Nota de Alexia; Esto
es para Kimmy porque es muy linda conmigo y hermana mayor nos llevará por todo
Lima en auto (◡‿◡✿) .
No es tan genial como el que hizo para mí, pero espero que le guste ❤
How he dares forget?;
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Ayer
su mejor amigo lo había raptado, sí, porque Jaejoong
nunca accedería a ir a una divertida fiesta antes del examen oral por su
propia voluntad.
Así que después de arreglarse,
vestir sus pantalones favoritos de cuero negro ajustados, aunque no se notara
mucho cierta parte trasera, pero Jaejoong ya se habia dado por vencido de
intentar con ese asunto (aquella vez tarde se dio cuenta que fue una
broma eso de comer mucha papa con naranja y azúcar para que crecieran bien. Estúpido Junsu.) Pues así,
continuando, después de
arreglarse, fijarse
adecuadamente el cabello con la planchita y recortar un poco su camisa para
agrandar el escote, algo de perfume y sus botas rockers abrochadas. Su mal amigo Yoochun lo raptó a la
fiesta.
Jaejoong era el que
conducía en su propio automóvil, sí, pero por puras casualidades de la vida.
De verdad, de verdad no
estaba dispuesto a ir a ninguna reunión de estudiantes de primer año. A
Jaejoong no le gustaban los menores, no,
gracias. Y mucho menos pensaba
ligar con nadie.
La antes dicha velada qué se
supone terminó en madrugada porque Jaejoong tiene que cambiarse de ropa
en su carro y no lo sabe, realmente no sabe cómo fue que amaneció
desparramado en el asiento trasero con su automóvil estacionado frente a una
casa cualquiera.
El tiempo apenas le alcanza
para comprar un expresso doble con muchísima cafeína más dos capsulas
para el dolor de cabeza.
Kim Jaejoong está
decidido a estudiar lo que pueda antes del examen, el cual es dentro de cuarenta
y siete minutos exactos.
Aparca cuadras atrás, después
sube su cremallera a la carrera al bajar y cruzar la calle. Por suerte encontró
una camisa extra a cuadros en su auto. Termina de abrochar el último
botón después de subir las escaleras traseras rumbo al tercer piso del edificio
Corre a buscar los
libros de la materia para tratar de aprenderse un puñado de palabras en
la biblioteca. Toma todo un montón de libros entre sus brazos a los
cuales caen unos, de preferencia los más pesados, a sus pies. Jaejoong maldice
de dolor en voz alta un inocente "mierda".
Pero como en las bibliotecas
todo sonido se amplifica más o menos el triple hasta considerarse
algo detestable para la toda la humanidad . Le encargada lo reprende con uno de
esos molestos pero poderosos -sshhh- que a
veces incluso es más ruidoso que lo que dices.
Jaejoong asiente aceptando la
advertencia, siente que se sonroja - en el fondo es algo tímido
pero también porque todos están viéndole y no tiene la mejor
apariencia ahora, si toma en cuenta la borrachera que tuvo anoche.
El dolor de cabeza no
puede ser sólo porque sí, y el olor a alcohol que tuvo que deshacer rociándose
casi todo el aromatizante para autos, le insinúan que efectivamente, ayer
se pasó.
A decir verdad mucho,
porque no recuerda que sucedió después de la séptima botella de soju, cuando
Yoochun desapareció dejándolo sólo en la sala platicando con otros chicos
que aparentaban tener diecinueve.
Un par de libros caen de sus
manos cuando intenta tomar uno más. Comienza a pensar que es un tonto con
seis pesados ejemplares y treinta minutos para estudiar; donde será
probable que solo venga a terminar diciendo un único párrafo
de páginas y páginas de información que no ha entendido en todo el
semestre.
— Todo es culpa de Yoochun—
susurra mientras camina hasta otro estante.— Bebía tanto qué fue mi
deber acompañarle.
Jaejoong se pone de puntitas e
intenta alcanzar un último tomo, sin embargo sólo puede rozarlo con
las yemas de los dedos. Se desespera y da unos pequeños quejidos.
Un chico más alto está
revisando ahí, es castaño y su piel es aperlada. Lleva esos suéteres de moda. A
Jaejoong no le gustan. Prefiere las chaquetas de cuero, las camisas blancas y
los jerseys con brillantes. Por eso no presta realmente atención a la
primera mirada dirigida a él.
Prefiere seguir
quejándose mientras maldice la fiesta y la razón por la que fue efectuada, la
cual ni siquiera sabe con exactitud. Un cumpleaños, un aniversario lo que sea.
Sólo recuerda haber llegado con más botellas de soju y beber sin control para
divertirse un poco, lo normal.
No nota que el más alto parece
encontrar graciosa su pequeña rabieta, qué no puede evitar una débil risita
salir de sus labios. Jaejoong malinterpreta que es una burla y lo
ignora.
Jae prieta sus dientes,
insistiendo a estirarse como si pudiese crecer de estatura milagrosamente
para tomarlo y alejarse cuando un suave aroma, algo familiar, a perfume y
cigarrillo, llega a su nariz.
Es por la cercanía del
castaño en su espalda. El muchacho levanta su mano y con
total facilidad toma el libro que Jaejoong quiere, y se lo da –más bien
Jaejoong lo arrebata caprichosamente rugiendo una especie de gracias.
Lo acepta, esta de mal humor y
esta mareándose un poquito. Debería intentar controlarse y no mirarlo tan
feo.
Lo haría, si el chico no le
pusiera la espalda tensa porque no se aleja aunque sea medio metro de él.
Estando tan cerca comienza a ponerse nervioso.
Entonces Jaejoong nota que
los ojos del más alto son lindos, pero su mente censura el pensamiento.
— Gracias.— Lo repite
más claro, esperando a que el otro se mueva y lo deje pasar.
— No fue nada.— Le
dedica una radiante sonrisa, Jaejoong censura otro pensamiento antes de que lo
haga ruborizar. Señala los libros levantándolos un poco, probando a
dar un paso adelante. Choca con su hombro suavemente casi a propósito.
— Ah, sí. Se ven
pesados.— Comenta, avanzando lo mismos pasos que él.
Se adelanta un poco y
los toma porque cree que Jaejoong le pide ayuda para cargarlos.
-¿Acaso no capta la indirecta
de fuera de mi camino?- Se pregunta mientras cruza los brazos
— O-oye— Jaejoong
intenta reclamar, pero la mirada de la vieja encargada ésta sobre sí,
amenazante. Comienza a creer que la trae contra él y se queda callado
observando la espalda del misterioso chico caminar hasta una de las mesas más
arrinconadas, donde hay una mochila azul y algunos libros extendidos.
El castaño de bonitos y redondos ojos se sienta, deja los libros de la esperanza de Jaejoong
en un espacio libre, muy cerca de él.
Jaejoong no quiere moverse,
desconfiado de la especie de coqueteo anormal, pero no tiene de otra porque
esos libros tienen su futuro, vale no tanto como eso, tienen el acceso a
su próximo permiso para ir de viaje con el Yoosu.
Algo le remueve el estomago y
no esta tan seguro de que sea hambre. Generalmente esta no establece aquella
especie de calidez. Menos cuando lo que se supone está padeciendo se agrava,
porque él ha volteado a verle y le sonríe de
nuevo, esta vez, más abiertamente, tanto las comisuras de su boca se
elevan hasta provocar que su ojo izquierdo se empequeñezca un poco.
Jaejoong no puede evitar
pensar que ha sido la sonrisa más peculiar y bonita, a su manera. Se descubre a
sí mismo gustándole. Como algún tipo de débil
atracción, Jaejoong termina por caminar hasta él, no sin antes percibir
nuevamente ese perfume que le hace sentir un dejavú.
Jaejoong toma asiento, se incomoda cuando la estúpida silla de metal chirrea contra el piso. Escucha otro el shhh y el pelinegro vuelve a querer pegarse contra la mesa solo para que las otras personas no vean su rostro ojeroso y sus ojos rojos, avergonzándose aún más.
Parece que gustan de
perturbar con la mirada a cada víctima de ese chisteo.
Luego Jaejoong se estremece
por la siguiente risa. Aún más cercana y malditamente familiar como si la
hubiese tenido toda la noche, y con más posibilidades, justo,
justito en su oído.
— Es porque no vienes mucho
por aquí.— Le dice después de cubrir su boca con la mano para no reírse
más. Jaejoong lo analiza. Todo en conjunto. La voz, la mano,
los dedos, los labios e incluso las uñas.
Traga saliva
inconscientemente. La pregunta sería porqué, pero una vez más tratará de
ignorarlo todo y ahora sí, fijara su cansada y borrosa vista en las letras
porque con todo el tiempo que ha perdido, tendrá menos de treinta minutos
ahora para tratar de aprenderse algo.
Pero no debería agachar la
cabeza cuando hay un peligro inminente de sonrojarse, porque lejos de
evitarlo se pondrá totalmente rojo. Y menos cuando la piel de Jaejoong
es tan blanca, cuando el sujeto no ha despegado sus ojos de él. Y ante el tono
carmesí que adorna la piel nívea, sonríe casi maliciosamente
Es más que lo más sexy que
Jaejoong cree haber visto en su vida, porque de nuevo siente que lo ha visto
antes.
Toma el libro con movimientos
nerviosos y lo pone frente a él para ocultarse.
— Vaya, ¿Sabes leer al revés?
— Pregunta. Su voz se escucha divertida.
Jaejoong niega, lo acomoda e
intenta darle significado al hangul. Es inútil. No puede. Tiene que
hacerlo: levantar la mirada, su cuerpo entero le ruega que lo haga.
Lo que termina siendo un
desastre para su pequeño corazón
Él, recargado en la mesa con
sus manos entrelazadas, apoyadas en una mejilla, sigue haciéndolo. La
misma sonrisa, los mismos orbes de chocolate caliente que intentan
derretirlo.
— ¿Qué me pasa?— Piensa
acalorado.
Los siguientes quince minutos
son acerca de miradas furtivas por parte de Jaejoong.
Un par de minutos después,
está tan cerca de él hasta el punto en donde sus brazos se rozan, la tela no es en
ninguna forma impedimento para que la corriente eléctrica desencadenada por el
calor corporal de aquel desconocido llegue hasta su espina
dorsal y lo haga estremecerse.
Esto le trae imágenes
borrosas. Vagos recuerdos lo confunden, donde sus propias manos
acariciando unos antebrazos un tanto morenos. Muerde sus labios,
obligándose casi a maldiciones en su cabeza a alejar su vista
de esa piel, que por alguna razón, está seguro es suave al tacto.
Aprieta la pasta del libro,
cerrándolo
¿Para empezar porque accedió a
sentarse con él?
Su subconsciente le
responde como si fuese demasiado obvio: porque le gusta esa sensación extraña
que siente en su pecho cada vez que lo ve.
Pero esta misma parte de su
cabeza no le advierte, ni llama a reflejos por favor, para que se mueva
antes de que una cálida, cálida mano, se sitúa sobre su rodilla.
— ¡Ou! ¡Ou! ¿Qué se supone que
haces?— Le pregunta en voz muy alta.
Se da cuenta de su error y
voltea, esperando que lo corran de la biblioteca, porque sería la tercera
llamada de atención.
Pero la encargada no está,
sólo queda una persona al lado contrario del salón. Es decir quedaba, la chica
toma su libro sin percatarse de ellos, lo deja de vuelta en su estante y
después de tomar su mochila abandona la habitación cerrando la puerta tras de
sí.
La mano, Jaejoong admitirá
algún día que le gusta mucho porque es una de las cosas que más presta
atención en las personas, ahora está sobre su muslo ladeándose
peligrosamente.
Aunque incluso el chico sea
demasiado guapo (diablos, lo es), estén solos y a Jaejoong no le desagradaría ,
en realidad es consciente de que no está bien porque ni siquiera
sabe su nombre.
Así que suelta un suspiro
resignado y quita la mano invasora con firmeza.
— Lo siento. Ni si quiera te
conozco.— Responde, intentando ser amable después de todo.
Quiere agregar; pero podemos empezar por
presentarnos, sin embargo
sería muy atrevido, además Jaejoong ha aprendido su lección después de la sexta
vez en que se ha permitido esa clase de cosas en la escuela.
Siempre, aunque sea un día después eres descubierto por alguien.
— ¿Qué dices Jaejoong hyung?—
Pregunta ladeando su cabeza.
Jaejoong abre la boca y vuelve
a cerrarla dos veces hasta que logra dejar salir las palabras. — ¿Cómo sabes mi
nombre?
— Tú me lo dijiste.—
Responde.
— No lo hice...
— Lo hiciste.— Las
comisura de sus labios bajan y una pequeña arruguita se forma en la frente. —
Antes de irnos.
— ¿Irnos a donde?—
Jaejoong puede decir que no entiende nada y el chico debe estar confundiéndolo.
No lo recuerda en ningún momento.
— A mi casa. ¿De verdad
estabas tan tomado como para no recordarlo? — El de oscuros
cabellos arquea una ceja.
— ¿R-r-recordar qué?—
Mierda ¿Qué hice? Si este chico debe ser menor de edad….
— ¿Puedes dejar esas preguntas
absurdas?— El castaño retira la silla hacia atrás para poder quedar de
frente al mayor. Lleva una expresión enfurruñada. — ¿En serio no
recuerdas todo lo que sucedió anoche?
Jaejoong no sabe cómo actuar
ahora. Nunca le habia pasado, a pesar de lo borracho que podía llegar a estar
siempre lo recordaba todo al menos con algo de lucidez aceptable, aceptable
refiriéndose a que aunque fuera, recordaba como habia llegado a donde sea que
despertara después de una fiesta.
Pero simplemente el rostro del
chico, lo sabe bien, que justo ahora está acercándose cada vez más al suyo
y puede apreciarlo mejor, no sería fácil de olvidar.
No...Ésta seguro… no lo
olvidaría.
Mucho menos, mucho menos
la repentina presión de esos labios contra los suyos ni el
aliento calientito que invade su boca hasta que reacciona a corresponder.
El más joven se inclina aún
más y lo toma por la nuca con las dos manos profundizando el beso desordenado
hasta el punto donde Jaejoong puede sentir pequeños rastros de saliva en sus
propias comisuras.
Ni todo el alcohol del mundo
le haría olvidar lo que está sintiendo ahora.
Pero se queda con más ganas de
contacto aun con los ojos cerrados y la boca fruncida, el otro se ha
separado mientras lo ve con superioridad más una sonrisa ladeada.
— ¿Lo recuerdas ahora?
Jaejoong niega con la cabeza,
los ojos muy abiertos. Para su vergüenza, no puede impedir retirar con la
lengua los restos de humedad de sus labios. Su corazón está muy agitado. Pone
una mano sobre su pecho. Siente que se ha quedado mudo.
Pero el más alto parece estar
satisfecho con lo que ha provocado en él, suelta una risita jocosa. — Oh, está
bien, entonces.
Después baja un poco el cuello
en v de su suéter, dejando la piel expuesta. Una manchita purpura, muy
bien hecha esta sobre su clavícula. Sonríe orgulloso de ella.
— Fue algo así. Si sabes a lo
que me refiero— Se encoje de hombros.
Toma sus cosas rápidamente y
se cuelga la mochila al hombro. Se inclina y deja un beso corto en los
labios de un inmóvil Jaejoong. Antes de alejarse, le susurra al oído. — Busca Changmin en tus contactos
Y con autoconfianza camina
hasta la salida justo al mismo tiempo en que el timbre para entrar a
clases suena.
Apenas se va, Jaejoong no
pierde el tiempo y rebusca su celular en los bolsillos. Teclea la letra CH.
Shim Changmin, un número de
celular y una dirección.
Exactamente la calle donde
en amaneció esa mañana dentro de su coche.
Lleva una mano a sus labios,
tratando de conservar el sabor de esos labios un tanto resecos pero
dulces.
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Changmin ingresa al salón de
clases, con una sonrisa que quizás va durar todo el día.
Mientras toma apuntes
distraídamente mete el pulgar al interior de su suéter raspando un poco el
manchón difuminado de tinta morada que puso en su piel a propósito para asustar
al chico, el que le gustó en la fiesta de ayer pero que nunca recordó el nombre de Changmin.
Quién está detrás de él,
Kim Junsu, palmea su hombro. — ¿No lo recuerda verdad? No te preocupes, siempre
olvida todo cuando toma mucho. Es un hyung tonto pero estoy seguro de que le agradaste mucho ¿verdad?.
— Sí.— Contesta
indiferente.
Si Jaejoong llega a llamarle,
ya se encargará de explicarle la verdad.
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— Nhg…¡H-Hyung!—
Changmin empuja a un Jaejoong de labios demasiado rojos y pupilas
adorablemente dilatadas como las de un gatito.
Jaejoong lucha un poco
contra el reducido espacio que le deja su coche, presionando su cuerpo contra
el de Changmin, mientras intenta besarle a lo que el otro voltea su
rostro. Aprovecha los débiles movimientos del menor para quitarle la camisa
y acariciar la parte superior.
— Sólo ibas a llevarme a
casa.— Le recuerda mientras forcejea el agarre.
— ¡P-pero Hwanmin!
— ¡Es Changmin, joder!
— ¡Yunmin-yah!
— Te echaría a la calle
si no estuvieras tan ebrio— sisea para después quitar las llaves de
la hendidura y dejarlas debajo del estéreo, salir del auto, rodearlo para sacar
de los antebrazos al peso muerto de Jaejoong. Abre la puerta trasera con
dificultad para empujarlo dentro.
— Ni loco entras a casa
de mis padres así y menos te dejo conducir. Quédate ahí, hyung escandaloso.
No recibe respuesta,
Jaejoong ha caído dormido sobre el asiento. El menor lo acomoda como
puede y lo encierra en el auto, dejando las ventanas lo suficientemente
abiertas para la entrada de algo de oxigeno.
— Aish… Si no me
gustaras tanto llamaría a la policía.— Changmin muerde sus labios. Va a
negarlo si le preguntan, pero está tentado a entrar al auto para dormir
junto a él cuando observa a través de la ventana ese rostro
durmiente, los labios entreabiertos y esa forma de acurrucarse contra el
respaldo.
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(Por la mañana Changmin
se levanta antes que el pelinegro, antes siquiera de que el sol salga. Besa el
cabello del idiota de Jaejoong con casi ternura y se apresura a salir del auto
sin molestarse en ponerse la camisa de botones que llevaba.)
4 comentarios:
AAwnnn!!
Que lindooo!!
El colmo que Jae no se acuerde!
jajaja!!
Me gustó!!!
:)
gooshhh no son super adorables y traviesos *-*
Mierda ¿Qué hice? Sí, este chico debe ser menor de edad….
teDATWHCFDWUDFSIY7ASGEWFIY67SQytftWYFuusydgyuvgwergfuwedbgvuwgdev
ok, ok, ok...
respira kimmy, respira....
*inhala mucho mucho aire, sus pulmones colapsan y cae muerta sobre el respaldar de su asiento de escritorio*
ok, no. Primero debo comentar propiamente para poder morir sin ningún cargo de conciencia porque este pequeño, este tú ha sido ahh ¿que adjetivo le pongo? me superó, ay no me superó.
Me fangirleo. Me fangirleo mucho evy. Y cada vez que lo hago me siento extraña y sobretodo feliz. Me siento nena. Me siento....me siento y me senté xD Hay determinado topics que como decirlo presionan el botón: LOOSEYOURSHITKIMMYLOOSEYOURSHITNOW y lo has apretado y hasta el fondo.
Es decir, underage? sassyChangmin, (GOD amooo sassychangmin) escuela, yoochun siendo una mala inflouencia para jaejoong desde tiempos inmemorables, parrandas, jodas, alcohol, junsu mintiendole a jae con la receta de su abue para que te crezcan las nalgas, nena me morí con eso, he rodado aquí de norte a sur, de este a oeste, y sobretodo la biblioteca, la escena en la que Changmin le alcanza el libro del estante fue espectacular, osea me venía generando todo tipo de ruiditos ya? pero cuando llegué a esa parte me quedé callada con las uñas en mi boca y la imperiosa necesidad de decirle a alguien ES CHANGMIIIINN ES CHANGMIIIIIN YO LO SÉEEEEE y luego el aroma que creía recordar, y luego god el título es tan preciso, How he dares.
REALLY JJ? HOW DARE YOUUU?
Y luego la verdad de como sucedieron las cosas, no era una camisa extra, era la de changmin, no se que tengo también con que usen la ropa del otro es tan de parejas que me resulta tan inmesurablemente ternucho.
Creo que podría quotar cada palabra, coma y punto que haz usado. Y eso que ni siquiera puedo comentarte bien bien porque sigo fangirleada y soy demasiadas hormonas juntas justo ahorita y siento que te amo mucho, muchiito.
Porque esto va para mí, y es demasiado lindo.
Y muchas gracias, evy. *///*
*la recontra apapacha*
A Jaejoong no le creo nadita eso de que lo habían raptado a la fiesta, es como, ¿en serio? ¿EN SERIO? O seas(?), se arregló, se puso bien mononito y lo habían obligado a ir, ajá, y así mismo el debió haber aceptado manejar su propio auto. Ajá, ajá, ajá.
¿Te he dicho que me gusta ese sarcasmo con tonos de ironía al momento de relatar? ¿No? ¿Sí? Bueno, me gusta mucho eso ; ^ ;
Hace mucho, mucho tiempo que no leía que uno de los tenía algún desliz sin acordarse. En realidad, había leído uno en donde amanecían juntos y uno de ellos entraba en pánico, por las cosas que habían sucedido en al noche.
Yo, yo, mi yo completo, se ha ido por completo, completo, completo en el momento en que Changmin le va a dar el beso a Jaejoong. Como éste último queda tan ido y no sabe nada de lo que está pasando. El detalle de que recuerde el perfume, que tenga visiones locas al tenerlo cerca es tan, tan, TAN SDLBGDD.
Pero, pero, pero, pero, pero lo que más me gusta es ese final ta, tan TAN DKJBGSDKJGBH YO TE DIJE QUE ME HIZO MAL ;A; Ayer en la noche lo leí e hiperventilé en mi cama. Me revolqué y quedé dormida como niña buena luego u_u♥.
Y todo lo demás te lo dije cuando me pediste la opinión. Y a Kimmy le gustó y quedó media muerta (por el comentario de arriba), así que tu objetivo fue cumplido ksjfkdjg.
Cuídate mucho, muuuucho, mucho, Evy♥.
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