Capitulo 4.
#... se supone que hay cámaras en un reallity show.#
Hay dos cosas que no puedo hacer con facilidad. Y necesito ese esfuerzo
sobre humano, más bien, para poder hacerlas. Una es rogarle a alguien, otra es
retractarme de mis actos. Así que, repito, no sé que voy a hacer.
No puedo ir y pedir de
rodillas a que me cambien de habitación, ya lo intenté apenas el staff nos dio
la información y los horarios y Jaejoong casi me golpea.
Tampoco puedo voltear a mi
lado y ver a este chico desempacando su ropa en silencio, por cierto, y decirle
lo siento mucho por cuarta vez. Jaejoong está más enojado a cada intento.
"Iré a hacer
pis"
"Jodéte." Muy
enojado.
"Okay." Gruñí.
"Pero entonces voy a tardarme mas ahí adentro"
"..." Él me ha
lanzado su bolita de calcetines suavecitos para invierno.
Finalmente entré y me
quedé ahí por un buen rato. Por suerte esta esa revista "Redecora tu
vida", y son como veinte minutos con la esperanza de escuchar en algún
momento la puerta de la habitación abrirse y cerrar.
Pero la televisión está
encendida y yo me estoy agrietando el trasero aquí sentado sobre el toilet. Tal
vez...lo que molesta a hyung es que sea un cobarde. Y quizas debería salir e
intentar ser perdonado de nuevo.
Vamos. Yo no entiendo su
actitud. Yo sí lloré un poco cuando él hizo lo mismo conmigo y recuerdo que también estaba muy molesto pero era mi primer beso. Y por más shockeado que
este Jaejoong ahora, no debería...bien, joder, es cierto que otro hombre te
bese es asi de mal y sí justifica la actitud de Jae.
¿Pero con cuantos no se
besa él cuando se emborracha?...
Guezz...este hyung...
He roto las páginas de la revista por accidente. Me deshago de ella y abro la
puerta para salir de una vez cuando una galleta oreo se estrella en mi nariz.
"¡YAH!"Le grito.
"Eso ha dolido."
"Lo siento
mucho". Responde imitando el tono que yo usaba para disculparme
anteriormente.
Observo a mi hyung por un
determinado tiempo y él hace lo mismo. Creo que somos las únicas personas en el
mundo que pueden sostenerse la mirada con tal intensidad sin sentir por ningún
momento el reflejo de apartar la vista.
Y veo que eso no ha
cambiado desde la primera vez que nos presentaron.
"¿Qué?" Sisea
con su profunda voz.
"Nada..."
"¿Nada? ¿En serio?" Jaejoong se
levanta y camina hacia mí mientras frunce el entrecejo con ese adorable pero
peligroso enojo.
"No. Yo creo."
Titubeo al retroceder.
Jaejoong entrecierra los
ojos y baja la voz.
"¿Realmente nada?
¿Nada? ¿Vas a decirme nada?" Jaejoong posa sus manos en la cintura
mientras sus cejas se alzan y ese tono de acento que le resta de su pueblo
natal puede notarse en su voz.
"Hyung..."
Respondo casi sin habla. Vale, estoy asustado. Muy en el fondo aun soy ese
chico obediente que no podía decirle que no a Jaejoong. "Yo..."
"Dices que lo
sientes." Jaejoong suelta un suspiro. "Pero no parece ser así."
"N-no fue mi intención"
Alzo las manos para cubrirme pues ni siquiera he terminado de hablar cuando él
golpea mi antebrazo una vez y después otra.
"¡Yah! ¿Crees que tu
hyung es un idiota?" Vocifera. "¡Dos veces! ¡Tú me besaste dos! ¡No
quiero una disculpa, quiero una razón a eso!"
"Tu...Jaejoong...auch."
Me da otro golpe y su rostro parece gritarme un dímelo o te mato.
"¿Y bien?"
"¿Soy sonámbulo?"
Intento explicar, no obstante me ha golpeado nuevamente en la cabeza. "Te
confundí con una chica ¡Ah! ¡Eso va a dejarme un moretón…!"
Jaejoong me pellizca el brazo hasta torcer la
piel e irritarla.
Su rostro usualmente pálido
esta rojo por la agitación y el enojo.
"Yo suelo estar
despierto desde las tres am y repentinamente, justo cuando me decidía en usar o
no mis audífonos para esperar a que todos despertaran y comenzaran a grabar...
¡TU! Y ¡Ahora dices...!"
“¡Realmente,
lo siento! ¿Quieres un porqué? Pues no te lo voy a decir, no puedo.” Cierro los
ojos y muerdo mis labios con algo de fuerza. Hasta que escucho balbuceos de parte del mayor.
"¡Hyung!
¿A dónde estás yendo?" Él ha comenzado a recoger su mochila moldir con su casaca para celular
moldir y calza sus zapatillas deportivas
a toda velocidad sin mirarme en el trayecto.
Murmura
un atropellado conjunto de frases que no
entiendo del todo, pero estas son como “¿Entonces así va a ser?” “Estúpido
Shim” “Jodete en serio” Y por ultimo un
“¡No quiero verte ahora!” Luego ha cerrado de un portazo, dejándome sólo con mi
“ME GUSTAS MUCHO, HYUNG” atorado en
alguna parte de mí, esperando.
Me
quedo sólo con el OST de Hikaru Utada como música de fondo.
“Hey,
¿Qué eres? ¿Un cobarde?” Me pregunta alguna voz en mi cabeza, quizás un
principio claro de esquizofrenia, supongo.
Yo
niego como respuesta porque no vale la pena el decirlo en voz alta, después de
todo es algo dentro de mi cabeza lo que esta hablándome. Sigo asintiendo con atención a todo lo que
esta vocecita esta diciéndome ya que sus palabras son realmente esperanzadoras.
Un discurso
motivacional de salir por esa puerta para alcanzar al amor de mi vida
y besarlo con todo lo que tengo.
“Un
–no te vayas, te amo amor mío.- son las palabras
mágicas.” Me aconseja. “O sólo tíratelo
salvajemente.”
Bueno, las dos me agradan
en cierto sentido… pero si tan sólo fuera tan fácil como para simplemente hacer la segunda y
dejar todo el cortejo y partes de niñas de lado.
“¡Yah! ¡Comienzas a asustarme!” Y después
siento el golpe de Kyuhyun fuertemente
volverme a la conciencia. “Fueron seis minutos.” Comenta con los ojos más grandes de lo usual.
“ Seis minutos donde sólo miraste a la ventana
sin moverte, sin notar siquiera que entré.”
Aplaude
exactamente tres veces. “Felicidades, eres oficialmente la persona más rara que
conozco”
“¿Cómo
entraste aquí?”
“Puerta
abierta.”
“Ah,
ya. “
“Me
topé con Jaejoong hyung hace un rato, venía tropezándose con sus propias
agujetas” Niega con la cabeza. “ Él es todo un caso.”
“Lo
es.”
“¿Sabes?
Estaba diciendo cosas como insultos para ti.” Kyuhyun tomó asiento debidamente
en una de las sillas, cruzando sus piernas y sonriendo ampliamente. “Me
agrada.”
“También
a mí.” Murmuro sin reparar mucho en mis respuestas.
“Nah.
Tu lo quieres.” Me señala. Yo asiento,
después de todo sería inútil el tratar de ocultárselo a alguien como Choi
Kyuhyun, quien asiente y después su expresión se torna seria. “Deberías ir a
buscarlo antes de que se meta en problemas.”
“Oh,
¿Por qué habría de pasar eso?”
“Kim
Jaejoong probablemente está dirigiéndose al bar del hotel, más
repleto de japoneses hombres no es
una buena idea. Hasta yo sé eso.” Declara mientras hace un ademan de invitarme
a salir de la habitación.
“¿Estás
seguro?” Cuestiono, tratando de que el pánico no logre encontrarme.
Él
asiente simplemente, remarcando el gesto de su mano.
“Joder.” Giro sobre mis talones y salgo a toda
velocidad del cuarto.
Comienzo
trotando un poco, pero imágenes no muy agradables e ilógicas de Jaejoong
emborrachándose en menos de diez minutos sin ni siquiera pensar realmente en un
porqué-rayos haría él eso, llegan a mi
mente. Me incitan a correr cada vez más
rápido en busca de una figura de cono de nieve con cabellera roja.
Girando
los 360 grados notoriamente al llegar al lobby me ayudan a localizarlo. Lleva sandalias
por alguna y los shorts de verano más una sudadera amarilla y azul. Lo que me
destantea es que está hablando con un tipo de dos metros, creo reconocerlo como
un luchador japonés con gustos por Hello
Kitty, ambos sentados en los sillones del espacio para fumar al centro.
Odio
que fume, por cierto, pero también odio que esos dos estén tan cerca y también
odio la expresión que hace Jaejoong cuando nota que estoy presente en la
antesala.
Su
sonrisa de bobo se curva aún más,
apartando el rostro aunque aun este mirándome de reojo. Y cruza sus piernas tan gaymente para después
juntar sus hombros con aquel gorila.
Entonces
yo aprieto los nudillos, y la misma
vocecita que por alguna razón comienza a gritarme como un entrenador a su jugador que está paralizado para que haga
algo en el campo.
Mi
reacción en especifico es caminar hasta
allí, un buen comienzo. Hasta que siento la mirada de ellos sobre mí, esperando
a que diga algo. Joder, nada sale de mi boca más que los mismos balbuceos de siempre.
El
sujeto se marcha de forma incomoda aunque Jae ni siquiera le presta mucha
atención a su despedida.
Además
por alguna razón la mirada de Jaejoong ahora me parece esperanzada.
Difícil,
yo no sirvo para estar enamorado.
Sin
embargo hay un momento en que veo cómo
me da la espalda al ponerse de pie, dispuesto a irse y dejarme aquí solo. La posibilidad de que esto se quede así y yo
no pueda soltar lo que siento nunca si dejo
que sólo se vaya y después, quizás, Jaejoong sólo prefiera olvidar el asunto y
no esté dispuesto a escucharme otra vez.
Todo
eso está haciéndome morderme los labios hasta dejar una marca salada y rojiza en
ellos, y que mi mano tome su muñeca y tire de ella sin mucha
fuerza.
Hyung
voltea tan pronto lo hago, y con esa determinación en su suave voz , me dice.
“Tengo
una suit sin cámaras donde podemos
hablar. Vamos ahora o sólo dejémoslo así”
“Vamos.”
Asiento con la voz ronca y la agitación en el pecho apoderándose de mí, pasando por algo ese pequeño detalle.
Es que su mano sosteniendo la mía con firmeza me impide pensar siquiera.