martes, 29 de octubre de 2013

"Cobarde"

Heeeeeeeeeeeello, Romi al mando (otra vez(?)). 
Vengo con una cosita que escribí hace mucho tiempo. ¿Harán dos años? ¿Más que eso? La tema es que este cosito es especial, porque fue uno de los primeros ffs  jaemin/minjae que escribí;; Tiene todo mi esfuerzo de este tiempo. Está en Lala, tal vez alguna lo leyó por ahí, en uuuuna de esas. Es mío, no se asusten(?). 

¡Ya, ya, ya! No las sigo entreteniendo y las dejo leer. 
P.D.: Es ñoñito, así como todo lo que escribo<3  


Cobarde

jueves, 17 de octubre de 2013

Madness,


Prólogo.


En realidad la ciudad de Seoul, es bella por las luces de  los edificios más que por las estrellas o la luna pero yo esta vez sólo quería encontrar un sitio tranquilo en donde  ver estas luces muertas de gases de helio e hidrogeno  que están  cómo a cientos de años luz de mí.

Hay un acantilado, cuesta arriba del rio Han donde puedes sólo estacionarte  y ser cubierto por un árbol para volverte invisible.  
Cómo este sitio era  algo desconocido no había contenciones que te impídanse acercarte un metro más y morir  por caer desde la gran altura.  Iría a ahí por el resto de la noche. Sonaba a una buena idea, pero antes paré en una cafetería, la única que parecía estar abierta y cubriéndome mejor con el gorro de lana, entré.

La campanita sonó junto con  un recibimiento agradable por parte de la dependiente. El interior era cálido, con luces tenues y este olor a azúcar glaseada, vainilla, café y chocolate que me hace amar este tipo de lugares

Caminé con las manos dentro de mis pantalones recortados hacía la caja mientras observaba directamente el menú de verde  en  la pared. Entonces me detuve cuando alguien sostuvo la manga de mi suéter.

 “Changmin- ah.” 

Ladeé mi rostro porque esa era la voz y esa era su sonrisa y esos eran sus malditos ojos que han sido mi perdición más veces de las que quisiera considerar.  Yo no quería verlos, pero Jaejoong ya estaba  ahí con los brazos hacía mí a punto de abrazarme.  No pude moverme en cuanto sentí la calidez de su cuerpo nuevamente contra el mío.  Su cabello contra mis pómulos  y el perfume, lluvia y cigarrillo  que instantáneamente me hizo recordar aquel día.  Me deshice de ese agarre de la forma más rápida y amable posible.

Jaejoong continuó con su sonrisa aturdidora sin darse cuenta,  sus ojos en media luna sólo me observaban a mí.

“¿Cómo has estado?”  Su mano seguía en mi muñeca, y eso estaba bloqueando en serio la interacción con mis neuronas.

“Bien, sí. Aunque ahora…” Mordí mis labios. “Um, debo irme. Llevo algo de prisa.”

“Claro. No olvides ordenar tu moca de caramelo.” Se encogió de hombros.  Su mirada había bajado a sus pies mientras apartaba su mano. Yo suspiré y asentí.

Él sacó su celular del  bolsillo cuando  recibió la llamada,  y yo aproveché esto para avanzar a la caja y pedir, en efecto, el moca. Jaejoong estaba espaldas a mí y yo podía sentir sus ojos atravesándome mientras hablaba con alguien más.

Al recibí mi orden, un par de minutos después, las campanillas de la puerta se escucharon. Me dí la vuelta con una parte de mí queriendo qué Jaejoong aún estuviera esperándome afuera y entonces, sí, ahí. Recargado contra su coche, tecleando hábilmente algo en su móvil con una mano  y la punta de la lengua entre sus labios.  Con la derecha sostenía su americano,  sus dedos índice y anular sostenían un cigarrillo ya encendido.

Mis pasos hacia la salida fueron pesados, al igual que la sensación brumosa en mi pecho. Pero no dolía. Era como si me hipnotizara de nuevo la simple imagen de  todo él. Su figura, la silueta del humo de cigarro contra sus dedos, el brillo de su cabello rubio hacía atrás. Incluso sus ojeras, y la palidez de su rostro me atraían.  

Me acerqué, él levantó la mirada directamente hacía mi y sentí como los ojos se me nublaban y olvidaba absolutamente todo el enloquecedor daño que Jaejoong siempre me hacía.

"Hyung..."

“¿Éstas libre, pequeño?”  Sonrió, me veía cómo si yo fuera el principio de todo, cuando era precisamente él quien terminaba conmigo siempre.

Y después de eso yo tendría que tomar mi tiempo para recuperarme sanar y volver a extrañarlo. Entonces el regresaría por su dongsaeng, el circulo vicioso era así. Yo lo había aceptado esa noche del 2011 y esta noche también lo aceptaba.




domingo, 22 de septiembre de 2013

our interactions when you were sleeping.


Ésta esa vez.
Junsu ésta insoportable desde que Changmin llega de la cocina después de desayunar.  Lo está desde que descubre el diario de Changmin en la mochila blanca del menor. 


"Es cosa de amar"


Hi, Romidesu~ <3 
Este cosito nació de lso retos que hacemos con Evy de vez en cuando. Mi palabra fue "playa" y pues... nació esto todo cursi, pero pero pero que tiene un significado demasiado importante para mí. 
Espero disfruten de la lectura, personitas bonitas que viene a leer ♥ 



Es cosa de amar


No recuerdo con exactitud cuando fue la última vez que vine a una playa a solas con Jaejoong. Tampoco recuerdo cuándo fue la última vez que pisé la tierna arena de las orillas de Jeju. Pero sí recuerdo que todo ello tiene que ver con la misma persona, con Jaejoong: última vez en la playa, última vez en Jeju. 

Cuando desvío mi mirada hacia una embarcación, una en donde se ven a personas celebrando por algo en particular, Jaejoong ha desaparecido de mi campo visual. No me preocupo, porque sé que no va lejos, por lo menos no lo ha hecho últimamente. 

Sonrío para mí mismo cuando a lo lejos (bueno, no tan lejos) escucho la voz de mi hyung en un grito, nada disimulado, que lleva mi nombre en él.

jueves, 5 de septiembre de 2013

"Así de loco y extraño"

Cap. 2: Y las cosas pasan rápido



Cuando Jaejoong había llegado a la plaza, después de salir de su trance completo de no creer lo que había pasado en tan solo 10 minutos de comunicación con su compañero de Universidad; de prácticamente rogarle a su madre para que lo dejara salir (benditos parientes que llegaban en ese momento), prometiéndole que volvería temprano, que se abrigara, tener que esquivar las burlas de sus pequeñas hermanas y por ultimo ir casi corriendo al lugar de destino, Changmin estaba recargado en el tronco de un árbol con auriculares puestos.

Jaejoong no se había detenido en la apariencia ajena, sino hasta que vio a Changmin esperándolo con ese cortaviento nada llamativo, unos jeans gastados en la parte de los muslos y unas zapatillas que más parecían zapatos.

sábado, 31 de agosto de 2013

La esquizofrenia suele ser un síntoma en personas enamoradas.


Capitulo 4.


#...  se supone que hay cámaras en un reallity show.#



Hay dos cosas que no puedo hacer con facilidad. Y necesito ese esfuerzo sobre humano, más bien, para poder hacerlas. Una es rogarle a alguien, otra es retractarme de mis actos. Así que, repito, no sé que voy a hacer.
No puedo ir y pedir de rodillas a que me cambien de habitación, ya lo intenté apenas el staff nos dio la información y los horarios y Jaejoong casi me golpea.
 Tampoco puedo voltear a mi lado y ver a este chico desempacando su ropa en silencio, por cierto, y decirle lo siento mucho por cuarta vez. Jaejoong está más enojado a cada intento.
"Iré a hacer pis"
"Jodéte." Muy enojado.
"Okay." Gruñí. "Pero entonces voy a tardarme mas ahí adentro"
"..." Él me ha lanzado su bolita de calcetines suavecitos para invierno.
Finalmente entré y me quedé ahí por un buen rato. Por suerte esta esa revista "Redecora tu vida", y son como veinte minutos con la esperanza de escuchar en algún momento la puerta de la habitación abrirse y cerrar.
Pero la televisión está encendida y yo me estoy agrietando el trasero aquí sentado sobre el toilet. Tal vez...lo que molesta a hyung es que sea un cobarde. Y quizas debería salir e intentar ser perdonado de nuevo.
Vamos. Yo no entiendo su actitud. Yo sí lloré un poco cuando él hizo lo mismo conmigo y recuerdo que también estaba muy molesto pero era mi primer beso. Y por más shockeado que este Jaejoong ahora, no debería...bien, joder, es cierto que otro hombre te bese es asi de mal y sí justifica la actitud de Jae.
¿Pero con cuantos no se besa él cuando se emborracha?...
Guezz...este hyung...
 He roto las páginas de la revista por accidente. Me deshago de ella y abro la puerta para salir de una vez cuando una galleta oreo se estrella en mi nariz.
"¡YAH!"Le grito. "Eso ha dolido."
"Lo siento mucho". Responde imitando el tono que yo usaba para disculparme anteriormente.
Observo a mi hyung por un determinado tiempo y él hace lo mismo. Creo que somos las únicas personas en el mundo que pueden sostenerse la mirada con tal intensidad sin sentir por ningún momento el reflejo de apartar la vista.
Y veo que eso no ha cambiado desde la primera vez que nos presentaron.
"¿Qué?" Sisea con su profunda voz.
"Nada..."
 "¿Nada? ¿En serio?" Jaejoong se levanta y camina hacia mí mientras frunce el entrecejo con ese adorable pero peligroso enojo.
"No. Yo creo." Titubeo al retroceder.
Jaejoong entrecierra los ojos y baja la voz.
"¿Realmente nada? ¿Nada? ¿Vas a decirme nada?" Jaejoong posa sus manos en la cintura mientras sus cejas se alzan y ese tono de acento que le resta de su pueblo natal puede notarse en su voz.
"Hyung..." Respondo casi sin habla. Vale, estoy asustado. Muy en el fondo aun soy ese chico obediente que no podía decirle que no a Jaejoong. "Yo..."
"Dices que lo sientes." Jaejoong suelta un suspiro. "Pero no parece ser así."
"N-no fue mi intención" Alzo las manos para cubrirme pues ni siquiera he terminado de hablar cuando él golpea mi antebrazo una vez y después otra.
"¡Yah! ¿Crees que tu hyung es un idiota?" Vocifera. "¡Dos veces! ¡Tú me besaste dos! ¡No quiero una disculpa, quiero una razón a eso!"
"Tu...Jaejoong...auch." Me da otro golpe y su rostro parece gritarme un dímelo o te mato.
"¿Y bien?"
"¿Soy sonámbulo?" Intento explicar, no obstante me ha golpeado nuevamente en la cabeza. "Te confundí con una chica ¡Ah! ¡Eso va a dejarme un moretón…!"
 Jaejoong me pellizca el brazo hasta torcer la piel e irritarla.
Su rostro usualmente pálido esta rojo por la agitación y el enojo.
"Yo suelo estar despierto desde las tres am y repentinamente, justo cuando me decidía en usar o no mis audífonos para esperar a que todos despertaran y comenzaran a grabar... ¡TU! Y ¡Ahora dices...!"

“¡Realmente, lo siento! ¿Quieres un porqué? Pues no te lo voy a decir, no puedo.” Cierro los ojos y muerdo mis labios con algo de fuerza. Hasta que escucho balbuceos  de parte del mayor.
"¡Hyung! ¿A dónde estás yendo?" Él ha comenzado a recoger su  mochila moldir con su casaca para celular moldir  y calza sus zapatillas deportivas a toda velocidad sin mirarme en el trayecto.
Murmura un atropellado conjunto de frases  que no entiendo del todo, pero estas son como “¿Entonces así va a ser?” “Estúpido Shim” “Jodete en serio”   Y por ultimo un “¡No quiero verte ahora!” Luego ha cerrado de un portazo, dejándome sólo con mi “ME GUSTAS MUCHO, HYUNG”  atorado en alguna parte de mí, esperando.

Me quedo sólo con el OST de Hikaru Utada como música de fondo. 

“Hey, ¿Qué eres? ¿Un cobarde?” Me pregunta alguna voz en mi cabeza, quizás un principio claro de esquizofrenia, supongo.

Yo niego como respuesta porque no vale la pena el decirlo en voz alta, después de todo es algo dentro de mi cabeza lo que esta hablándome.  Sigo asintiendo con atención a todo lo que esta vocecita esta diciéndome ya que sus palabras son realmente esperanzadoras. Un discurso 

motivacional de salir por esa puerta para alcanzar al amor de mi vida y besarlo con todo lo que tengo.
“Un –no te vayas, te amo amor mío.- son  las palabras mágicas.” Me aconseja.   “O sólo tíratelo 
salvajemente.”  

Bueno, las dos me agradan en cierto sentido… pero si tan sólo fuera tan fácil  como para simplemente hacer la segunda y dejar todo el cortejo y partes de niñas de lado.

 “¡Yah! ¡Comienzas a asustarme!” Y después siento  el golpe de Kyuhyun fuertemente volverme a la conciencia. “Fueron seis minutos.”  Comenta con los ojos más grandes de lo usual. “ Seis minutos donde sólo miraste a la ventana  sin moverte, sin notar siquiera que entré.”

Aplaude exactamente tres veces. “Felicidades, eres oficialmente la persona más rara que conozco”

“¿Cómo entraste aquí?”

“Puerta abierta.”

“Ah, ya. “

“Me topé con Jaejoong hyung hace un rato, venía tropezándose con sus propias agujetas” Niega con la cabeza. “ Él es todo un caso.”

“Lo es.”

“¿Sabes? Estaba diciendo cosas como insultos para ti.” Kyuhyun tomó asiento debidamente en una de las sillas, cruzando sus piernas y sonriendo ampliamente. “Me agrada.”

“También a mí.” Murmuro sin reparar mucho en mis respuestas.

“Nah. Tu lo quieres.”  Me señala. Yo asiento, después de todo sería inútil el tratar de ocultárselo a alguien como Choi Kyuhyun, quien asiente y después su expresión se torna seria. “Deberías ir a buscarlo antes de que se meta en problemas.”

“Oh, ¿Por qué habría de pasar eso?”

“Kim Jaejoong  probablemente  está dirigiéndose al bar del hotel, más repleto de japoneses hombres no es una buena idea. Hasta yo sé eso.” Declara mientras hace un ademan de invitarme a salir de la habitación.

“¿Estás seguro?” Cuestiono, tratando de que el pánico no logre encontrarme.

Él asiente simplemente, remarcando el gesto de su mano.

“Joder.”  Giro sobre mis talones y salgo a toda velocidad del cuarto. 

Comienzo trotando un poco, pero imágenes no muy agradables e ilógicas de Jaejoong emborrachándose en menos de diez minutos sin ni siquiera pensar realmente en un porqué-rayos  haría él eso, llegan a mi mente. Me incitan a correr cada vez  más rápido en busca de una figura de cono de nieve con cabellera roja.

Girando los 360 grados notoriamente al llegar al lobby me ayudan a localizarlo. Lleva sandalias por alguna y los shorts de verano más una sudadera amarilla y azul. Lo que me destantea es que está hablando con un tipo de dos metros, creo reconocerlo como un luchador japonés  con gustos por Hello Kitty, ambos sentados en los sillones del espacio para fumar al centro.

Odio que fume, por cierto, pero también odio que esos dos estén tan cerca y también odio la expresión que hace Jaejoong cuando nota que estoy presente en la antesala.
Su sonrisa de bobo se curva aún más,  apartando el rostro aunque aun este mirándome de reojo.  Y cruza sus piernas tan gaymente para después juntar sus hombros con aquel gorila.

Entonces yo aprieto los nudillos, y  la misma vocecita que por alguna razón comienza a gritarme como un entrenador a  su jugador que está paralizado para que haga algo en el campo.

Mi reacción en especifico es  caminar hasta allí, un buen comienzo. Hasta que siento la mirada de ellos sobre mí, esperando a que diga algo. Joder, nada sale de mi boca más que los mismos balbuceos  de siempre.

El sujeto se marcha de forma incomoda aunque Jae ni siquiera le presta mucha atención a su despedida.

Además por alguna razón la mirada de Jaejoong ahora me parece esperanzada. 
Difícil, yo no sirvo para estar enamorado.

Sin embargo  hay un momento en que veo cómo me da la espalda al ponerse de pie, dispuesto a irse y dejarme aquí solo.  La posibilidad de que esto se quede así y yo no pueda soltar lo que siento  nunca si dejo que sólo se vaya y después, quizás, Jaejoong sólo prefiera olvidar el asunto y no esté dispuesto a escucharme otra vez.

Todo eso está haciéndome morderme los labios hasta dejar una marca salada y rojiza en ellos,  y  que mi mano tome su muñeca y tire de ella sin mucha fuerza.
Hyung voltea tan pronto lo hago, y con esa determinación en su  suave voz , me dice.
“Tengo una suit sin cámaras donde podemos hablar. Vamos ahora o sólo dejémoslo así”

“Vamos.” Asiento con la voz ronca y la agitación en el pecho apoderándose de mí, pasando por algo ese pequeño detalle. 

Es que su mano sosteniendo la mía con firmeza me impide pensar siquiera. 

martes, 27 de agosto de 2013

Only you.

Subo el zíper hasta que el  cardigán de  mi abrigo negro llega hasta mi cuello, se estaba calientito en mi departamento. Bebo chocolate caliente, con la televisión en uno de esos dramas que te hacen gastar en pañuelos. Me estiro en el  sofá de cuero negro después de dejar la taza vacía en la mesa de vidrio, me cubro con las frazadas reprimiendo un bostezo. Tengo demasiada pereza justo ahora, como para descolgar el celular y ver quien llamaba.

"Ah,  hermosa canción. " murmuro, era una escena importante en el capitulo, el OST sonaba detrás de las voces angustiadas de los personajes. Ya la había  comprado, A person like tears. 



viernes, 16 de agosto de 2013

No todos pueden besar a alguien mientras duerme.

Shim Changmin (yo) sabía que no podía tentar a la suerte. Qué ya no y que era potencialmente peligroso el querer volver a hacerlo cuando estaba amaneciendo y los demás despertarían eventualmente.
Pero a Changmin le importó un carajo y se acercó como si no quiere la cosa a la mejilla de Jaejoong; luego se despidió de ella y pasó a lo que realmente quería. 

Así que Changmin besó los labios de ese chico dormido una vez más antes de ser visto. Pero bueno, lo que no sabía era que precisamente ese chico era EL UNICO QUE NO ESTABA DURMIENDO en el avión.

Changmin es un estúpido.


martes, 6 de agosto de 2013

"One more reason"

Hihihihihi, Romi al mando, MizoRomi (para aclarar). Me he adueñado de una entrada. Evy, lo siento(?) <3

Siento que esta es como la segunda vez que subo algo yo, así que les quería compartir este chanchito que ganó una insignia (ahí donde el bebé de Evy ganó♥, el concurso de Lala TVXQ!). Lo hice hace algunos meses, unos muy pocos, así que tómenlo cómo recién salido del horno. HAHAHA<3. 

Oh, sisisisi, como estoy al mando (?), quiero darles las gracias a todas las personitas que nos comentan y que siempre están al tanto de lo que subimos. En serio, en serio, en seeeeeeeeeeeerio se aprecia mucho. Siempre les leo sus comentarios y puede que no responda, pero es que soy una volada u_u<3 

Caaaaariños a todas, todas *-* (y si hay algún hombre por ahí, pues obvio que también para él) ☺


Advertencia:  Extremadamente ñoño y cursi<3.




viernes, 2 de agosto de 2013

"... tendré que golpearle la cabeza para ver si se da cuenta de lo que siento."

NINE.


Los últimos días del 2008, un poco despúes de su cumpleaños. Fue cuando caí enamorado (o me dí cuenta de cuánto lo amaba).

Su respiración jadeante, labios rojizos, ojos molestos realmente sexis y sus rodillas rodeando mis caderas mientras estaba a punto de golpearme con el cucharón de madera.

Oh, mi pantalón estaba ciñéndose peligrosamente. Un tumulto de sentimientos me habían golpeado aquella vez, justo después de la colisión de mi nuca y el piso de la cocina.

Jaejoong siempre ha sido muy fuerte, y  más si se enojaba. Yo estaba molesto también pero eso no impedía que mi corazón latiera como un conejo loco y que mi pecho se sintiera doliente y cálido.

Habíamos estado peleando hasta llegar al forcejeo, y los golpes con llaves de lucha improvisadas.

Más tarde, eso de la madrugada, cuando tuviese el insomnio de aquel entonces, me daría cuenta  que la razón de mi descontento eran celos. Porque Jaejoong habia salido con Yamapi desde la mañana y habia tomado nuestros momentos nocturnos  a solas, como si fueran nada. Desperdiciándolos con ese japonés.

Esa costumbre de llegar y ver a Jaejoong esperándome con los servicios puestos en la mesa, listo para servirme, con su sonrisa llena de orgullo porque sabía que le habia quedado exquisita y a mí se me estaría haciendo agua en la boca.

(Amaba esa sonrisa) y como apoyaba a la vez  los codos en la barrita de la cocina, mientras me veía engullir todo lo que fue hecho por él porque en yo era el único que seguía comiendo después de las seis gracias a que habia estado cuidándome y a mi buen metabolismo.

Meses después agradecería a  este último por permitirme comer tanto y poder ser atendido solamente por  Jaejoong en las noches.

Pero aquel 29 de enero no fue así.
Mis otros tres hyungs habían ido a la radio y el maknae (Yo, Changmin)  se habia quedado ensayando  con el coreógrafo  teniendo como único consuelo la idea de regresar a casa y que el olor delicioso de la comida de mi hyung me diera la bienvenida. Como era usual en aquellos meses.

Aquella noche ingresé al departamento  arrastrando mis pies con las ultimas fuerzas de mi alma y no. Ningún apetecible aroma al entrar. Tan sólo ver el recibidor a oscuras, y la cocina también  y ahí estaba Jaejoong acostado con Pi, echados en el sofá mientras veían los conciertos de Hideki.

Mi rostro debió cambiar por completo al verlos. La mueca para contener mi sonrisa desapareció en un segundo. Azoté la puerta detrás de mí al pasar y fui dando fuertes pasos, estruendosos, hasta mi habitación y volví a cerrar de un portazo.

No entendía porque eso habia dolido tanto a como una ligera traición. Me sentí dejado de lado.  Tampoco entendía el peso en mi pecho y eso me enojó más.



Me quedé en mi cama boca arriba media hora, observando el cielo raso, sintiedo el vacio, no sólo en mi estomago, si no que…creo que en mi páncreas.

Escuché las voces cuando decidí cerrar mis ojos y tratar de dormir con hambre, cuando después unos tímidos golpeteos a mi puerta me hicieron fruncir los labios.

“Changmin-ah…” Llamaba Jaejoong hyung. “Sobró  algo de ramen y estofado de verduras. ¿Quieres cenar?”

“¡No quiero!”

“Pero debes estar hambrie…”

“Buenas noches.” Interrumpí, excusándome a mi mismo que estaba dolido  con él y podía ser grosero.

 “Está bien, duerme.”  Murmuró confundido, pero aún así pude notar cierta decepción en su voz.

Pasaron unos veinte minutos para que me dijera a mi mismo que no era para tanto y me obligué a levantarme y abrir la puerta.

Jaejoong estaba parado otra vez ahí, con esa cara de bobo de siempre. Me percaté de su  aspecto adormilado y recordé la escena de ellos dos recostados uno sobre el otro.

Fruncí el entrecejo, y lo ignoré. Rebasándole  pasé directo a la cocina. Tal vez si comía algo, mi interior se normalizaría.

Comencé a buscar algo de ramen en las repisas cuando Jaejoong llegó y me sirvió un tazón de aquel estofado que aún estaba en la estufa.

“Esta bueno…” Forzó una sonrisa.

“Pues cómelo.” Podría ser delicioso, sí, pero ese tipo lo habia disfrutado primero antes en compañía de Jaejoong y eso por más trastornado que pareciera, me irritaba mucho.

Casi como un berriche, lo ignoré y seguí buscando.

“Changmin…pero cociné para ti”

“Mentiroso…” Mascullé mientras estaba concentrado ahora en abrir un paquete de ramen instantáneo.

“El kimchi es más sano.” Siseaba, yo trataba de llegar al microondas pero su cuerpo me lo impedía. Jaejoong aún sostenía la cuchara mientras posaba una mano en su cadera.


“No quiero comer nada tuyo.” Dije simplemente con franqueza.

“¡Yah! ¿Por qué?”

“ Ya no quiero nada cocinado por ti, hyung traidor.”  Mentí, aún así mi expresión se tornó asqueada al decir eso.

No pensaba comer las sobras de ningún japonés.

Jaejoong se quedó helado.
No me percaté que nos habíamos acercado, tampoco de lo genial que se veía Jaejoong enojado a esa distancia, el ceño fruncido y una mirada penetrante solamente para mí.

Woah…¿Qué habia sido eso?, pensé al notar mi  rostro acalorado cuando inesperadamente (bien, no tanto así) Jaejoong se acercó a mi y pude percibir su perfume y el cigarrillo en él.

“¿Estas enojado conmigo?”


Yo no sabía porque por primera vez sólo estaba actuando sin pensar. Eso significo que respondí con un “Sí” bruscamente. Otro error aquella noche.

Jaejoong siempre, se enoja cuando estas enojado con él. Así de extraño. Si sabe que estas molesto con él…luchará porque le digas la razón y lo arregles por ti mismo.

“Dejame pasar”

“No hasta que me digas porqué.”

“Porque eres un tarado. ”  Ambos fruncimos el ceño a la vez.

Supe que esta sería una de nuestras peleas, pero nunca pensé que al terminar peleando…pasara. Me pasara.


Mis manos aún sostenían el tazón de ramen y Jaejoong no soltaba la cuchara, eran como nuestras respectivas armas.

Quise apartarlo con mi hombro pero él también empujaba. El violento contacto físico entre un chico de Seoul y otro de Gwanju daba comienzo y nadie daría su brazo a torser, aún si niquiera estábamos seguros del porque estábamos tan enojados.


“¿Por qué te pones así?” Exigía saber. No lo sabía, no quería analizarlo.
Forcejeamos aún más. Los objetos que sosteníamos cayeron al suelo. El agua de ramen se derramó en alguna parte, pero nosotros no nos detuvimos, agarrando mutuamente nuestras muñecas  y ante brazos.

“Dime.”

Rugí algo como un “Gaaah” antes de alejarme pero Jaejoong sostuvo mi brazo y tiró fuertemente de mí.

Luego sentí el plástico y la pasta crujir bajo mi pie cuando quise retroceder,  mi otro talón resbaló con el agua y caí de espaldas llevándome a mi hyung también contra el piso.


“Ugh” Gemí por mi nuca adolorida. Mi visión parpadeaba mucho.
Cerré mis ojos porque todo comenzaba a moverse, aceptando que iba a desmayarme hasta que Jaejoong me pegó en la cabeza con la cuchara  nuevamente en su mano.

“Oye,no.” Me quejé pero mantenía el conocimiento gracias a eso. Dolía mucho.

Trataba de enfocar mi vista borrosa en algún punto para recuperarme. Y resultó ser Jaejoong.
Y woah…

¿Habia quedado idiota con el golpe?

¿Por qué Jaejoong hyung me parecía más hermoso de lo usual?

Mientras mis mejillas comenzaban a arder, una maligna vocecita empezó a explicarme en contra de mi voluntad lo que sucedía.

Solo eres un tonto, que esta celoso como un gato y no puede darse cuenta.

Entrecerré mis ojos, observando con detenimiento el rostro de Jaejoong.

Algo (corazón) comenzó a latir…demasiado rápido. Tanto que estaba asustado. Muy asustado.


Sabía que probablemente estaba sintiendo algo...algo raro como amor o atracción hacia Jaejoong. Lo peor es que también sabía que me esperaba un largo camino por delante.

.......

Uno que a veces parece nunca terminar.

Ahora estoy observándole dormir, justo a mi lado en el asiento del avión.  Deben ser las 3 de la mañana.
Soñé este recuerdo  de la nada. Siento que mi pecho se emociona de la nada y aprovecho este momento, donde nadie puede verme, para  depositar un beso en los labios del chico durmiendo.

Me pregunto si algún día va a saberlo, o tendré que golpearle la cabeza para ver si se da cuenta de lo que siento.


Secuelas de un beso robado y otras historias de violencia.

Para Romi-ssi uvu.


Secuelas de un beso robado y otras historias de violencia.

Shim Changmin/ Cuaderno profesional de cuero negro que no-es-diario-de-vida.


Lo primero que vi fueron sus ojos negros intentando absorberme antes de cerrarse, y luego bajé un poco más y sus labios eran rojos y yo juro que estaban brillando.

Entonces sentí la humedad  y cierta calidez indeseable en los míos después de ser profanados por él.  La distancia entre nosotros era la suficiente para que nuestras respiraciones chocando me dieran escalofríos.
En el rostro blanco de ese chico se formaba una sonrisita nerviosa cuando grité entrecruzando el ceño mientras levantaba mi puño y le daba un derechazo.

Yo había simplemente llegado del instituto hace como veinte minutos antes. Entrado a mi habitación tempestivamente y cerrado de un portazo con mi enorme sonrisa en el rostro.  Un modelo a escala de star wars me esperaba sobre el buró desde en la mañana. Habia pateado mi mochila a quien sabe donde (ya la buscaría temprano por la mañana el lunes, como a las 5 am, a tientas porque mi despertador no habría sonado).
Sin embargo, justo antes de abrirla decidí recostarme por un momento mientras la abrazaba y la estrechaba contra mi pecho y pequeñas risitas salían de mis labios resecos. Recuerdo que estuve así por algunos minutos, pensando en cómo la armaría y que altura llegaría a alcanzar.

¿Saben cuánto tuve que trabajar por comprarla?  Así es, todas mis cortas vacaciones. ¿Cómo no podría tratarla como a mi pequeño bebé desde ahora?

Pues bien, mis ojos estaban cerrados y yo estaba muy feliz hasta que sentí que alguien respiraba justo en mi mentón.

Y después…¡mierda!

Están estos labios sobre los míos moviéndose tan sólo un poco, pero lo suficiente para considerarlo un beso. Un maldito primer beso.
Él ha robado mi primer beso.

“¿Quién…joder, quien ..? ¿¡Qué estás haciendo?!”  Así, luego cómo dije anterior mente le he pegado.

Una, dos, tres…cuatro y cinco veces con mis dos puños, en su cabeza y rostro.

No creo que le lastime mucho, porque continua sonriendo mientras se deja lastimar.  Y eso solo me enfurece más.
¡Oh, dios! ¿Esto va a volverme gay?
Este tipo esta muerto…

“¡Jaejoong hyung, ¿estas…?” Ese es Yoochun, mi hermano mayor, quien abre la puerta con una sonrisa y se queda prácticamente paralizado al ver la violenta escena de su Jaejoong hyung con las mejillas hinchadas y rojas por mis infantiles golpes.

Yoochun aún tenía la mochila puesta, y dos vasos de naranjada en una bandeja, también tenía una cara de tonto…siempre la ha tenido.

“Changmin…¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué…? ¡Oh, dios!” Rápidamente deja las cosas sobre el piso y se acerca al pobre chico, intentando mantenerlo en pie. “Jaejoong, ¿estás bien? ¿Lo estas?”

“Ugh…yo, lo siento” Responde atarantado. Es un debilucho.

“Ven, vamos a poner hielo ahí.” Le pide mi hermano demasiado preocupado, pero antes de cerrar al la puerta con “Jaejoongie” acuestas, me observa con frialdad. Ya saben, esa clase de frialdad de muy mal Changmin, te pasaste.

Y yo se la regreso con un encogimiento de hombros.

Entonces el cierra la puerta, y yo me quedo mirando ningún punto especifico en la madera. Inconscientemente levanto mi mano hasta tocar con las yemas mis labios.
Mi quijada está perfectamente contraída porque quiero ignorarlo.  Eso que esta brotando de mis lagrimales y recorren mis mejillas desvergonzadamente.

Joder, ni siquiera lo conozco y siento que lo odio.

Y mi cara está ardiendo porque he sido besado por un hombre, uno que, aunque intente negarlo, no tiene unos labios desagradables del todo.

El empaque de  la nave yacía olvidado sobre la alfombra. Las risas de esos dos chicos haciendo la tarea o lo que sea, a lado continuo de mi habitación se escuchaban solamente.

Yo estaba tirado en mi cama boca abajo mientras repetía los elementos de la tabla periódica para mantener mi mente ocupada, pero mis dramáticos sollozos no me dejaban hacerlo muy bien.

El resto de aquella tarde, pasó  como un infierno lento cuando  Yoochun me obligó a bajar a ver la película que alquilaron con ellos.

Ese pelinegro estuvo sentado a mi lado del sofá, ignorándome, como si no se sintiera nada arrepentido. Incluso cuando la pizza llegó y mi estomago me rogaba por dejarle caer un pedazo, yo lo observé todo el tiempo para incomodarlo pero…  luego él de vez en cuando me miraba reojo y reprimía una sonrisa entre sus comisuras.

Creo que a ese chico yo le gustaba, o se estaba burlando de mí. Él caso es que justo ahora, estoy declarándolo mi enemigo a muerte.

¿Dónde dejé mi lista de enemigos declarados a muerte?

Te dejo, nos vemos más tarde. Voy a esconderte antes de que Yoochun venga a regañarme por el derrame en el ojo que le hice a Jaejoong accidentalmente con la batería del control remoto, cuando ya tenía que irse a su casa.

Ingenioso, ah.