Titulo: Por favor.
Couple: JaeMin.
Extensión: Oneshot.
Resumen: -“¿Debería decirle a alguien
donde trabajas, muffin? ¿Cómo reaccionarían?”
Genero: Romance, wtf, intento de humor.
Si de por sí mi cabello siendo una masa café y caliente
desprendiendo vapor con olor a vainilla es degradante y se convertirá en unos
de mis recuerdos más vergonzosos, todos habían escuchado mi grito de niña
cuando el capucchino me quemó y ahora me veían con pena ajena y uno que
otro se burla de mí es aún peor.
La chica que lo derramó en mi cabeza está demasiado asustada como para
disculparse, solo voltea a todos lados en busca de donde esconderse.
Pudo haber sido pasable, por supuesto, con toda tranquilidad simplemente
me hubiese dirigido al baño a limpiarme y regresar con un rostro inexpresivo
para seguir tecleando las ordenes de los clientes en la caja.
Si no fuera porque justamente la persona que estaba enfrente de mí pidiendo un
brownie, quién pudo apreciar en primera fila todo esto fue Kim Jaejoong.
¿No era ya demasiado que supiera que trabajaba en un café japonés de
sanrio con paredes rosas donde solo trabajaban niñas de secundaria? ¿Era
absolutamente necesario que ella viniese, tropezara y me tirará el vaso extra
grande en la cara?
“Perdón por esperar” le digo con voz pasiva después de regresar del
baño, aún con la pequeña esperanza de que no me reconociera. “¿Podría repetirme
su orden?
“Frappé sabor caramelo más dos brownies y ese nuevo muñeco de reno de
navidad por favor, Changmin”ah
Diablos, me reconoce con este ridículo atuendo.
Tecléo con los dedos temblorosos y las mejillas en combustión.
Joder, tengo que ofrecerle la puta promoción…tengo que hacerlo o su compra será
gratis y no voy a darle esa satisfacción, no señor. Doy un gran suspiro
antes de abrir la boca.
“¿Quieres un muffin happy aniversary ?” me muerdo la lengua para no
entremezclar maldiciones en mi pregunta frustrado por mi pronunciación mediocre
y aguda.
“¿Son esos con las velitas de confitado con dos “js” y corazones?
“ responde seriamente. Asiento con la cabeza mirando las teclas. “
¡Entonces sí!”
Me inclino un poco hasta llegar a la vitrina y tomo una cajita,
con cuidado meto el muffin, y la cierro casi peleándome con los pequeños
pliegues que aseguran el empaque.
“Aquí tienes” agravo mi voz porque mi masculinidad esta por
los suelos.
Debí haber aceptado el empleo de repartidor de pizzas incluso si la paga
y los horarios apestaban, al menos conservaría mi orgullo, no tendría que
llevar este estúpido delantal con colores pastel y corazones con
monitos y tendría una motocicleta. Y no creo que alguien como Kim
Jaejoong encargue algo con tan alto valor calórico.
“Gracias, Changmini.” me da lo que corresponde y le devuelvo el cambio
junto con su ticket cuidando de que nuestros dedos no se toquen. “Te veo más
tarde.”
Ahí va, con un porte desgarbado y sensual mi compañero de
cuarto en la universidad. Confiaba en que por ser un establecimiento muy
alejado del centro de estudios sería imposible que pudiese encontrarme con
alguien conocido pero no, y justamente tenía que ser él.
Jaejoong me conoce desde hace ocho meses desde que ingresé a la facultad
de medicina. Somos como enemigos a muerte excepto por la parte del
rumor que dice está enamorado de mí y por eso siempre esta
molestándome.
“No me jodan” les respondí. “Jaejoong ciertamente no es un niño en
preescolar. Si molestas a alguien es porque lo odias, punto”
Después había hecho algo así como una señal obscena con mi
dedo de en medio a Yoochun quien se reía a carcajadas, antes de irme
por el pasillo de muy mal humor, porque Jaejoong (otra vez) habia tomado mi
libro de anatomía para copiarse la tarea y (otra vez) tendría que ir a clase
solo para esperar otro castigo por no llevar lo que había encargado.
Veo como el pelinegro me saluda con la mano derecha antes de subir
a su mitsuoka himiko. Haría lo que fuera por conducirlo alguna
vez. A diferencia de él yo solo tengo una bicicleta.
Prometo comprarme uno apenas tenga licencia de conducir, dinero y quizás
hasta que me gradúe….
En este momento estoy odiando tener dieciocho años, no tener beca y que
todo lo que gano tiene que ir para la carrera. Si tuviera dinero
podría irme de esos dormitorios y comprar un departamento, no tendría porque
compartir habitación con Jaejoong.
No lo vería todos los días.
No tomaría mis cosas sin permiso, ni me tomaría fotos dormido ni
asustaría a mi hermana al pasarse casi desnudo cuando ella va
a visitarme. No me haría la vida aún más difícil.
Me amarro el mandil de nuevo y me pongo una gorra con
motivos del mismo color, me toca preparar las bebidas, algo que pudo haber sido
muy oportuno aproximadamente diez minutos antes.
Después de recibir la orden de un frappé, llevar los ingredientes a la
licuadora y prepararlo rápidamente, mi celular suena en el bolsillo
delantero de mi pantalón negro. Es un mensaje. Entrego la orden para
después caminar hasta el baño de nuevo y así poder responderlo.
Pensé que sería de Yunho preguntando el horario de hoy pero es un
número desconocido. El contenido hace que deje caer el celular y al
inclinarme para recogerlo, vuelve a sonar y golpeo mi cabeza contra el lavabo.
A medida que leo cada una de las palabras comienzo a temblar
de rabia y reprimo un grito de exasperación.
“¿Debería decirle a alguien donde trabajas, muffin? ¿Cómo
reaccionarían?”
“Edificio de psicología, estacionamiento. 8:00 pm”
:”:
Si al menos no hubiese entrado al equipo de futbol, si no fuera tres
años más joven que mis compañeros de clase, si al menos no tuviera
una reputación que mantener, si al menos fuera una piedra en el rio Han…
entonces no me importaría si Jaejoong se lo dice a todo el mundo (vaya que
conoce a todos en el campus) , entonces no estaría aquí afuera congelándome
hasta las orejas esperando a que se dignara a aparecer.
Me recargo en el cofre de uno de los carros con los brazos cruzados,
aunque ya anocheció estoy debajo de un poste de luz así que puede verme
fácilmente.
“Eh, Changmin.” Oh, viene caminando. Lleva mi bufanda y mis botas.
Comienzo a hartarme de que use mi ropa y que le quede tan jodidamente bien. “Ya
estás aquí.”
“Eso creo” le contesto mordaz.
“Perdón por llegar tarde, estaba ocupado copiando tu informe.” Me sonríe
cínicamente. “ ¿Qué iba a decirte…?”
Hay un tic en mi ojo, y mi puño esta rogándome por tocar no
delicadamente, g-o l –p- e -a -r, una de esas mejillas tan suaves a la vista.
(¿Suaves?)
“Vas a chantajearme, supongo.”
“Ah, es cierto. Gracias por recordarlo” Lleva la mano hasta el bolsillo
de su pantalón mientras que continúa tarareando la cancioncilla de ese
comercial de vitamina C. “Estas son las condiciones por mi silencio”
Me pasa una hoja lila doblada en cuatro partes.
1. Changmin
debe probar todo lo que yo cocine
2.
Hará al menos cinco de siete de mis tareas.
3.
Me ayudará con cálculo avanzado.
4.
Limpiará mi parte de la habitación.
5.
Saldrá conmigo seis veces.
6.
Puedo agregar más cosas a la lista si quiero.
“¿Qué es esta mierda?” siseo arrojándolo a sus pies.
“Ehm…¿mis demandas?” la levanta tranquilamente para guardarla de nuevo,
luego saca su celular con parsimonia. “Esta es una foto tuya con el cabello
empapado y ese lindo delantal con el gorrito de corazones y esta es mi lista de
ciento veintitrés contactos, todos pertenecientes a la universidad y aquí esta
mi dedo en el botón indicado.” alza las cejas inocentemente.
Sé que su complexión es más pequeña que la mía y podría golpearlo
fácilmente para después enterrarlo vivo en alguna de las zonas verdes del
campus. Pero el podría simplemente presionar el botón enviar en un nanosegundo
antes de que si quiera pudiese ponerle una mano encima.
Tengo que admitirlo, estoy atrapado por este chico pálido de labios
rojos (juraría que es lipstick.)
No quiero que nadie se entere de esto, sería vergonzoso, perdería el
lugar que tanto me costó alcanzar, el respeto…todo.
Respiro profundamente para modular mi voz y evitar soltar la pregunta
como un ladrido rabioso:” ¿En otras palabras sería tu sirviente?
“Solo por seis semanas.” me sonríe ladeando la cabeza. ¿Intenta ser
lindo? ¿Aplacar mi ira? Si pudiese tomar su celular y borrar esa foto
patearía su casi inexistente trasero hasta desaparecerlo por completo.
“No entiendo el cinco, y definitivamente no estoy de acuerdo con el
numero dos.” le digo fríamente.
“Hum… vale.” Canturrea “Me dejas copiar tus tareas…”
“¡Eso ya lo hago!” interrumpo.
“Entonces no hay problema con el dos.” me guiña un ojo.
“¿Y el cinco?” algo me dice que no debía haber preguntado. Qué me
arrepentiré.
“Vas a salir conmigo, como novios por seis semanas.” aclara. “ Después
eres libre, y borraré esto.”
“Y cambias de dormitorio y me dejas en paz..” espeto viendo esto como
una oportunidad. Ignoraré que dijo la palabra novios, porque sé que solo lo
hace para humillarme más.
Él muerde sus labios mientras mira hacia abajo, parece estárselo
pensando.
“Trato echo.” me responde. “¿Vamos a tomar algo?”
Niego con la cabeza, mirándolo raro porque definitivamente Kim Jaejoong
no es normal.
Me alejo con las manos en metidas en los bolsillos pero no puedo evitar
que me alcance.
:”:
Algo que sigo sin entender es el punto numero cinco. De verdad, es
ridícula.
¿Para qué quiere salir conmigo?
Porque él es Jaejoong y siempre hay miles (sí,
juraría que miles) que están dispuestos a pagarle todo lo que quisiera con tal
de tener una cita con él.
Si fuese un antisocial como yo en mis tiempos de secundaria, entonces al
menos lo entendería.
Además, ¿porque yo? ¿Por qué humillarme así? ¿Por qué molestar al pobre
de Changmin?
Por un instante pienso que quizás es verdad, quizás le guste y lo
esta tomando como una oportunidad para conquistarme o alguna estupidez como
esa. Pero no. Incluso él tiene novia y es bonita y soy testigo de que los dos
se quieren en serio. Así que en efecto, solo quiere burlarse de mí obligándome
a salir con él.
Él toma mi mano mientras pienso todo esto con perturbadora seriedad.
Se le ve feliz. Pero por supuesto, copió todas las paginas que llevaba
atrasadas del libro de cálculo y su portafolio está lleno de perfectos apuntes
(mis apuntes, lo odio, lo odio.) ¿Cómo no mostrar esa sonrisa de satisfacción?
Le hago una cara de repugnancia y él en respuesta me saca la
lengua para después reírse juguetón e intenta darme un beso en la
mejilla.
Esta torturándome, esta torturándome.
Mis pómulos enrojecen y siento mi mano atrapada fría y sudorosa.
( Kim Jaejoong, te odio.)
:
:
:
Toma con sus dos manos la taza de
café negro que acaban de llevarle y antes de beber de ella sopla un poco el
vapor que desprende pero sonríe divertido porque se ha dado cuenta de que lo
he estado observando desde que llegó.
Jaejoong debería entender también que no estoy viendo de la misma
forma en la que toda la gente lo ve; admiración, envidia, deseo.
Debería entender el mensaje de mis ojos: “Maldito sinvergüenza,
déjame trabajar en paz.”
“Disculpa…” me llama una de las chicas en la mesa.” ¡Oye! ¡Estas
tirándolo todo!
“¿Eh? ¿Qué? ¡Perdón!” No me había dado cuenta de que
estaba sirviendo el café sin detenerme hasta derramarlo también
sobre su pastelillo de crema. Esto no me pasa nunca, siempre trabajo
eficientemente. Es culpa de Jaejoong que ahora ríe abiertamente mientras cubre
su boca con una mano. “Te traeré otro, ¿sí?, lo siento.”
Ella asiente con el entrecejo fruncido.
Recojo el desastre de la taza y el plato hondo mientras me avergüenzo
más y más. Me pregunto porque, maldita sea, siempre soy así de torpe
cuando Jaejoong está cerca. Siempre debo estar en una situación vergonzosa,
humillante, tonta, cuando nos vemos fuera de clases.
Una de mis jóvenes compañeras me pasa otro pastelillo “ Ésta bien,
Changmin oppa, a veces sucede solo ten más cuidado.”
“Vale.” camino hasta la chica sintiendo que miran mi espalda. Cuando le
entrego el postre o puedo evitar girar mi cabeza y verle sonriente mientras me
toma una foto con su carísimo celular.
Oh, no. No necesitamos más material para extorsionar a Changmin, no
puedo creerlo. Me dirijo hasta a él sin decir nada cortés a las clientes como
acostumbramos aquí.
“¿Qué crees que haces?” murmuro entre dientes para no alzarle la voz.
“Tenía que tomar esa expresión.” contesta riendo y termina sonriéndome
con ternura “ Changmin, sinceramente no sé de qué te avergüenzas. Verte
trabajar aquí es la cosa más linda que he visto en mi vida.”
No voy a golpearlo cuando la gerente está viendo para acá así que
respiro profundamente.
“¿Tienes idea de lo mucho que me ha costado llegar hasta dónde estoy?
Soy el representante de la clase y asisto a las prácticas con los maestros en
el hospital como si fuera un residente y soy capitán del equipo de
futbol, tengo una reputación que mantener.”
“Pero estas en primer año.” Me mira confundido, parece que el sentido
del humor se le está yendo.
“Precisamente llegué a todo eso siendo un hoobae y ¿de verdad vas a arruinarlo?”
Él se pone de pie como si hubiese escuchado suficiente.
“Mis problemas son precisamente problemas. ¿Realmente crees que si
alguien se entera será si quiera la mitad de lo que yo tendré que
soportar si no me ayudas?”
Hay incómoda sensación de estar cara a cara mientras las chicas de
la mesa continúa a esta nos miran asombradas por el aparente principio de
pelea.
“Terminamos de hablar en casa.” siseo.
No entiendo lo que intenta decirme. Doy un suspiro y me alejo de
él.
:
:
:
El frio pasa a través de mi camisa de manga larga color blanca
pero sigo corriendo hasta alcanzar a Junsu para estar disponible cuando me dé
el pase y pueda disparar hacia la portería.
Me detengo justo a tiempo derrapando en los tachones. La humedad del pasto
moja mis talones y eso se siente demasiado bien para relajarme. Recibo el balón
con el pecho, luego lo paso a mis pies y en un movimiento rápido atino a gol.
Junsu se cuelga a mi espalda en un demasiado efusivo abrazo y me grita
al oído con su voz demasiado aguda y reconfortante, sonrío sosteniéndolo de los
antebrazos hasta que veo a todo el equipo corriendo hacia a mí.
Ganamos el primer partido de la liga. ¿Qué más puedo pedir si estoy tan
satisfecho después de todo el duro entrenamiento que tuvimos durante el verano?
Paso un brazo por el hombro de Minho y Taemin para la foto en equipo,
respectivamente nos despedimos del oponente porque fue un buen juego.
Doy una mirada rápida a las gradas cuando me quito la camisa sudada .
¿Qué rayos hace Jaejoong ahí sentado entre la novia de Yunho, Ara, y las
otras dos chicas que salen con algunos del equipo?
Aprieto mis labios, dirigiéndole una mirada de advertencia antes de ir a
los vestidores.
“Eso fue genial, Changmin. El primer gol de la temporada.” Uno de los
chicos me da fuertes palmadas en mi espalda desnuda.
“Estuvo bien.” respondo humildemente.
“¿Cómo puedes hacer tantas cosas?” me sonrié otro. “Debe ser genial ser
tú. Nunca creí que podría admirar a un dongsaeng.”
“Es el chico más genial de la universidad .” asegura el anterior.
Desvió la mirada. Si supieran.
Después de cambiarnos y de que me mojaran con el agua de todos sus
termos, como es tradición hacerlo con el capitán cada vez que ganamos un
partido. Yunho hyung me ha prestado una sudadera que me queda relativamente
grande. Camino de regreso a mi dormitorio silbando el soundtrack de
Rocky Balboa. ¿Qué? Estoy feliz.
Al abrirla puerta me encuentro presenciando una acalorada
discusión entre una pareja de novios.
“Sabes que me necesitas, Jae.” Es su novia, obviamente. Casi tan alta
como él, una quijada bonita y firme con pómulos altos y ojos hermosos. Su
cabello está recogido en una cola de caballo alta.
Pero tiene los ojos rojos como si estuviera conteniendo las lágrimas y
se abraza a si misma mientras espera las siguientes palabras del
castaño que está sentado en mi cama.
“Desde el principio sabias lo que era.” susurra. “¿Por qué te pones así?
¿No te lo dije claramente desde que comenzamos a salir?”
“Sí pero creí que yo…”
“¿Qué podrías “curarme” o aclarar mi cabeza? ¿Eso te dijo mamá?
¿De verdad cree qué esto se me va a pasar?” Le interrumpe. No está
enojado, su rostro luce decaído y parece que no le importa si quiera que este
escuchando la conversación.
Su novia (¿O ex novia? Porque parece que están terminando, qué
incomodo, uy…) me mira con desdén.
“¿Así que él?” le pregunta aún más enojada. ¿Qué? ¿Yo qué?
Jae da un largo suspiro antes de susurrar a algo que supongo es un sí
para después esconder su rostro entre sus manos como si quisiera estar en otro
lugar.
No es el único.
“Jihyo, sabes qué sería así sólo era para que me dejaran en paz
mientras ahorro lo suficiente.”
“Olvídalo, Jaejoong.” le dice. “No voy a permitirlo, no gasté tanto
tiempo en ti como para rendirme ahora.”
Después de eso se va, no sin antes pasar por un lado mío
golpeándome con su hombro. Todo queda en silencio después de ese portazo.
Jaejoong se irá también pero no lo permito tomándolo del brazo.
“¿Qué fue eso?” Le pregunto. Él también tiene los ojos rojos cuando
voltea a verme. Luce atormentado. Aflojo mi agarre. “¿Estás bien?”
Deja escapar una risa sarcástica y después mira hacia abajo, lleva una
sonrisa falsa en sus labios “Changmin… tienes que ayudarme.”
“¿Con qué?”
“Con la cinco.”
“¿Salir contigo seis veces? ¿Te refieres a que …?” Genial, es la que
menos quería hacer.
“Sí. Mañana.”
“¿Tan pronto? ¿Por qué?
“Mañana, a las siete en el club.”
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:
“Esto es incomodo, Jaejoong” logro articular con la voz temblorosa. El
castaño pasa sus brazos por mi cintura apretando ligueramente. Nuestros torsos
desnudos se tocan gracias a los trajes de baño que llevamos puestos.
Estamos en una especie de gimnasio con piscina climatizada. Es un
club, de membrecía, esas donde solos los ricos pueden pagar mensualmente. Algo
así como dos años de mi salario.
“Esa que está ahí es mi madre.” Me dice al oído. Los bellos de mi nuca
se erizan y siento una presión en mi vientre. ¿Qué rayos? ¿Desde cuándo soy tan
sensible? “Esta volteando para acá.”
Suspira hondo, puedo notar su nerviosismo. “Ahora, tienes que besarme.”
Ah, creí qué habia dicho que lo besara.
Oh, sí lo dijo.
Su rostro se acerca al mío.
Puedo ver las gotas de agua que hacen brillar sus pestañas negras
cuando cierra los ojos. Es una sensación esponjosa, cálida y húmeda
cuando junta nuestros labios y comienza a mover los suyos. La presión en
mi vientre aumenta cuando junta nuestras caderas y lleva una mano a mi nuca
donde acaricia la parte de atrás de mis oídos.
¿Qué rayos está sucediendo?
Creí que sería asqueroso besar a un hombre. Realmente. Es.
Agradable.
Es…es...
Como si sintiera que yo también debo hacer algo, tengo que
corresponderle y depositar mis manos en sus caderas donde puedo sentir
claramente el pequeño huesillo gracias a la delgada tela mojada. Mi
respiración comienza a agitarse pero segundos después el termina el contacto.
Esconde su rostro en mi cuello.
“¿Qué está haciendo?...”
Siento que hago un esfuerzo sobre humano para poder pronunciar una
frase:” E-está hablando por teléfono con alguien, está enojada.”
“Perfecto. Debe ser mi padre.” da un suspiro de alivio, el aliento da en
mi pecho y hay un escalofrío por toda mi espina dorsal.
No creo que deba decirle que ese ha sido mi primer beso y que es la
primera vez en la que alguien me toca así.
“Quiero irme.” me pide y no puedo estar más de acuerdo.
:
:
:
Así que aquí estoy con la cara enterrada en la almohada intentando
respirar a travez de la tela a la vez en que intento suicidarme.
Ha pasado una semana.
Jaejoong entra con una enorme sonrisa en su rostro.
“Muy bien. Finalmente mis padres me han desconocido como su hijo.”
“¿Eso es bueno?” pregunto con la voz baja.
“Acabo de darme de baja en la universidad. Adiós medicina.”
“¿Cómo?” Me reincorporo. “¿Te vas?”
“Tú sabes que no es lo mío.” a pesar de todo, la sonrisa no llega a sus
ojos. No hay ese brillo. Viene a sentarse a mi lado. “Te extrañaré,
Changmin. La verdad creí que necesitaría insistir como seis veces para que
reconociera mi homosexualidad como algo permanente pero con ese beso ha
sido suficiente. Muchas gracias, serías un buen actor.”
Actué, si claro, por supuesto. Se presenta un incomodo silencio.
¿Por qué me siento tan extraño?
“Así que por eso copiabas mis trabajos, no querías esforzarte en algo
que no quieres hacer.”
“Algo así.” Me revuelve el cabello. “Sin embargo, si no hubiese estado
estudiando música pudiese haber tenido un mejor desempeño.”
¿Ese era el porqué no tenía buenas calificaciones? ¿En verdad
estudiaba otra cosa mientras estaba en una de las carreras más difíciles como
medicina? Qué tipo tan extraño y con agallas, debo admitirlo.
“Me voy pasado mañana. Cumpliré mi parte de dejarte en paz.” me guiña un
ojo.
No es necesario que se vaya realmente. Los dormitorios son para
universitarios de cualquier carrera, están en el centro de la cuidad pero
precisamente yo se lo pedí. Pero no soy capaz de decirle que se quede. Para
empezar ¿Por qué lo haría?
Estos últimos días me dí cuenta de que él no era tan molesto y
presumido como creía. En realidad es un buen chico, aunque algo exótico.
Ya no ha molestado como antes.
“¿Por qué me tratabas así?” le pregunto.
“¿Siendo insoportable?” sonríe como si recordara algo.
“Sí, esa es la palabra.”
El pone una mano en mi muslo para acercarse y darme un rápido y
superficial beso en los labios. Apenas lo sentí. Sin poder evitarlo abro
demasiado los ojos, sin palabras.
“Así soy cuando me gusta alguien.” me da una gran sonrisa apenada
mientras se cubre la boca con el dorso de su mano.
Ese gesto ha sido lindo, pienso observando mis rodillas cuando él
retira su mano y se aleja.
“Tengo que arreglar unas cosas con mis maestros.” me dice para después
ponerse su saco, tomar su mochila junto a su carpeta y salir por la puerta.
No sé si he entendido bien.
Pero creo que me dijo que le gustaba. Regreso mi cara a la almohada para
un segundo intento
.
.
Ha pasado un mes.
Un aburrido, lento y pretencioso mes donde no puedo sacarme a mi ex
compañero de dormitorio de la cabeza.
Cuando intenté llamar a su celular la línea estaba suspendida, por lo
que fue verdad el que sus padres lo desheredaron. Deseé poder
verlos a la cara y decirles un par de cosas muy irrespetuosas.
Lanzo la pequeña pelota anti estrés a la pared de la cama donde
dormía Jaejoong. Todo es tan aburrido. Voy del estúpido trabajo a clases
y los partidos no son muy frecuentes como para poder distraerme. He terminado
todos los deberes que tiene el representante.
Extraño esconder mis apuntes para que no los tome (raro pero así
es) , pelear con él y esas batallas verbales que justo ahora me voy dando
cuenta de que eran divertidas. Los sábados por la noche donde él rentaba
alguna película y me obligaba a verla con él no suenan tan mal ahora.
Quizas a mí también me gustaba un poco aquel chico.
¿Debería admitir que deseo besar sus labios otra vez como en ese club?
¿Pero cómo voy a encontrarlo ahora? Lo último que supe fue que
estaba en una de las escuelas más grandes de música de Seoul.
Es el viernes más aburrido que he tenido en mi vida.
Lo extraño.
.
.
.
¿Lentes de sol? Listo. ¿Gorra de beisbol? Listo.
¿Pasamontañas? Bueno, no debo exagerar tanto cuando evito que me
reconozcan al entrar a el edifico del café donde trabajo, no.
Estaciono mi bicicleta en el callejón y la encadeno a la llave del
agua para después entrar por la parte de atrás.
Bien.
¿Quién es el rubio que está de espaldas atendiendo una mesa
mientras usa el delantal que compré porque exigí jamás volver a
usar el mismo que el de mis compañeras?
Me pongo el polo azul del uniforme para salir a la cocina y
cuando me dan las bebidas frías que debo preparar él se acerca con una sonrisa
entregándome otro papel.
“Hey ¿Cómo has estado, Changmin?” Jaejoong me sonríe a la vez en que se
muerde el labio inferior.
Correspondo aquella sonrisa qué, es cierto, joder, eché de menos.
“Bien.” Debí suponer que no solo venía aquí para verme.
“¿Te gusta este lugar, no?”
“Pues sí.” Toma los postres que le doy más el vaso desechable que
lleva la imagen de la simpática hojita verde. Antes de irse saca de
mi delantal negro un ridículo papelito lila de post-it
muy arrugado y me lo da.
Lo desdoblo para leer reprimiendo una risita.
“Cambié de
opinión. Aún conservo la foto, muffin.”
Entiendo el mensaje de extorsión pero aún así no creo que seis citas
sean suficientes para mí.
.
.
.
Estaba revisando el celular de Jaejoong (¿Qué?) masticando mi paleta de
manzana verde cuando dejé de sentirme un acosador por estar checando sus cosas
porque el precisamente tiene una carpeta para mi solito de fotos.
Siento deseos de sonreír como un idiota y de golpearle cuando salga del
baño ya que este celular es un peligro para mí. Son fotografías
vergonzosas.
En una foto estoy dormido babeando mi almohada. En otra… ¿de verdad la
tomó? Simplemente en ella me veo comiendo sushi sentado en el piso
mientras hojeo algunos libros, probablemente estudiando, tengo restos de arroz
por toda la cara. Después hay fotos donde atiendo a los
clientes con el mandil que gracias al cielo pude dejar de usar.
Quizás no fue buena idea el que regresara a vivir conmigo
5 comentarios:
♥ jajaja hay.min como si no te hubiese gustado el acoso de jae jejjeje que mal ppr lo padres que no aceptan a sus hijos tal como son. Jajaja jae tan inteligente con el chantaje jejejje hay el minjae me matara un dia de amor gracias por compartirnos este hermoso shot ♥ nos leemos en otra bye bye
Siempre hay un telefono con fotos comprometedoras cuando se trata de Jaejoong XD. Pobre Changmin (creo que ya lo habia dicho, pero me encanta que Jaejoong le haga bullying a Changmin)
Kim <3 Ahí estas~
gracias por leer <3
Necesito espiar ese telefono 1313
También a mí, de verdad.
Gracias por leer yoh
Por que nunca lei este shot??? Me gusto mucho, fue muy tierno. Mil gracias :D
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