«Hice otra cosa ayer, además de pensar en lo que haría si lo volvía a
ver. Conté los días…
Cuatro meses con una semana, tres días y creo que diez minutos sin
besarlo. »
Puedo ser fuerte. Puedo hacerlo
todo, y puedo recordarlo todo. Puedo mantenerme en pie, continuar con mi vida
tal y como si nunca hubieras existido.
Maldición, ¿qué tan cierto es
eso?
Si estoy haciéndolo todo
bien, como se supone él quería; sé que estaría orgulloso de mí.
¿Pero qué diablos puede
importarme si lo extraño aún?
Desearía que estuviera aquí.
Es mucho pedir, considerando el hecho de que yo mismo fui el que terminó todo, el que se alejó.
No esperaba que sólo me
respondiera con “Lo que tú digas, Min.”
Si yo fui el que dijo que ya no
quería estar con él, ¿por qué soy el que sufre más?
Quizás no pueda constatarlo con
mis propios ojos ya que ahora estamos muy lejos, pero no creo que nadie más en
la tierra este sintiendo lo que yo en este momento y eso me enoja. Deseo que lo
sienta él, yo no.
Apuesto a que no me extraña.
Sin embargo, por supuesto que
estoy bien. No podría irme mejor en mi trabajo y con mi familia, no podría
tener una novia más amable y bonita, no podría tener un departamento más lujoso
que este.
El maldito problema es que lo
extraño. No siento dolor al ver alguna fotografía, ni siquiera me inmuto cuando
algún conocido menciona su nombre, o cuando escuchó nuestra vieja contestadora.
¿Por qué no la dejé en su departamento? Ahora no tengo el valor para borrar los
mensajes que dejaba ahí cuando llamaba para decir que llegarías tarde a cenar.
Lo único que siento hacia
él es que lo echo de menos. ¿Eso es normal? ¿A eso se le puede seguir
llamando amor?
Tengo que morderme la lengua
cuando estoy a punto de nombrarlo al momento de despedirme de ella o de besarla
y hacerle el amor. A veces olvido que a ella no le gusta el café negro con
vainilla y se lo compro, cuando…por cierto, ése es el favorito de él.
Son las pequeñas cosas las que
no soporto, no me dejan vivir en paz. Como la forma en que se paraba a
esperarme fuera del trabajo y no se sentabas en la banca fuera de éste, porque
no quería que su ropa se manchara aunque fuera solo un poco. Cuando quiero ver
su espalda mientras preparaba el desayuno, cuando tarareaba una canción al
llegar a casa y no se quitaba esas botas negras, dejando pequeñas huellitas
hasta nuestra habitación.
Ayer en la noche estaba pensando
en lo que haría si lo volviese a ver. Y al final no se me ocurrió nada exacto.
Hay probabilidades de que me quede parado, sin respirar y sin un corazón
latiente, tanto como que vaya corriendo hacia él y le ruegue por otra
oportunidad, también es posible que no sienta nada realmente doloroso y
simplemente le dé la espalda para continuar con mi vida.
Justo ahora, después de casi
cuatro meses, puedo verlo. En este parque, justamente donde le dije que ya no
lo quería. ¿Por qué lo hice, en primer lugar? Ah, sí, porque no podía aceptar
el hecho de que amaba a un hombre y fuera correspondido, de que lo amaba
demasiado. Pues es ridículo, porque ahora no puede importarme menos. Me
doy cuenta, que el infierno no es otra cosa, qué no estar con la persona que
amas.
Ésta simplemente ahí,
mientras dirige su bicicleta por todo el camino de piedra solida y lisa. Hace
un momento detuve mi auto abruptamente, provocando las bocinas desesperadas de
los demás conductores ahora molestos, no lo nota.
Lo estaciono adecuadamente
cuando bajo de él.
Tengo que verlo a los ojos
aunque sea una vez más, así que corro hacia aquella figura delgada. Justamente
lo que habia anticipado el día de ayer.
“¡Hyung!” Le llamo a los gritos.
La poca gente que va caminando no le importa y no me presta atención.
“¡Jaejoong hyung!”
Lo sigo hasta debajo del pequeño
puente, donde hay un pequeño jardín de flores corrientes, justo al lado del
pequeño rio.
No voltea hasta que toco su
hombro y me alejo ante el agradable escozor de mi mano. Aún me gusta. Doy pasos
hacia atrás, comienzo a sentirme avergonzado, pero justo cuando me arrepiento
de haberle seguido y estoy a punto de dar vuelta atrás, ya no hay tierra y
pasto debajo de mis pies e inevitablemente caigo de sentón al agua.
Me mira sorprendido. No responde
ni dice mi nombre, algo que justo ahora estoy deseando con todas mis fuerzas.
Llega hasta mí sin importar que su pantalón se moje, me ofrece su mano.
No la acepto.
“¿Qué…qué hay?” Digo con mi voz
quebrada, un tanto inseguro. Muerde su labio mientras se inclina hasta mi
altura y seca la lágrima que está a punto de llegar a mi mentón.
Se encoge de hombros.
“¿Tú?”Me pregunta.
“Estoy bien.” Eso es una
mentira.
Nunca imaginé lágrimas en mi
reacción, ni que él estuviera tan tranquilo. Erróneamente siempre pensé que
Jaejoong era el más débil de los dos.
“No lo pareces.” Me dice cuando
estoy secando mis lágrimas descuidadamente con el puño de mi camisa.
“Lo estoy.” Respondo
obstinadamente.
“Bien. Yo no.” Murmura y después
me da una media sonrisa, triste.
Logro ponerme de pie, no sin
antes haberme caído otra vez al tropezar con las piedras. De segundo a segundo
mi rostro se siente más caliente.
“¿No quieres secarte? ¿O estás
dispuesto a enfermarte?” Me pregunta con su voz suave y profunda. Incluso
si se escucha un tanto sarcástico, hay preocupación en sus ojos después de todo
¿o es lástima?
Me quedo parado sin atreverme a
salir del rio primero. Jaejoong me da la espalda y tranquilamente camina hasta
su bicicleta y la levanta, del bolsillo en su pantalón saca su celular para
revisar la hora.
No deben ser más de las siete de
la tarde puesto que justo acabo de salir del trabajo. Y ahora mismo
estaría cenando algún delicioso platillo preparado por ella, veríamos una
película y nos iríamos a dormir relativamente temprano. No debí haberme
detenido al verlo. Hubiese sido una mejor idea pisar el acelerador
del auto antes de que mis impulsos tomaran el control de mí, no estaría
en esta situación ahora. Ni siquiera sé lo que exactamente imaginaba que
pasaría si me bajaba para alcanzarlo. Solo sabía que tenía que verlo una
vez más, aunque los recuerdos que he compartido con él siguen tan nítidos, y se
ven tan reales cada vez más, que temo algún día me vuelva loco y no pueda
escapar de ellos hasta no diferenciarlos entre la realidad.
Pero esa sería una forma muy
triste de terminar.
“¿Changmin? ¿Vas a quedarte
ahí?” Pregunta frunciendo el ceño. Dejo de tener la mirada perdida
en las piedras por donde el agua pasa y se rompe, por accidente levanto la
vista hacia el pequeño puente y ahí, algunos niños ríen mientras me
señalan.
Observo a Jaejoong qué me espera
en la orilla, un semblante serio y exasperado, como si estuviese obligado a
estar aquí y lidiar conmigo.
Sin embargo, no me atrevo a
caminar hacia él. No puedo permitirme estar más cerca otra vez, necesito
mantener el control. De verdad necesito irme de aquí para tratar de convencerme
de que esto sólo se trató de un simple sueño.
“Tengo que irme.”Le digo entre
dientes.
“Ya lo creo, pero no te mueves.
Además parece que te vas a orinar en los pantalones justo ahora. ¿Es que estas
viendo a un fantasma?” Jaejoong intenta bromear. Su sonrisa no llega más allá
de una simple curva.
Prácticamente me horrorizo al
verla. No me gusta esa sonrisa, es una simple, fría y forzada imitación a la
que siempre fue dirigida a mí. No es lo mismo, no me mira como antes.
Ya no somos nada, no sé ni porque estoy pensándolo.
¿Pero es que acaso esperaba a
que se tirara a mis brazos?
“Bueno… si estas empapado
no creo que quiera tirarme a
tus brazos, además de no veo la razón. Si quieres ser nada entonces
está bien por mí “Se encoge de hombros. Mierda, dije la parte
vergonzosa en voz alta.“ Sin embargo, iba a proponerte a que te
secaras ya que mi departamento o lo que sea, esta apenas a diez minutos en
auto. Y eso claramente es Armani “Señala mi traje negro. “ Un gran problema si
no te apresuras a cambiarte y enviarlo a lavar adecuadamente.”
“¿Quieres que vaya a tu
departamento?” pregunto con voz entrecortada, y mis mejillas se enrojecen en
parte porque la pregunta suena…tan…
“Quiero que me lleves a mi
departamento. Me vine en un taxi aquí y me di cuenta de que no llevo dinero
conmigo. O puedes prestarme.”
“Solo llevo tarjetas.”
“Me llevas a mi departamento y
yo dejo que te seques ahí ¿te parece justo?”
No, no me parece justo,
Jaejoong. No soportaría tenerte junto a mí en un lugar encerrado, sería cruel.
Siempre ha sido el mismo
parque. Con caminos complicados y árboles japoneses, bancas de piedra realmente
blancas y bello en los inicios de primavera. El olor a tierra
mojada y flores es algo que jamás olvida y le trae tanta paz.
Los ciruelos dejan caer pequeñas
flores moradas cuando él le acorrala contra el árbol y su espalda
choca contra el tronco. Las pocas luces pueden delinear los
pequeños pétalos mojados a causa de la lluvia, haciendo que brillen
mientras caen a sus pies.
Jaejoong le sonríe
mientras se muerde los labios. Una pequeña flor le ha caído sobre su cabello
castaño.
Sus ojos brillan mientras ven a
Changmin y se acerca más hasta besar la punta de su nariz. Después de eso
se echa a reír por la expresión turbada de Changmin, el visible sonrojo aún en
la mediana oscuridad y porque inconscientemente el más alto lo tiene sujeto por
la cintura en vez de alejarlo cuando siempre lo hace cuando se “sobrepasa con
su inocente dongsaeng.” Palabras de Changmin. Porque de inocente no tiene nada.
“Estas muy…cariñoso, hyung.”
Murmura ahogándose con su propia saliva cuando Jaejoong entierra su rostro en
su cuello y aspira profundamente. “¿Esta época te afecta?” intenta reírse y
cambiar el extraño ambiente.
“En realidad no.” Murmura contra
su piel. Su cálido aliento le hace estremecer, a lo que Changmin quiere
reaccionar con un amistoso empujón para quitárselo de encima, pero no puede
porque Jaejoong lo abraza fuertemente y aferra sus manos a la tela
de su camisa. “Solo quédate así ¿está bien? Solo por un momento.”
Entonces deposita un pequeño
beso en su cuello.
“Vale, no lo creo. No hagas eso,
no somos novios. “le susurra Changmin, aunque ya no hace ningún esfuerzo por
alejarse, al contrario cierra los ojos y disfruta del agradable aroma y a la
calidez del cuerpo contra el suyo.
“Entonces seámoslo, Changmin”.
“¿N-novios?”
Jaejoong se aleja solo lo
suficiente para verlo y quemarlo con sus orbes oscuras sólo pendientes de cada
una de sus reacciones.
El mayor toma su rostro entre
sus manos y lame sus propios labios dejándolos más rosados y brillantes.
“¿No te gustaría?” Pregunta a
tan sólo centímetros de tocarse. Cuando Changmin se queda observando esa
boca, y la suavidad y calidez que podrían hacerle sentir, Jaejoong aprovecha
para besarlo.
Le roba el aliento, y hace que
emita sonidos húmedos con sus labios cuando los mueve contra los
suyos.
Hace que Changmin se pierda.
“Sí…”
Aprieto mis manos en un puño
cuando tenemos que parar en el cuarto semáforo en rojo. Claramente esto es una
exageración. No es posible que todos los semáforos nos hagan detenernos y que
se aplace más el tenerlo justo a mi lado.
Pero algo me dice que no desperdicie
de este momento, porque no sabré cuando volveré a verlo. Jaejoong tiene que
viajar mucho gracias a su trabajo como intérprete, y no es como si yo fuese
capaz de llamarle por teléfono como antes.
Aun llegan a mi mente sus
palabras y cada vez me duelen más.
« Si quieres ser nada entonces
está bien por mí»
Bueno…yo fui el que puso fin
a lo nuestro. Es normal que lo diga.
“Aún…es….dejaste algo de ropa
ahí.” Dice Jaejoong de la nada cuando damos vuelta y dejamos la avenida para
entrar a una calle más pequeña.
Habia olvidado lo cerca que esta
el parque a su departamento. Sí, porque ahora es suyo, no es nuestro,
aunque aún conserve mis llaves en algún cajón de mi escritorio.
“Sí….me la llevaré. ¿Dejé otra
cosa?” Murmuro tan bajo que supongo no me ha oído. Jaejoong no me contesta.
Observo como aprieta fuertemente
el volante con una mano. Y por un segundo levanta la vista hacia arriba.
Conozco….sé cuando hace eso. Jaejoong está intentando que alguna posible
lágrima no baje de sus parpados.
Y su semblante frio regresa
mientras muerde sus labios.
Hice otra cosa ayer,
además de pensar en lo que haría si lo volvía a ver. Conté los días…
Cuatro meses con una semana,
tres días y creo que diez minutos sin besarlo.
Mi vista se nubla, mis manos
comienzan a sudar y mi corazón palpita unas tres veces más por segundo cuando
él estaciona mi auto en frente del recinto departamental donde ambos vivimos
por casi dos años.
Es como si volviese a casa, o
algo así. Y debo ser un estúpido idiota al pensar en eso. Me doy cuenta
de qué no quiero entrar y ver como todo sigue exactamente igual, como si yo
nunca me hubiese ido. A pesar de todo quiero saber cómo ha estado y de
verdad temo que él sí me haya olvidado, no como yo, qué creí que lo habia echo.
Trago saliva antes de
preguntarle. Va a ser estúpido, pero de verdad… tengo que saberlo. “¿Lo has
hecho?”
“¿Hacer qué? No...Con nadie
importante realmente….” Hago una mueca, siquiera lo había
pensado y ahora tengo que preocuparme por eso también.
“Eso no.” Doy un gran suspiro.
Las palabras me avergüenzan y queman. “Si… si me has olvidado. Eh...qué si ya
no…”
“¿Qué si ya no te amo?”
Asiento con la cabeza, bajando
la vista a mis manos aferradas entre sí.
“No quiero hablar de eso.” Me
contesta. “No creo que sea el momento indicado, de verdad.”
Bien. Tampoco esperaba un sí o
algo parecido. Ni siquiera debí esperar un tal vez o un no
lo sé. Claramente es un no. Pero Jaejoong no quiere
decírmelo, no es tan malo como yo. Y me doy cuenta de que tampoco
yo quiero escucharlo.
No soportaría un “Ya no te
amo” de él, incluso no estoy muy seguro de como él soportó que yo se
lo dijera.
El silencio se vuelve tan pesado
e incomodo que tenga que mirar por la ventana para poder pensar.
¿Qué debería hacer ahora? ¿Qué
se supone qué estoy esperando? ¿Una reconciliación o algo así?
“¿Podemos hablarlo después?” Le
pregunto repentinamente, como una patética escusa para verlo de nuevo. Incluso
cuando estoy seguro de que eso no es una buena idea.
Se limita a asentir sin decir
nada. A pesar de que ya llegamos, ninguno se atreve a bajar del auto y yo sigo
observando desde su cuello blanco y despejado hasta sus labios
fuertemente rosados.
“Creo…qué…deberías….eh” No puedo
creer que estuve a punto de pedirle que me besara, pero…esto no está bien. No
estoy pesando adecuadamente. “Deberías llevarme a casa. Me están esperando.
Además, estoy a punto de secarme por completo” Termino estúpidamente.
Él solo ve hacia el frente. “Ya
veo.” Vuelve a insertar las llaves para encender el auto y arrancar.
No me pregunta por la dirección,
Jaejoong la sabe. Después de todo, ambos planeábamos comprar el departamento
para los dos, pero al final yo lo compré junto con ella dos meses después
de conocerla.
Me obligo a verle de reojo. Sus
labios son una línea delgada y llega a ser casi inusual el verle tan
callado.
Ya no lleva el ceño fruncido
mientras aumenta la velocidad para llegar a la carretera.
Suspiro para después recargar mi
cabeza en el vidrio de la ventana. Será como otros dieciséis minutos para
llegar.
Le miro en silencio, con algo
que me oprime el pecho, el cual ya no se siente ni siquiera un poco exaltado.
Quisiera tocar para ver si aún sigue ahí. Es…una sensación extraña. Como si
tuviera hambre pero en el corazón.
“Y… ¿Cómo has estado?” Me
pregunta incomodo ante mi escrutinio.
“Normal… me ascendieron y conocí
a-“
“Me alegro.” Jaejoong me
interrumpe. “Por las dos cosas.”
“¿Y...Tú?”
“Igual, que siempre.” Se encoge
de hombros.
Estoy pensando en decir algo
para llenar el silencio que comienza a lastimarme más que a ponerme tenso,
cuando mi celular suena. Observo el nombre de la pantalla. Es
Seoyoung. Se nota mi nerviosismo cuando el aparato se me cae hasta
los pies y sigue sonando de forma aturdidora, lo recojo rápidamente y sin
saber porqué, cuelgo sin contestar.
Jaejoong no dice nada.
Cierro los ojos de puro alivio al ver los edificios más próximos a mi
departamento, comienzo a contarlos como vía de escape. Uno a uno, hasta llegar
al centro comercial, reconozco la estatua enorme de algún político coreano del
pasado y después llegamos con seguridad a Handong.
Damos vuelta en la calle más
rápido de lo que debería ser considerado responsable.
Detiene mi auto unas cuadras antes
de llegar y se baja, abre la cajuela para tomar su bicicleta. Ambos lo sabemos,
no era necesario que él condujera hasta aquí, qué me llevara. Pero creo.. Que
ambos también lo necesitábamos, no puedo decir con exactitud para qué
pero ahora sé que no debo insistir por ningún motivo en volverlo a ver.
Al menos no forzar ningún encuentro.
Se despide en silencio, con un
ademán frio y desganado. Y yo no puedo evitarlo, bajo del auto y camino hasta
estar a casi tres metros de distancia de Jaejoong, que me ha dado la
espalda y está caminando con la bicicleta a su lado.
“Yo aún lo hago.” Le digo con
voz firme, a un volumen alto para que me escuche pero no se lo grito. El
tan sólo se detiene por un segundo y veo como asiente con la cabeza.
Después sube a la bicicleta y poco a poco se pierde al avanzar en la acera.
Los postes de luz alumbran su
piel, lleva un suéter blanco y se ha cambiado el cabello a más corto y
rubio. Parece una alguna forma de ser hermoso y sobrenatural; como un
fantasma o alguna criatura divina que solo se ve en los sueños.
Dos días después de
navidad, Changmin presentó a Jaejoong a sus padres. Lo primero que hicieron los
señores Shim fue fijar su vista dura en las uñas pintadas de negro del chico,
en los piercings extravagantes de sus orejas y sus labios llenos y un tanto
afeminados.
No lo aceptaron desde un
principio, y muchísimo menos cuando se comportaba tan cariñoso con su
pequeño Changmin.
A Jaejoong no le importó y
le dijo a Changmin que no se preocupara, eran cosas que pasaban en su situación
y que poco a poco sus padres llegarían a quererlo tal como si fuese algo
normal, como si estuviera con una mujer.
Changmin asintió con una especie
de sonrisa aún preocupado y continuaron cenando juntos en el piso de la sala..
Una semana después Changmin está
pensando seriamente mientras pasea en el parque después de ir al cine con sus
amigos. A los cuales no les puede decir la clase de relación que mantiene con
su hyung. No puede contarle a nadie lo mucho que lo quiere.
Recuerda al ex -novio de
Jaejoong, Yunho. Todos sabían de su relación, sus padres los apoyaban, ambos
eran aceptados en sus respectivos trabajos y su relación iba de maravilla
hasta el punto de que consideraban irse a América para casarse, pero
Jaejoong habia roto con Yunho para comenzar a salir con él.
Justo el día de ayer unos
compañeros en su universidad le habían preguntado si era gay. Changmin lo negó
repetidas veces, justo en el momento en que Jaejoong llegaba con una sonrisa en
su auto a recogerlo e irse a casa a comer. Tuvo que ver las sonrisas
inquisitivas, algunas exclamaciones de sorpresa y otras de asco e
incomodidad por la ventana mientras su novio, ajeno a todo eso, le besaba en la
mejilla como solía hacerlo.
No es cómodo. No le gusta
esconder su relación con Jaejoong. Pero tampoco le gusta que le miren diferente
solo por salir con un hombre. Menuda sociedad de mierda, siempre se ha repetido
varias veces. Pero tiene que ser honesto, si él estuviera fuera de esta
situación, si fuera “normal” entonces tambien reaccionaria como otro de los
chicos, con desagrado. Incluso lo habia echo en el pasado, cosa que
Jaejoong no sabía. ¿Eso era ser hipócrita?
Por su mente solo pasa una cosa:
Eso no puede seguir así, no quiere esta incomodidad, no quiere esconderse más
pero tampoco quiere esas miradas despectivas.
Si tan sólo…si tan
sólo….pudiera ponerle fin a esto de una vez por todas. ¿Pero cómo…?
La única forma, es,
dejarlo todo antes de que fuera demasiado tarde. De hecho, lo es. Ama a
Jaejoong como nunca lo ha hecho antes. Sin embargo, aún está a tiempo, aún se
cree capaz de sobrevivir si lo pierde.
Sin darse cuenta, Changmin ha
estado caminando hasta el departamento, hasta que solo faltan unas
cuantas cuadras para llegar.
Dentro de poco, Jaejoong llegará
a él y juntos comenzarán a contar acerca de su día y decidirán qué comerán,
pasara algo realmente mágico qué solo hará que Changmin se enamore más de
Jaejoong, como ha sucedido durante esos dos años y será así al día siguiente,
sumando los demonios internos de Changmin y las malas miradas que le dan cuando
sospechan de su condición, lo insoportable que le parece y lo mal que le hace
sentir estar con otro hombre.
Por su mente cruza el primer
pensamiento, el primer error que poco a poco desencadenarán una serie de
hechos que le hacen terminar por decidirse y quizas, en el futuro
arrepentirse.
Y entonces Changmin, sentado en
la sala, con las luces encendidas de su habitación y algo de música
reproduciéndose, toma una decisión porque ya no es capaz de continuar con
eso. No quiere amarlo más y no quiere luchar contra otras personas que no saben
lo que significa estar con alguien tan especial y hermoso como Jaejoong.
Empaca todo en una maleta, se
desespera cuando no puede cerrarla y escucha las llaves de Jaejoong tintinear y
como la puerta se abre. Toma otra maleta y echa el resto de sus
pantalones y ropa interior en otra, todos sus zapatos están en una bolsa negra
para la basura.
“¿Qué sucede, Min?” Le
pregunta con los ojos sorprendidos, su flequillo negro recogido con un broche
verde hacia atrás, lleva su suéter negro recogido en el brazo y se ha quitado
las botas, se ve particularmente adorable esa noche. Changmin siente que está a
punto de arrepentirse y lanzarse a él para hacerle el amor y olvidar todas sus
dudas, pero tan sólo momentáneamente “¿Vas a irte?”
Changmin niega con la cabeza,
incapaz de responder. No puede decirlo. Está reconsiderando las cosas,
justo ahí, en su departamento, todo es perfecto, como un sueño. Pero no es el
mundo real.
Toma todo como puede y sale casi
corriendo como un cobarde, con los ojos ardiéndole. No tiene con quien
quedarse, más que nada, porque no quiere dar explicaciones, así que va al único
lugar a donde puede sentirse seguro además de su hogar con Jaejoong.
Se estaciona en el parque y se
deja caer en la acera, intentando no llorar y concentrándose en el ruido de los
autos. Convenciéndose de que aunque esta doliéndole, que no va a morir, y que
es lo mejor porque claramente su relación con Jaejoong no tiene más
futuro que esos perfectos días donde están solos, pero el mundo no es
Jaejoong y si se queda con él, tendrá que luchar con cosas con las que perderá.
Se cubre la cara con ambas
manos, dejando ir un lastimero gemido. Repentinamente siente a alguien sentarse
a su lado, y una mano rodeando sus hombros intentando ofrecerle alguna clase de
consuelo. Es más que eso, ya que el contacto, le ha devuelto la respiración.
“¿Estás bien, Minnie?” Le
pregunta Jaejoong, con voz entrecortada. “¿Vas a dejarme? Si vas a hacerlo,
dímelo.
“Lo haré.” Responde.
“¿Por qué?”
Changmin no responde, solo
muerde sus labios, y la humedad en sus ojos se transforman en lágrimas.
“¿Es que ya no me amas? ¿Es por
ellos o es por mí?”
“Ambos.”
“¿Ya no me quieres, Changmin?”
Él no se aleja del menor, y lo aprieta contra sí.
“No.”
“Entonces mírame, y dilo”.
“Ya…no…te amo. “ Le dice apenas
en un susurro. La única lágrima cae sobre su mejilla, y segundos después siente
un beso en ella. “No quiero estar contigo.”
Siente como Jaejoong se levanta.
“Lo que tu digas, Min.”
7 comentarios:
Porque JJ tiene que ser asi? sufre el y deja que CM se vaya1 ;__; y el otro que ni espera un tiempo y anda con otra e_e Espero que JJ le haga sufrir! se lo merece! -malota(?)- ah nose como seguira la trama pero se esta poniendo bueno *-*
¡Changmin tonto! te odio ;A; se me salio mi lagrimita cuando lo estaba leyendo anoche awww pero me gusto -soy una masoquista-
¿como acabara esto? Jae di algo! Min tonto corre tras el que fue tu error e__e baka!!!!!
Kjdsfjkhgwertghmñjhnfgjkshtyuksuajkdajkxzcñantxchjsaçljzxhcyjkxzhcajhkxcsajklcvghhsaxñmjsdkfhjksxhmasujksdxcjhxmnmñxcsdmnsdñkjsd¡j.
Mami, estoy cayendo en una desesperación, porque me han dejado en la mejor parte.
Changmin, yo te quiero, pero no podí hacer eso.
Ok,. No lo super. NO SUPERO QUE JAEJOONG SEA TAN SAJUKCHJKSXKWSHJDSUISHJDS.
Quiero continuación, hila u/u
Maih gosh, siento que me va a dar algo. ¡Cruel! ¡cruel ¡cruel! . . .
Pasando a otro tema (?): me alegra mucho que te haya servido de ayuda las ideas que te di. Ya sabes que cuentas con esta loca para lo que sea, así que no dudes en pedirme ayuda /o/ Ya lo sabes, ya lo sabes<3.
Quiero seguir leyendo Q _ Q
Gracias por compartirnos esto.
Pd.: Primer comentario con taldo, ya verás los demás o7
`................`
Changmin me dejo fuera de juego. Quiero decirle que es un imbecil, pero no puedo hacer eso porque tiene.sus miedos y razon valida para alejarse de Jaejoong, si tu amor no es tan fuerte como para sobreponerse y enfrentar sus miedos, entonces quizas no estaba tan enamorado. Ok, acabo de romper mi kokoro soulfighter con lo ultimo, por favor que alguien me mate T.T
Que Changmin aprenda a valorar lo que perdio!!! Y por cierto que deje a la tipa suelta, o sea, quien se va a vivir con alguien que conoces desde hace dos meses. Tambien Changmin entra en esa categoria de suelto.
ME ENCANTO! *-*
me he quedado sin palabras ... solo puedo decir afdgfgafdasdfaggagaf
sorry si no puedo ser precisa, pero enserio estoy agdadfdgfafdgaagad
LO AMO <33333 espero la 2da parte ^^
De verdad que changmin me desespera, lo odio, odio por hacerlo sufrir así y ser tan cobarde:||||||||||||.
lo hiciste genial y lo sabes, no hagas que te ruege más y sube lo que falta si? ♥
Uno todo tiene que ser dulce, no todo tiene que ser feliz, hace buen tiempo evy que no leo una historia asi, lA realidad de lo que narras de como lo narras es quizas lo que lo hace especial, lo que hace que cale mas en mi no puedo dormir y me dije fuck it terminare de leer los que me faltAn y deja un sabor amargo porque su cobardia le ha costado, suS ganas de ya no sufrir por amar le han ganado pero luego de que ya no lo tienen se da cuenta de que qu. Un drama exageradi porque al fun y al cabo aparte de ser hombRes tienen su orgullo lo hace real y osea yo siento que estoy en sus cabezas y me muero porque porque los quiero juntos, tiene que estar juntos pero nada es tan sencillo y evy porque? Why is the world so fucked up? Este va siendo uno de los que mas me han gustado a parte de mi shot mosho mosho claro ;R;
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