que lo dieron de alta y me dio algo de
pena, habla como si tuviese una bocina empolvada en la garganta, y por eso
decidí llamarte.
—V-voy para allá. — susurró, una
pequeña y nada deseada emoción en su pecho estaba ahí después de escuchar eso.
Y a Changmin casi se le caía el
ramo de flores… porque sí, no se habia resistido. Él mismo no paraba de repetirse lo inepto y
caso perdido que era después de comprarlas.
Nota: Yo me estaba muriendo por escribirlo, en el sentido de que sufrí mucho al hacerlo. Espero que alguien lo lea, y si tienen algo que decir al respecto, bienvenidos~~ sus comentarios valen mucho para mí y así saber si les gusta el transcurso de esta historia <3
Gracias por leer~
28 comentarios:
Me encanto y me encanta este fic!!!
Estuve esperando esta actualizacion...admito q m desoriente con eso de la renovacion pero lo importante es q lo sigues..muchas gracias y espero leer el proximo capitulo pronto
PD:es el primer comentario q dejo(cosa q sigo este fic desde el primer cap)...lo se soy una pesima lectora pero desde ahora en adelante dejare uno :D
T.T aahhh changmin es tan lindo <3 ,porfavor changmin intenta hablar con jae y se areglen esos malo entendidos,ahora que eunjae no esta .igual debo decir que fue esta cambiando su forma de seer al dejar a jaejoong con changmin y pasarle la camioneta para que se lo llevara creo que ya sento cabeza pero ojala pueda dejar a jae para que vuelva con changmin no soporto verlo seprados es muy triste los dos sufren tanto .....XD yoocun le gusta junsu ya salio su lado dandy jajajaj me gusto mcuho.....me encanto el capitulo,no puedo criticarte nada malo porque encuentro que no lo necesitas escribes verdaderaente lindo ,que te deja con ganas de seguir leyendo siempre este blog de verdad lo amo me hace cada ves feliz XD muichas gracias por este hermoso capitulo ,lo volvere a leer me encanta gracias !!:)
Bien, me gusto este capitulo, aun tengo dudas sobre como se resolvera este triangulo (mentira, ahi Eunjae esta sobrando) amoroso, pero el hecho de que Changmin haya superado todo lo malo de la "separacion" y aun asi lo quiera de vuelta, me hace pensar que cuando Jaejoong le diga toda la verdad lo matara a palos (o podria ser a base de otra cosa 1313). Muchas gracias por la actualizacion.
P.D: Me imagine a Changmin pidiendole al taxista que parara para comprar el ramo de rosas y no pude evitar imaginarme la escena, Changmin sintiendose idiota y el taxista mirandolo con cara de "niñatoenamoradoalavista".
En primera, Changmin, quiero que sepas que te amo ♥
En segunda, me encanta como va la historia, no cabe duda eres excelente escritora hasta te daría un abrazo por el actua, ya lo necesitaba... hasta dejé mis cuadernos de historia y biología a un lado para poder deleitarme y dejar un comentario, sé que los valoras mucho y espero que estés leyendo esto.
Incluso la manera de narrarlo es excelente, amé este capítulo y espero por más. Mil gracias -le lanza su corazón-
PD: actualiza prontito, ahora sabes como amo tus actuas ♥
Ahhhh me encanto! Changmin es un maldito romantico! Espero en serio que se solucionen las cosas entre ellos y que Eunjae sufra el karma un no vuelva mas! Gracias por este capo! *-*
Dios mio mujer !!!!! A mi no solo me gusta lo amo!!!!!! El fic esta muy interesante y ame como se conocieron y dios casi muero de felicidad cuando jae se entrego a changmin ♥, pobre jonggie ha sufrido mucho y espero que chamgmin se de cuenta de que hizo lo que hizo para protegerlo y ojala que deje.de ser tontuelo y consquiste mas a jae ademaa de que amo que sea posesivo,celoso y sea el seme perfecto para jae ♥ espero actualices rapido que quiero seguir leyendo por fis por fis hasta prontito
Me imagino a Changmin con su ramo de flores todo palteado xD Muy buen cap. lo esperaba con ansias *-* Ojala q Min y JJ ya se amisten y pz .... cofcof1313cofcof >//////< No demores en actualizar por favor, q me tienes con el alma en un hilo x_X
AHHHHHHHHHHHH T_T
la Actu que tanto esperaba <|3
sscdcgcdfdsjfcdsgjkf mis bebés ;A;
WAE?¿??? esto era lo que no querias chismearme?, mala ;_________;
Changmin está tan enamorado de JJ pero no entiendo como puede ser tan idiota para no darse cuenta del fondo que tenía ese "terminamos". JJ ;__;, me lo imaginé todo y casi se me sale la lágrima T_T, quiero más...te acosaré más..
Como siempre, un cap genial ♥
waaaaaaaaaaa me superencantoo!! extrañaba leer este fic ;_; grashias x el actua!!
Este cap me causó muxa ternura y risa a la vez jejeje "Recupérate para q pueda golpearte cuanto antes" esa frase me mató jajajajajaja es tan de Changmin!!!!!! y Naruhodo!!!!! XDDDD
AmO q Min sea un romántico de la patadaaaa lo adooroooooooo <3 <3 <3 <3
Gracias por comentar al fin hahaha hola, de verdad, gracias por mantenerte al pendiente ^^
veamos que pasa (;
Eunjae tiene que dejar de entrometerse, hasta yo lo sé(?
¿Yoosu? Aquí? eheheh~
Gracias por leer, de verdad, y por subir mi autoestima cambiante con tu comentario <3
Dos votos a favor porque Eunjae se vaya xD
Emerald, 1313? con el jaemin? of course.
Imagina al alto de Changmin comprando flores en el mini local y golpeandose al entrar por el bajo marco de la puerta. Perfecto(?
De nada, gracias por leer <3
Yah tambien amo a Changmin ~
Gracias por leer Elsie, sí, tambien deje mi tarea de linguistica por subir el capitulo.
Mi intención es motivarlas a estudiar, en serio.
Siempre leo sus comentarios, repito, suben mi autoestima y así me pongo a escribir más<3
Thank you
BICHI YOH
¿Es malo que sea romantico? Shim tiene su corazón xD
ya, a estudiar mujer <3
Lo haré por estos días (:
¿Lo estas leyendo desde el principio? Hey, gracias <3
Jaejoong tiene que explotar y decirle todo a Changmin de una vez, en corto.
Gracias por leer~ <3
Ramo de flores despedazado, para como es Changmin xd
Otro voto por 1313(? *apuntando*
No demoraré, lo prometo <3
Tus bebés ;_____;
Acosame, mi amor(?) sabes que sólo así me pongo a trabajar xD
Gracias por leer Tefi-yah <3
Gracias por extrañarlo ;; <3
Intento apegarme a sus caracteres reales y creo que son tan así xD
¡Sí! ¡Naruhodo! La palabra de Min xd
Thank you for read <3
Oh ;_; por favor otro capítulo. Al principio no estaba segura de leerlo ya que dice la ficha que es de 30 capítulos y solo lleva 11, pero cuando leí el resumen y una parte del primer capítulo ya no pude detenerme, menos con esas partes de humor que me hicieron sonreír como tonta.
Las partes románticas fueron tan hermosas, sentía que podía llorar de felicidad. Leer escenas así de tu pareja favorita es demasiado. Me enamoré del fanfic.
Me dio pena por EunJae, es como si de verdad tuviese sentimientos por Jaejoong.
Ya quiero leer más ;_; plis, no demores. Te lo suplico T_T </3
Cuando me dí cuenta ya estaba planificando los 30 xd
Hago lo que puedo con el humor, que bueno que ha funcionado para ser llamado así ahahaha
También es mi pareja favorita, siempre me gusta escribir estas escenas.
No demoraré tanto ahora.
Gracias por leer desde el principio <3
Que buen FanFic juro que me dejaste muy intrigada quiero saber mas porfa síguelo uyyy habrá amor de YooSu *o* lo amo y me encanta el JaeMin. amo la personalidad que le diste a Changmin n.n...... espero leer mas capitulo ame tu pag saludos ^^
El yoosu me gusta, ya veamos eh -cejitas-
Gracias por decirlo, la personalidad de Min es algo en lo que me fijo mucho.
Thanks for read (;
Hola tu fic es muy bieno desde que empeze a leerlo tube que terminarlo ea demasiado genial.
Es el primer comentario que dejo
Espero estes y puedas actualiza pronto amo el jaemin u_____u
También amo el jaemin, me apresuraré.
Gracias por leer (;
Holaaaaa!! solo puedo decir ¿porqué lo has dejado ahí ? Morire esperando la actualización u.u mmmmm como siempre precioso, escribes de maravilla caray!! ahora te pido que en el proximo capítulo los muchachos se puedan dar mucho amor, siiii??? changminito a sufrido ya harto se lo merece y el jae tambien!!! gracias, gracias!!! Amo el JaeMin<3
Es que es para la proxima actu hehe,
Esta semana, o la otra, posteare el capitulo 12.
Gracias por leer.
Todo lo que se necesita es amor~~
¡Hola! ¿conoces esa sensación de estar leyendo y no poder parar?? ... es adictiva y no me pasaba hace mucho tiempo ... Dios!! está historia es tan buena... tengo tanto que decir todo es perfecto... y que todo sea tan inesperado y original... por un momento piensas bueno va pasar esto... pero no, tú le das el giro a la historia y te hace tener ganas de saber que es lo que sigue... y bueno los momentos románticos del minjae son hermosos y perfectos.
Bien, muchas gracias por compartir la historia
que estés bien!!!!!
Afortunadamente paso lo de la droga en Jae, y hubiera sido fatal si no llega a tiempo al hospital es por lo que le hicieron lavado de estomago?.
Bueno el chiste es que esta bien y solo falta arreglar las cosas con Min.
Gracias!
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