Para conmemorar.

El concierto había llegado a su fin, los gritos de las fanáticas aún se escuchaban. El sudor caía en gotas por sus frentes, por sus cuellos, por sus brazos, por toda piel realmente expuesta que no fuera cubierta por la ropa, deteniendo el recorrido de las gotas. El pelo pegado a la frente y las prendas de ropa superior igual de sudadas, aun cuando hace sólo minutos se habían cambiado.




El primero en llegar dando las gracias correspondientes al staff, inclinándose y aplaudiendo un par de veces fue Junsu. Los bailarines le daban suaves golpes en la espalda y las sonrisas en sus rostros eran capaces de apaciguar cualquier cansancio: eso, todos lo sabían. El siguiente en seguirle fue Yoochun; venía cubriendo sus ojos con el índice y corazón de su diestra: era una extraña emoción la que le estaba embargando, esa emoción que llegaba cada que terminaba un nuevo concierto o una simple presentación. Cuando apartó la mano de su rostro, la sonrisa que tenía formada era muestra clara de lo contento que estaba. Junsu dejó de abrazar a uno de los bailarines y se acercó a Yoochun con un claro gesto de que quería abrazarlo. El accionar no terminó en llegar. Para sorpresa de muchos el primero en afianzar el abrazo había sido Yoochun… Vaya emoción la del momento.

Los integrantes del staff se estaban preguntando dónde estaba Jaejoong cuando lo vieron llegar con los ojos rojos, pero sin rastro de lágrima alguna. Su sonrisa era deslumbrante y la emoción le estaba embargando. Eso, eso era algo que todos podían ver. Junsu aún abrazado a Yoochun le miró de reojo y supo de inmediato lo que pasaba. Su hyung estaba dando un par de venias sin receptores concretos, era todo al azar. Yoochun deshizo el enlace y al paso siguiente ya estaba un poco más cerca de Jaejoong. Le dio un apretón con la siniestra en el hombro y Jaejoong recién fue capaz de reaccionar. Sonrió. Lo conocían tan bien.

—No estarías llorando si prestaras un poquito más de atención a tu alrededor, ¿no lo crees? Deberías dejar de ser tan distraído, hyung. —Jaejoong no logró comprender, no hasta que vio de reojo como Junsu reía luego de las palabras de Yoochun y como este último con su cabeza señalaba hasta el frente. El mayor de los tres siguió el recorrido, pasando por la cara sonriente de las personas de los staff. De pronto sintió que todos sabían algo que él no conocía.

No podía estar más certero.

Cuando llegó al punto al que Yoochun había señalado su sorpresa y su alegría no se hicieron esperar. A paso rápido, olvidando por completo el cansancio que le estaba venciendo, olvidando por completo los malditos pensamientos de que no se había aparecido, que no había sido capaz de ir a verlo, llegó hasta Changmin. Su respiración entrecortada y sus brazos alrededor del cuello del más alto. El último lo miró de reojo y se encogió de hombros correspondiendo de inmediato al pequeño y fuerte enlace que había formado el más bajo.

—No te vi… creí que no habías venido.

—Lo noté. ¿En serio creíste que iba a estar entremedio de todas esas fans aguantando como si nada que estuvieran gritando por ti como si no hubiera mañana? Además, había muchos fanboys y eso ya era mi límite.

— ¿Los había? No creí que lo harían… -Jaejoong se separó luego de pasar el torso de su mano izquierda por sus ojos. Malditas lágrimas que salían sin permiso alguno.

— ¿En serio, hyung? ¿Te sorprendes más por la presencia de tus fanboys que de la mía? Hieres mis sentimientos. —Jaejoong tuvo que aguantar las ganas de reír ante la pequeña escenas de celos que Changmin le estaba haciendo. Estaba ahí y eso era todo lo que importaba. Sus manos, ambas, llegaron hasta las mejillas del más alto, las acunaron y sus labios no tardaron el rozar los contrarios. Casi de puntillas y Jaejoong había sentido un calor familiar en su cintura. Esa era cruel.

La relación que ambos mantenían era bien sabida por todos. En más de una ocasión habían descubierto a Jaejoong hablando a escondidas en algún rincón de la empresa con el menor de ambos. Además, el mayor, no había hecho muchos reparos al contar de su relación con casi medio mundo… Bueno, sólo con las personas más importantes: Junsu, Yoochun, el staff y amigos cercanos.

Al separarse, a muy pocas ganas ambos y al darse vuelta y recibir la mirada de gran parte de las personas, solo repararon en dos pares de ojos que no se alejaban de ellos por nada. Junsu cubría su boca con una de sus manos aguantando una carcajada y Yoochun estaba casi cruzado de brazos y una ceja alzada pidiendo una explicación.

—También los extrañé a ustedes, pero el señorito acapara casi toda mi atención, lo siento. —Y por mucho que Changmin había dicho eso, ninguno de los dos receptores directos de aquellas palabras sintieron que realmente lo sintiera… No había cambiado nada.

—Lo pudimos notar, así que no hacen faltas más explicaciones. —Yoochun hizo un ademán con su diestra, poco después de hablar, restando importancia al asunto.

—Sí, además desde que Jaejoong hyung dijo que vendrías ya teníamos asumido que poco y nada ibas a reparar en nosotros. —El gesto de tristeza que hizo Junsu fue todo menos eso. Todos en el lugar se tomaron la libertad de reír.

— ¡Yah, que después por eso no quiere venir! —Como si fuera completamente suyo, como si quisiera dejar constancia clara de ello, Jaejoong recargó su cabeza en el hombro de Changmin mientras pasaba sus brazos por la cintura del mismo. Y que lo molestaran luego, no le importaba, total, valía la pena.

Changmin se encogió de hombros y mirando a Yoochun y Junsu negó un par de veces, lo último siendo completamente desconocido para el mayor que tenía entre sus brazos. Y era mejor así, porque si no era capaz (el más bajo) de armar un escándalo ahí mismo sin reparo alguno.

—Bueno, bueno, par de tórtolos, para conmemorar tal momento de “es mío y nadie lo toca” que acaba de hacer mi amigo, aquí presente —. La vista de Yoochun viajó hasta Jaejoong, y éste último ni se inmutó—, ¿les molesta si les sacamos una foto? Hay que reconocer que a Changmin no siempre se le ve con bufanda y de tan buen humor.

Les estaba tomando el pelo, Yoochun se estaba burlando de ellos y ninguno estaba haciendo algo para impedir que continuara. Junsu se vengó por parte de ambos cuando dio un codazo a Yoochun y le hizo un gesto de: “Ya detente” al cual Yoochun sólo respondió con otro ademán de mano: no le interesaba.

—Entonces, ¿podemos? —Esta vez había sido Junsu el que había articulado palabra ya con el móvil en sus manos y, estaban más que seguros, con la cámara lista para capturar.

—Hazlo rápido antes de que me arrepienta. —Changmin había hablado con una sonrisa labial.

Sin saber cómo y cuándo, Jaejoong se soltó del agarre e hizo un gesto bastante exagerado a la cámara: Boca abierta, formando casi una sonrisa de la misma forma. Changmin, por otro, se había mantenido en la misma posición y, como ya era costumbre en él, había formado el signo de ‘amor y paz’ con su diestra. Junsu había sacado la captura.

Rió con su tono característico y cuando la iba a mostrar a los dos protagonistas, estos ya estaban un poco más alejados en su propio mundo.

Jaejoong jugueteaba con la bufanda clara que Changmin estaba utilizando mientras éste último le conversaba de sabía quién qué cosas. La escena era de envidiar, Changmin le miraba con tanta ternura, con tanto cariño, que incluso costaba creer que en algún momento entre ambos habían sido tan agresivos.

La mano de Jaejoong subía y bajaba por el brazo de Changmin y en un movimiento casi rápido había vuelto a besar al menor, pero no como antes. No había sido un roce, había sido un beso en el cual se notaba que lo había extrañado y que no soportaría mucho tiempo más separado. El menor había correspondido con el mismo afán, con el mismo ímpetu. Se querían tanto.

Junsu apartó su vista de la pareja, dándoles un poquito de privacidad.

— ¡A celebrar la buena jornada de esta noche!

--