Título: Desastre.
Autor: Alexia.
Extensión: 1865 palabras/oneshot.
Genero: escolar,fluff,wtf
Tropecé.
Derrapé
sobre el suelo y terminé comiendo tierra húmeda al caer de boca.
Sin
embargo mi equipo de P.E no prestó atención y continuaron trotando para
dar la vuelta completa porque nosotros éramos los últimos en terminar,
por supuesto, yo los había retrasado.
Además de torpe, también era lento.
Estúpida
caminata.
Mis
rodillas ardían, escocían y en ese entonces, a mis quince años, era un llorón
cuando estaba solo. Las palmas de mis manos también tenían pequeñas
raspaduras.
“Au…au..”
Intenté ponerme de pie con dificultad, ignorando las lágrimas que caían
sobre la superficie rocosa, dejando gotitas marcadas en ella.
Era
humillante porque sé al fin y al cabo soy hombre o lo seré y
nosotros no llorábamos por esas cosas. Intenté caminar, aunque fuera cojeando
al árbol más cercano para quitarme del camino. Lo que se supone sería una
buena idea, si al menos no tuviese una segunda caída apenas casi llegaba a
tocar el tronco, por culpa de las raíces que sobresalían de la tierra.
Esta vez dí un pequeño saltito antes de caer estrepitosamente hasta el suelo,
de costado, lastimándome al doblar de forma antinatural mi pobre muñeca.
No
me sorprendería que alguna rama cayese sobre mí y me regalara un ojo morado, un
árbol burlándose de mí.
Después
las lágrimas descendieron solas más libremente. Me sentía cómo un tonto.
¿Cómo
se atrevieron a dejarme atrás?
Aún
faltaba más de medio kilometro para terminar el recorrido.
No era un buen día.
Me
recargué sobre el árbol haciendo una mueca. Oh, dios, de verdad que era
una de esas personas hipersensibles a cualquier tipo de dolor.
Al
parecer me había lastimado de verdad la muñeca. La sostuve con mi otra mano,
masajeé cuidadosamente mientras mordía mi labio.
¡Realmente
dolía!
Cerré
mis ojos por un momento, respirando profundamente un par de veces. ¿Podría
hacer eso que hacen los doctores de mover el huesito para devolverlo a su lugar
con un crack?
Me
estremecí de sólo pensarlo. No, ni siquiera lo intentaría.
Mi
respiración errática y mis continuos tosidos durante los diez minutos que
apenas y duré trotando a un ritmo lento, habían hartado a mis compañeros. Debió
haber sido un alivio que poder dejarme atrás. No los cupo, o al menos no debo
hacerlo. Eso me pasa por saltarme las clases de entrenamiento y
quedarme a comer dulces con Yoochun en las gradas de la cancha que nunca se
usa.
Me
acurruqué contra el árbol.
Me
quedé allí, cómo un niño pequeño, por al menos diez minutos tratando de
acostumbrarme al dolor de mi rodilla y muñeca, para ponerme de pie y ver si al
menos el camión no se habia ido sin mí.
Las
lágrimas se sentían ya secas en mis mejillas.
Mordí
mis labios.
¿Qué
debería hacer ahora?
Oscurecería
temprano.
Estúpido
horario de invierno. Estúpido invierno, estúpidos pantaloncitos blancos que
usaba sólo porque habia creído que el frio no era tanto.
Abracé
las rodillas, quejándome despacito del dolor en mi muñeca, de los raspones con
tierra pronto a infectarse en mi piel.
La
verdad…era que, no lo quería aceptar, pero…estaba perdido. No conocía este lado
del parque, el cual era tan malditamente grande cómo un bosque o algo así.
¿Cómo
dejaban que niños como nosotros recorriéramos un kilometro aquí sin un adulto?
Y yo ni siquiera habia prestado atención cuando nos enseñaron la ruta que
debíamos tomar.
Lo
que quiero decir, es que no sabía por dónde irme.
Y
justo cuando consideré sería una buena idea, acuclillarme e impulsarme para
comenzar a caminar, escuché un ruido venir de los arbustos detrás de mí.
A
lo que después surgió una figura masculina de ahí, la cual apenas pude
distinguir porque la tarde descendía y eso significa el cielo siendo
naranja y los rayos del sol…. No, mentira, en realidad estaba nublado y había
un maldito olor a humedad y tierra mojada con hojas que comenzaba a hartarme.
“¿Jaejoong?”
Preguntó acercándose.
Asentí
desganado con la cabeza, sin despegar mi frente de la rodilla sin sangre.
“Me
enviaron a buscarte, hyung. ¿Sabes cuanto tiempo he estado aquí?” Esta vez
negué.
Pero
había abierto mucho los ojos. El corazón me habia dado un vuelco de la
sorpresa.
Ahora
no quería levantar la mirada. Porque sabía que mi cara debería estar tan roja…
y con el color de mi piel se notaría demasiado.
¡¿Por
qué lo enviaron justamente a él?! ¿No ha habido suficientes momentos
vergonzosos donde Changmin ha estado presente?
El
primer día de clases , donde esa chica me tiro su corrector blanco en
medio de los pantalones negros y cuando fui al baño a lavarme Min estaba
presente.
Yo
tallando “en esa parte” con el jabón de manos no es una hermosa primera
impresión.
Esta
la vez cuando el chico más rudo de la escuela me acorraló contra la pared y me
besó. Changmin justamente iba pasando y su expresión de sorpresa lo dijo
todo…
Cuando
el maestro me regañaba por llegar tarde, pasar al frente sin saber la
respuesta, copiarse en un examen y ser descubierto, perder
en educación física: ahí estaba Changmin,
Y después cuando mi hermana echó por error sus toallas sanitarias a mi mochila porque eran idénticas, y después TOP (el brabucón antes mencionado) me empujaba contra el casillero mientras corría, haciendo que tropezará y el contenido quedará regado en el suelo.
¿Adivinan
quien iba pasando y se detuvo para ayudarme a recogerlo todo?
Y…estoy
diciendo lo menos vergonzoso. Caídas, caídas, regaños, caídas, confesiones,
caídas y más torpezas por mi parte.
¿De qué se supone se trata todo esto? ¿Por qué Changmin siempre tiene que estar en todos esos momentos cuando deseo que venga el diablo y me lleve lejos de las burlas?
Creí
que era suficiente, que ya me había visto en todo tipo de
situaciones. Apuesto a que si dejara de gustarme, eso terminaría.
...
¿Así
que porque está aquí ahora, chequeando mi rodilla?
“Advirtieron
que no se separaran.” Me reprendió cómo si tuviese seis años. Después
acercó su mano a mi rostro y limpió mis mejillas de las lágrimas marcadas.
Su
ceño se frunció. “¿No sabes meter las manos cuando tropiezas?” chisteó.
No respondí, así que desvíe la mirada mientras mi rostro se enrojecía aún más.
“¿Por
qué no dejaste que te ayudaran?” Preguntó, estirando mi pierna, su rostro muy
cerca de ella, mientras con la punta de sus dedos y con cuidado, intentaba
quitar las pequeñas piedritas atrapadas en la herida.
“Ellos
se fueron y me dejaron atrás.” Reaccioné. ¿Acaso dijeron eso? ¡Malditos!
“Ya
veo.” No dijo nada más.
Sí,
Changmin, de nuevo estamos en una situación así.
El
destino siempre nos junta en los momentos más estúpidos.
“Son
unos idiotas.” Comentó después de un par de minutos. “No debiste
irte con los de ultimo año.” No quería que vieras mi pésima condición
física, lo lameeeento.
Me
encogí de hombros. Pero no me vi genial cómo pretendí cuando él pellizco sin
querer el raspón al quitar la ultima piedrita y grité cómo niña.
Changmin
se echó a reír, para después disculparse aún con media sonrisa.
“Apuesto
a que te caíste dos veces. Y a que eso verde son manchas de césped.”
Señaló la tela de mi short. “Y también a que estabas perdido.”
“Au
au au…sí, sí, pero no presiones.” Cerré un ojo al hacer una mueca. “Me duele….”
“¿Puedes
caminar?”
“No
quiero.”
“Tenemos
que ir a desinfectar esto, hyung. No podemos quedarnos aquí...Solos ¿verdad?.”
Me guiño un ojo.
Esperen.
Esperen...
Otra cosa. Es que Changmin nunca bromeaba conmigo. Creía que no le agradaba.
¿Acaso…..él…me
hico un guiño…A MÍ?
Debe
estar burlándose. Debe ser cualquier otra cosa, Jaejoong, así que controla la
puta frecuencia de tus latidos, por favor.
“Tu
muñeca tiene un moretón, hyung.” Ahora estaba más cerca de mí. No habia notado
cuando tomó mi muñeca con cuidado y la examinaba también.
“Creo…que
¡AH!” Gemí.
Changmin
estaba presionando la piel morada. “Un esquince.” Anunció. “Vamos a
la cabaña de enfermería y después vemos como regresamos a casa.” Revisó el
reloj en su otra mano. “Sí, ya debieron haber regresado a la escuela.”
“¿No
están esperándote?” Se supone que lo enviaron a buscarme. Changmin se encogió
de hombros, negándome una respuesta.
Después me tomó del brazo bueno para acercarme a él, a la vez se giraba en cunclillas, dispuesto a cargarme. “Vamos.”
No
pude negarme a que me llevara en su espalda, y no tenía sentido porque no
se podían manejar los latidos de un corazón. Así que sólo me aseguré de
no ser tan obvio mientras sentía su calidez y aspiraba su exquisito aroma a
sudor y pepero de fresa.
El desconocido camino de regreso a las oficinas del parque fue tan corto para mi gusto. Quería que durara para siempre. Nunca lavaré la mano que rodeó su suave y atractivo cuello moreno.
La
enfermera vendó mi mano y curo mis rodillas con antiséptico. Me dijo que
me recostará y descansará un poco y me puso un pañuelo húmedo en la cabeza
porque tenía fiebre gracias a la insolación. Pero, mal ahí, enfermera.
Era porque estuve pegado al cuerpo de este chico por casi media hora,
absorbiendo su calidez.
“¿Así,
con este frio y nublado?” Preguntó el castaño con una sonrisa. ¡Estoy
caliente por ti, lo sabes! ¡Cállate!
“¿Qué más va a ser?” La enfermera no sabía muy bien que decir, además parecía que quería irse. Seguido de eso Changmin se encogió de hombros.
“Cuando
te sientas mejor, puedes marcharte.” Me sonrió la mujer. Asentí sin mucho
interés, aún no quería llegar a casa y ver a todas mis hermanas quejándose
porque no hice la cena.
Entonces
nos dejó solos y yo me hundí en la almohada, cerrando mis ojos.
No
mires su perfección, no mires su perfección, repetía mí en mi mente
hasta que sentí su mano retirando el paño de mi frente.
“Estorbará”
Susurró.
Oh,
un momento. ¿Por qué susurraba?
Incluso
si sabía que era una mala idea, me atreví a abrí mis ojos y él estaba tan
cerca, sonriéndome de una forma muy extraña.
“Tú…
de verdad…. Eres tan torpe ” me dijo con una voz totalmente diferente.
Más profunda. “Necesitas que alguien cuide de ti.” Se acercó un poco más.
“Yo…yo
no te entiendo.” Balbuceé. ¡Deja de ver sus labios acercándose, desvía tu
rostro, no!
Changmin
me estaba besando. Presionaba su boca con movimientos inexpertos, ladeando su
rostro y apresando con sus labios mi labio inferior. Lo hacía de
forma dulce, sin embargo. Tomó mis mejillas entre sus manos calientes y
me alzó un poco más para tener mejor acceso.
No
sabía cómo besar. Sólo disfruté del beso, dejé que tomará mi boca e hiciera lo
que quisiera con ella, incluso si Changmin tampoco tenía una idea muy clara de
cómo moverse.
Probablemente
sólo estábamos imitando a los besos de las películas que ven nuestras hermanas.
“Eres
un desastre, Kim Jaejoong” susurró entre pequeños besos inexpertos. “¿Cómo
puedes gustarme siendo así?” susurró, para después, presionar sus labios sobre
los míos de nuevo.
Mi mente tambien se preguntaba eso una y otra vez, con la única neurona que era capaz de hacerlo, mientras que el resto solo se encargaban de atender las terminaciones nerviosas que provocaba él con su toque. Quise responder también me gustas, pero solo pude abrazar su cuello para acercarlo más a mí y abrir mi boca para darle acceso a su lengua. Ni si quiera me di cuenta cuando fue que ya estaba sobre mí.
Esto
era peligroso, porque la mujer podría descubrirnos y echarnos del parque. Pero
de todos modos, no sería el primer momento humillante que pasaría y menos con
un Changmin a mi lado.
Además,teníamos
quince años.
¿Así
que importaba?
5 comentarios:
Lo ameeeeeeee!
Gracias a esos malditos que dejaron atras a JJ el pudo juntarse con CM!
Y el beso asffshaksasd
Gracias te quedo lindo!!! *-*
Me reí bastante xD Escribes hermoso, me encantó la historia...
Jaejoong se parece mucho a mi (Torpe, torpe) u_u ya quisiera yo terminar como él, con un CM xD me gustó mucho la parte del beso. Gracias por compartir ♥
Como tan yeta Jaejoong XDD, es que me mato su lista de cosastragametierraqueChangminhavisto , y aun asi, Changmin igual se enamora :')
Lo acabo de descubrir pero me encanto ♥ jae tan jajaja con mala suerte por asi decirlo pero siempre un changmin a su lado cuidandolo hermoso shot fue realmente lindo.
Que importa! Exactooooooo adsgdhsdahdafsjaf fue realmente muy espcial. Adoro como escribes *---*
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