.
Kiss B.
«I want to give you. Your favorite
ice-cream. White vanilla cream. To be honest, rather than hold your
hand. I want to kiss you »
Jaejoong no atendía a sus
llamadas. No respondía los mensajes, y estaba harto de escuchar su voz
solo en la contestadora. Por eso decidió tomarse la tarde libre, antes de
reanudar sus actividades, para buscarle y preguntarle qué rayos pasaba,
él porque no se encargaba de las responsabilidades que conllevaban cuando se
era novio de Shim Changmin.
Así que ahí estaba, bebiendo
rápidamente la lata de su Coca-Cola, con su chofer confundido y sumamente
preocupado. Después de todo, era demasiado sospechoso que una de las vans
de TVXQ estuviese justo afuera del Coffe Cojjee.
Changmin se acercó a la
ventana de vidrios polarizados, de ante mano sabía que Jaejoong
después de ir al estudio de grabación siempre hacia una parada en
el establecimiento para comprar algo, un café o una simple malteada.
“No vas a escaparte.”
Murmuró mientras se quitaba los lentes oscuros, relamiéndose los labios y
frunciendo el ceño.
Si fuera posible y no tan
trastornado, lo mantendría vigilado las veinticuatro horas del día.
Cuando apareció un lujoso auto
de la marca japonesa Mitsuoka Himiko entrando al estacionamiento,
Changmin apretó la mandíbula.
Entre dientes comenzó a presionar el hombro de su joven chofer.
“¡Ahí esta! ¡Baja y
tráelo!” Usó más fuerza de la necesaria para hacerlo obedecer, en esos
momentos era un hombre desesperado. No se habían visto en casi un
mes, poniéndolo aquello ansioso e inseguro –pero todo era culpa de Jaejoong-
“Pero...Pero… ¡hyung! Pensará
que soy un acosador.” El muchacho miró a todos lados confundido intentando
localizar al objeto de deseo de Changmin, pensaba en que hubiese sido mejor si
trabajaba para el buen hombre de Jung Yunho y no ese pequeño mimado pervertido
que todos los días lo molestaba con algo diferente.
“Sólo ve.” Entonces Changmin
abrió la puerta de su chofer y lo empujó fuera de la van.
El pobre hombre volteó un par de
veces a ver a su jefe, suplicando porque no le insistiera en hacer eso.
Jaejoong podía ser realmente intimidante en persona, tanto como por su
casi sobrenatural belleza física como por esa aura fría que desprendía cuando
un desconocido se le acercaba.
Tragó saliva, sus manos sudaban,
así que las metió en sus bolsillos y con las rodillas temblándole –en parte
porque secretamente era fan del artista - se dirigió hacia la figura
delgada que aparcaba el coche.
“D-disculpe, Kim Jaejoong-ssi”
Llamó con la voz un tanto ronca.
El pelirrojo vestía una chaqueta
de cuero con gorro y unos desgastados jeans, luciendo demasiado bien para el
pobre tipo, quien no pudo evitar observarle de arriba abajo. Jaejoong arqueó
una ceja, manteniendo la distancia.
Con un volumen demasiado bajo de
voz, Jaejoong murmuró: “¿Necesitas algo?”
Mientras tanto Changmin desde el
vidrio polarizado, hizo un mohín cuando vio como Jaejoong le daba un autógrafo
a su chofer y le palmeaba el hombro.
Después aquel pelinegro le decía
algo de forma tímida al mayor quien seguido de eso lanzó una pequeña risita.
Changmin abrió mucho los ojos cuando su chofer se acercó un poco más y envolvió
a Jaejoong en un abrazo superficial, rápido e inocente.
Sí, podría serlo, pero a
Changmin no le habia gustado nadita.
Se reacomodó los lentes de
sol, aunque fuera de noche, y subió el cardigán de su jersey hasta cubrirse la
nariz, acto seguido salió del vehículo a grandes zancadas hacia los dos
hombres que conversaban.
Carraspeó un poco para llamar la
atención.
Su chofer se sobresaltó,
poniéndose más pálido, habia olvidado por completo a Changmin y la expresión en
el cantante no era algo que se tuviese que tomar a la liguera. Porque era
oficial, estaba en la lista negra.
Baekseung llevaba cinco meses
trabajando como chofer para TVXQ, específicamente para Changmin también ,casi
como un asistente y solo habia bastado ese corto periodo de tiempo para darse
cuenta de lo que sucedía entre él castaño y Kim Jaejoong.
Obviamente Changmin le habia pedido “amablemente” que no le contara a
quien fuera sobre eso. Y Baekseung no podía decir que no estaba
advertido.
Desde ese momento, conoció un
poco más a Changmin y lo molesto que se ponía cuando “ese bastardo de
hyung” estaba con otros tipos de bajas pasiones y malas
intenciones.
Sintió sudor en su nuca cuando
Changmin frunció el ceño y cruzó sus brazos. Oh, sí…junto con todos esos
sujetos también estaba en la lista negra ahora.
*
*
*
“¿Por cuánto tiempo estuviste
ahí…esperando?” Le preguntó Jaejoong con media sonrisa, apoyando la mitad de su
cuerpo junto a Changmin, y aunque deseaba incomodarlo de esa forma, el
menor no sé movió.
“Te lo voy a decir para que te
sientas culpable, hyung.” Siseó: “Cuatro horas.”
“Eres lindo, eh, esperaste por
mucho tiempo” Jae cubrió su boca, tratando de ocultar el crecimiento de su
sonrisa. Pero no estaba burlándose, en realidad, estaba feliz porque le
importaba a Changmin después de todo.
Changmin habia estado muy
ausente las últimas veces que se encontraron y Jaejoong habia decidido
que era mejor si esperaba a que Changmin dejara el estrés con sus
actividades, asi que no lo distraería. Jaejoong no quería estorbarle incluso
para eso. Pero ahora todo parecía en orden, porque ya estaba
buscándolo personalmente.
“Oh, cállate.” Shim volteó su
rostro antes de que Jaejoong pudiese besarlo en los labios. “No estoy muy
feliz contigo. ¿Por qué no contestabas? ” Después puso el dedo índice sobre el
centro de su frente y lo separó por casi medio metro.
Jaejoong tenía que reprimirse
una buena carcajada cuando vio al chofer observándolos con el rostro acalorado
por el espejo retrovisor. Se mordió el labio y le giñó un ojo. El pobre de
Baekseung tragó saliva sintiéndose a punto de desmayarse, para luego devolver
su vista al frente mientras apretaba el volante con fuerza. Changmin estaba
viéndolo como si tuviese rayos láser en los ojos y quisiera matarlo lentamente.
Changmin hizo un adorable siseo
para después hundirse más en el asiento.
“¿Estas enojado, bebé?” Le
molestó.
El ahora castaño quiso decirle
que sí, y que no estaría feliz hasta que no se disculpara por crearle todos
esos celos que definitivamente no le gustaban, por no atender a sus llamadas y
por no estar ahí cuando quería hablar con alguien ajeno a su trabajo, mas no
contestó.
“¿Hay algo que pueda
hacer?”
“Nada.”
Entonces su estomago protestó no
perdiendo una oportunidad de expresar su hambre con un fuerte gruñido.
“¿Absolutamente nada?”
Jaejoong rio e intentó acercarse de nuevo; besó su barbilla. “¿Quieres
comer?”
“Jae, para…” gimoteo
estremeciéndose cuando la experta y perfecta boca del mayor llegó a su
cuello.
¿Qué tal si vamos a mi
departamento y nos reconciliamos?” le propuso contra su piel, erizándole los
vellos.
Changmin no dijo nada. Peinó su
cabello nerviosamente con los dedos y desvió la mirada, aun con el rostro
caliente. Jaejoong le removió sus cabellos antes de dar un par de pasos
hasta el chofer.
“Hola” Pudo ver como el pobre
tipo comenzaba a transpirar. Jae entrecerró los ojos. “¿NO le dirás a nadie,
o sí?”
Él negó con la cabeza
rápidamente, intentando aguantar la respiración para no oler el delicioso aroma
que el mayor desprendía.
“¡Muy bien!” El pelirrojo cambio
su semblante a uno más relajado. “Entonces por favor, dé vuelta por aquí. ¿Sabe
donde vivo, verdad?”
Baekseung asintió avergonzado.
Visiblemente afectado por la cercanía de aquel hombre. ¿Por qué Changmin no se
habia ido en el auto del mayor y a él lo dejaban en paz? Pero claro, porque el
modelo japonés era demasiado vistoso y casi todos sabían que era
conducido por Jaejoong, por eso decidieron irse en la van.
Practicó sus ejercicios de
relajación respirando profundamente cada tres segundos, pero fue inútil, no
podía con el mayor justo a su lado.
Podrían llamarle mentiroso, pero
él era hétero, además estaba próximo a su boda, aún así nunca le diría que no a
Kim Jaejoong. Eso lo tenía muy claro con tan solo verlo.
Cuando Jaejoong le agradeció y
regresó a su asiento, Baekseung no pudo evitar voltear la cabeza para una
mejor perspectiva. Un grave error. Porque nuevamente se encontró con la
aterradora mirada de Changmin diciéndole algo en silencio, esperando a que le
leyera los labios.
“Es mío ¿puedes entenderlo?”
.
.
.
“Lo hacías a propósito”.
“Sabes que no, cariño.”
Canturreó el mayor, entrando con una gran sonrisa a su departamento.
Invitó a pasar al castaño, después revisó por si alguien los veía entrar
antes de poner seguro a la puerta.
“Puedes sentarte.” Señaló la
pequeña mesa en medio de la sala. "O esperar a que te cocine algo o tomar
una ducha…”
Changmin asintió considerándolo
seriamente interrumpiéndolo, acababa de tener una práctica para el tour
japonés. Changmin llevaba unos shorts un tanto largos y una sudadera ancha de
Yunho. Hacia un clima cálido como para seguir usando esa ropa, y ni que decir
si estaba sudada. Se recriminó durante un segundo el no haberse visto si quiera
en el espejo por un momento antes de ir a buscar a su hyung. Su
cabello debía estar despeinado y debía tener la cara brillante.
Changmin se ruborizó avergonzado cuando recordó como Jaejoong lamió
su cuello con sudor.
Cuando quiso responderle,
Jaejoong ya tenía la camisa afuera. "¿Entonces, Min?"
El menor tragó saliva."
Ve...tu primero." Murmuró bajo." Voy a jugar con la consola por
mientras."
Jaejoong le sonrió y camino
hasta el segundo baño, el más cercano a la sala.
Cuando estuvo solo, el castaño
revolvió sus cabellos. Fue hasta el estante para revisar los juegos que
el mismo había dejado la última vez. Puso cualquiera y se sentó a que
comenzara. Pero cuando estaba a punto de tomar el control para iniciar la
partida, su estomago hambriento volvió a molestarlo.
Sin pensarlo mucho, más bien de
forma instintiva decidió ir a buscar algo para mantenerlo tranquilo.
Caminó por el primer pasillo del
cuadro de la calavera. Entonces al pasar por una de las habitaciones con
la puerta entreabierta, pudo percibir ligeramente el perfume de Jaejoong.
"No entres, es una
trampa." Se dijo a sí mismo tratando de alejar los recuerdos de la última
noche ahí.
Gracias a ellos, de un momento a
otro se precipitó a la cocina antes de que su fuerza de voluntad
flaqueara e hiciera aquello que estaba deseando. Abrió
las estanterías pero no encontró nada más que ingredientes para hacer alguna
comida elaborada, por lo que se dirigió al refrigerador. Sólo soju y verduras.
No le extrañaba que Jaejoong estuviera más delgado ya que no había nada de
carne.
Suspiró pesadamente antes de
revisar el congelador. Hay había un antifaz de hielo artificial para las
líneas de expresión. Esa cosa claramente era para una mujer mayor. Era absurdo,
debería sentirse celoso o preocupado de que eso perteneciera a una mujer...pero
no...Definitivamente era de Jaejoong
Estaba a punto de rendirse y
tumbarse en el sillón cuando encontró una pequeña cajita rosa con una
florecita amarilla en la esquina justo al lado del extraño artefacto de
belleza. Llevaba unas bonitas letras doradas en francés. Changmin lo tomó y
olisqueó un poco. Helado de vainilla. Mordió su labio tratando de abrirlo con
cuidado. Era una sustancia blanca con olor dulzón que le empalagó de tan solo
respirarlo. La probó con un dedo para después hacer una mueca. Demasiado
dulce, incluso si le gustaba el helado de vainilla.
Lo dejó todo como estaba y
caminó de regreso al pasillo.
Otra vez pasó por la puerta
entreabierta, la habitación de Jaejoong. Entró. Uno de sus lugares
favoritos en el mundo. Respiró profundamente aquel aroma que amaba, por
el simple hecho de evocarle muchos momentos perfectos ahí.
Entonces vio la cama destendida,
las blancas sabanas revueltas, una de sus mayores tentaciones desde que vivían
juntos. Se veía demasiado cómodo, demasiado tentador dejarse caer ahí, que no
tuvo tiempo de decirse a sí mismo que ni lo pensara.
Se tiró en la cama boca abajo y
abrazó la almohada, olfateando con los ojos cerrados y media sonrisa el
familiar aroma a Jaejoong. El cual habia extrañado mucho, mucho también.
Se permitió relajar sus músculos
por un momento. Poco a poco su respiración se volvió acompasada, comenzando a
divagar cosas más parecidas a un sueño.
Cuando creyó que pronto llegaría
a dormirse, unas manos calientes y mojadas se colaron por su sudadera, al mismo
sintió un peso extra sobre su cuerpo.
Una de las muchas costumbres que
tenía Jae era que solía subirse arriba de Changmin, pero esta vez lo habia
tomado completamente desprevenido por lo que solo atinó a reaccionar con un
sobresalto en el colchón.
“¿Qué hacías?” Le susurró al
oído. Changmin pudo notar el vapor que aún emanaba del cuerpo albino, casi
siente como, por alguna extraña razón, se le hacía agua en la boca “¿Changmin?”
“Solo descansaba”
“Bonita forma de hacerlo.”
Jaejoong acarició sus cabellos, y luego rodó hasta quedar su lado. Sus rostros
quedaron muy cerca. Tanto que las mejillas de Changmin se humedecieron por
algunas gotas del cabello de Jaejoong. “¿Sabes que te extrañé mucho?”
Susurró Jaejoong, deslizando su mano por la mejilla cálida de Changmin.
“No tanto como para contestarme.”
Aun dicho eso, Changmin tomó la mano de Jaejoong y la presiono levemente contra
su piel.
“No quería distraerte…estabas
ocupado ¿recuerdas?”
“Oh, tu también. Y no me gusta.
Incluso si significa quedarme ocho horas extras por distraerme en el trabajo,
quiero que contestes mis llamadas. ” Habló rápido el castaño, con la vista fija
en el hombro desnudo y húmedo de Jaejoong. El pequeño relieve del hueso
envuelto en la suave piel le invitaba a besarlo.
Después hubo silencio. Jaejoong
no le respondió a lo dicho y aquello terminó por preocuparle. Kim Jaejoong
siempre tenía algo que decir.
Alzó su mirada a los orbes
oscuros. Jaejoong le sonreía sin mostrar sus dientes. Luego se acercó más a él,
si es que era posible, apretó su torso desnudo hasta mojar la tela gris de
la sudadera. Juntó sus labios de forma ruda, provocando uno de esos
sonidos húmedos, aquellos que hacían derretir al menor.
Después, en pocos segundos la
sudadera de Yunho terminó por desaparecer en alguna parte. Changmin tuvo
que entreabrir la boca cuando la lengua caliente se le dio por recorrer sus
labios y presionar para obligarle a que le dejara entrar a su boca.
Nunca se acostumbraría a aquella
sensación tan intima. Tembló ligeramente cuando ambas lenguas se encontraron.
Los dedos de Jaejoong recorrían su piel morena. De un momento a otro Jaejoong
ya estaba sobre él.
“Estoy sucio” Se quejó Changmin
cuando Jaejoong bajó a lamer su pecho.
Metió la mano por la cinturilla
del short antes de preguntar con voz ronca. “¿También aquí?”
“No seas idiota, por supuesto
que sí. Necesito un baño.”
Jaejoong descendió un poco más
para succionar la piel de su cadera. “No lo creo. A decir verdad así sabes
mejor.” En menos de un segundo Changmin ya no tenía ni siquiera sus
boxers.
No podía ser su imaginación.
Definitivamente Jaejoong estaba desesperado por tenerlo. Eso le hizo sentir
realmente bien. Pero no tan bien como sentir la respiración de Jae en sus
muslos. Como sus pulgares masajeaban su piel mientras le sostenía levemente. Changmin
mordió sus labios y echó la cabeza hacia atrás, anticipando lo que vendría.
La calidez y humedad en la boca
de Jaejoong era lo que más amaba en el mundo después de las mañanas donde
despertaba en los brazos delgados del mayor.
Jaejoong lamió la piel sensible
de su masculinidad, sintiendo como aquella poco a poco crecía dentro de su boca
mientras succionaba. Formó un anillo con los dedos alrededor de la base, empujó
ligueramente con los labios y la lengua la aureola del glande. Cerró sus ojos,
mientras sus mejillas se sonrojaban; el mismo estaba excitándose también por
los gemidos tan lindos que salían de aquella boca.
“Ja...e…” Changmin gimoteo
con los ojos cerrados, la cabeza apoyada hacia un lado de la almohada. Jaejoong
lo sacó de su boca, y repartió pequeñas lamidas. Enseguida depositó un pequeño
beso en la punta. “Yah ¿Q-quién te crees que eres?” jadeó el menor.
Jae soltó una risita, relamió
sus labios sensualmente, antes de engullirlo por completo. Comenzó a succionar
haciendo vibraciones con su boca y moviéndose dócilmente de acuerdo
a como lo hacían las caderas del menor.
Se detuvo cuando supo que pronto
se correría, , por los tirones de su cabello, por las pulsaciones del sexo de
su pareja, los movimientos más rápidos en la pelvis de Changmin
“¡O-oye…! Continúa…”
“Esto me ha dado una
idea.” Jaejoong llegó a su altura y besó sus labios dulcemente. “Espera
justo aquí. No te muevas”
“No...” suspiró con los ojos
entrecerrados.
“Haz como digo. No te toques.”
Entonces desapareció por el
pasillo. Changmin mordió la almohada mientras la abrazaba, juntando sus
piernas, pero eso solo consiguió empeorarlo.
“Ah...te odio, Jaejoong.”
Podía sentir como su cuerpo se
estremecía y la sangre se le iba a la cabeza, lo suficiente para dejarle
los ojos húmedos.
En menos de un minuto. Jaejoong
estaba de regreso. La toalla que anteriormente rodeaba sus caderas estaba
cayéndosele.
“Como es tu sabor favorito,
estaba guardando esto sólo para ti.” Le sonrió mostrando la cajita de helado de
vainilla. Jaejoong subió ya desnudo a la cama y gateó hasta
Changmin. Sintió la agradable sensación de los vellos de las piernas
morenas en sus pantorrillas.
“No te atrevas a sentarte ahí.
O no respondo.” Suspiró Changmin. Internamente deseándolo con todas sus
fuerzas.
“Compré esto hace unos días.
Pero es muy dulce para mí y supongo que para ti también”. Jaejoong sacó
un poco con los dedos, manchando la clavícula del más alto.
Changmin jadeó. “Jae…ah...
¿Qué…?”
“Oh, no te quejes.”
Jaejoong vació todo el contenido sobre el miembro de Changmin, parte de su
vientre y sobre el pecho, ignorando los quejidos y los débiles manotazos del
menor.
“¡JODER, KIM JAEJOONG! ¡Eso va a
congelarme!” Tiritó Changmin de forma exagerada, casi pataleando. Se
sonrojo profundamente casi hasta las orejas. Se sentía ultrajado.
“Haz lo que te digo y todo va a
salir perfecto”
Bajó de nuevo para la piel suave
de aquel pedazo. “Es tan caliente, y… dulce.”
.
.
.
Por la mañana Jaejoong se
levantó muy temprano, se puso lo primero que encontró y después de dejarle una
nota a Changmin pues no quería despertarlo, salió del edificio.
No muchos lo reconocieron en el
centro comercial que estaba a unos minutos de su departamento. Podría ser por
el carro negro que habia estado utilizando para pasar desapercibido.
Caminando con la cabeza un poco
gacha, ingresó a un establecimiento un tanto lujoso y con muchos colores pastel
por todos lados, en los empaques y las mesas. Abrió una de las neveras buscando
algo en particular.
“¿Es todo?” Preguntó una
señora con grandes anteojos, guardando las tres cajas de nieve de vainilla en
bolsas de plástico.
“Así es.” Aceptó sus compras.
Pagó lo correspondiente y con una sonrisa tímida caminó hasta la salida.
Al abrirse, las puertas
deslizantes eléctricas, Jaejoong chocó contra el pecho de otra persona.
Casi termina por caer al piso, porque es un tanto torpe y porque iba distraído,
pero debido a que una mano lo sujetó a tiempo por la muñeca, no sucedió.
“Deberías tener más cuidado.” Le
regañó su novio. “¿Vas chocando contra chicos guapos por ahí a propósito?”
Jaejoong puso los ojos en
blanco. “Por supuesto. “Contestó. Hizo una pausa, y se alejó casi un metro del
menor. “¿Qué haces aquí?”
“Te seguí. Tomé un taxi”
Contestó. Caminaban a una distancia considerable uno al lado del otro.
Jaejoong, sin embargo, quería arrojarse a los brazos de Changmin, llenarlo de
besos y mimarle por el resto del día.
“¿Así?”
“Algo así.”
“Iba a regresar pronto, no
debiste.”
“No creo que haya algo de malo
si nos ven juntos. ¿No estamos tomándonos de las manos o sí?” Changmin se
acercó al ver que no habia nadie al ser tan temprano aún por la mañana, rodeó
sus hombros amistosamente, mientras caminaban por el estacionamiento
hacia el auto de Jaejoong.
“Sería lindo.” Contestó
distraídamente sin pensarlo mucho.
“No lo creo.” Jaejoong no logró
escuchar claramente aquello, no obstante, no tuvo tiempo de preguntarle.
Apenas los dos jóvenes entraron
al auto, Changmin ya estaba casi sobre él, apretando los labios contra
los suyos. “Me gusta más besarte así, que tomarte de la mano, hyung.”
Susurró alejándose un poco, solo para juntar sus frentes.
Jaejoong sonrió al escuchar
eso., muy pocas veces podría hacerlo. A veces incluso él, a pesar de
no ser una chica, necesitaba esas acciones tiernas por parte de Changmin.
Como usualmente, por el
placer secreto de Jaejoong -para ver sus manos maniobrando el volante, los
músculos tensarse, como tomaba la palanca de cambio con esos elegantes dedos
- Changmin conducía el pequeño modelo negro de Volkswagen.
“¿Por qué no quieres que aparezcamos
juntos?”Preguntó Changmin mientras reducía la velocidad, después de un minuto
en silencio. “Junsu ha estado con Eunhyuk, incluso tú con Heechul… ¿Qué hay de
malo?”
“Porque…porque ellos solo son
mis amigos.” Contestó, buscando la mirada color chocolate.
“¿Y?”
“Si voy a salir contigo no voy a
resistirme, ¿sabes?” Volteó su rostro para verlo pero no pudo corresponder la
sonrisa que el otro le dirigió “Estoy tan acostumbrado que podría besarte
sorpresivamente, como suelo hacerlo, pero frente a todos. Y tú no quieres eso
¿verdad?”
“N-no…” Respondió sorprendido.
“¿Y ni siquiera frente a
nuestros amigos?”Jaejoong mordió su lengua, como si eso regresara las palabras
antes dichas. No debió haber preguntado eso y menos, de forma tan seria, si ya
lo tenía claro. Changmin jamás habia querido que nadie lo supiera, al punto en
que siquiera Junsu o Yoochun estaban al tanto. A su vez, Changmin lo mantenía
en secreto de Yunho.
Al principio habia
pensado, y lo habia entendido, que se debía a que ambos eran hombres. Pero entonces,
cuando Kyuhyun y Sungmin les habían dicho a todos que salían, y solo habían
recibido alegría y aceptación por parte de todos. ¿Por qué Changmin insistía en
no compartirlo?
El único que sabía, podría
ser aquel joven chofer.
“Tampoco.” Susurró Changmin
finalmente, concentrando su vista al frente, rehuyendo a los ojos
oscuros.
Jaejoong no dijo nada más. Poco
a poco las cosas, desde hace un tiempo, se volvían más claras. Changmin quería
salir con Jaejoong como un amigo, pero nunca lo presentaría como su pareja
frente a nadie. Quizás…solo tenía vergüenza de su relación… ¿Se
avergonzaba de salir con él?
¿Era por lo delicado que llegaba
a comportarse frente a los medios? ¿O era su situación actual como artista,
donde no tenía tantas oportunidades? ¿O ya era muy viejo? Ya casi llegaba a los
treinta y…y…. ¿Cómo no lo pensó antes? Kyuhyun y Sungmin estaban en el
mismo grupo, eran casi de la misma edad, ambos eran muy talentosos y bonitos.
Y Changmin mejoraba día con día
en TVXQ. Cada día estaba más guapo, mientras que Jaejoong se sentía mayor
y qué perdía más de ese brillo. Seguramente era eso. Changmin se
apenaba de él. Por eso estaba tan incomodo cuando intentó besarlo frente a
Baekseung.
Sus ojos se sintieron húmedos y
calientes al pensar en eso, no se dio cuenta que apretaba la tela de su
pantalón con fuerza, hasta que sus nudillos se volvieron blancos.
“¿Jaejoong?” Llamó Changmin.
Pero el mayor no contestó. “¿Qué sucede?”
“¿Es eso?”Murmuró, su voz se
apagaba.
“¿A qué te refieres?”
“No tiene nada que ver con que
sea bisexual, no…incluso dijiste que eso no se lo dijera a nadie. ¿Entonces...es
que te avergüenza ser mi novio, Min? ¿Ya no soy lindo?”
“Hyung… otra vez estas pensando
en cosas estúpidas.” Changmin intentó reírse, pero se detuvo al ver como una
pequeña lágrima bajaba por esa pálida mejilla.
“También soy estúpido.” Siseó
Jaejoong, cruzándose de hombros.
“Vamos, deja de morderte los
labios y suéltalo. ¿Qué tienes ahora?” Changmin se estacionó antes de llegar al
edificio de Jaejoong, justo al lado de una rotonda por donde ningún auto
circulaba. “¿De verdad crees que es eso?”
“Sí. Por eso no quieres decirle
a nadie.”
“Así que según tú me avergüenzo
de ti por... ¿qué? Lo único que me tiene con cuidado es tu, ahora sí,
inexistente trasero. Fuera de eso eres perfecto, Jaejoong.”
“¿Inexistente…? ¡Hey! No es
cierto.” Protestó Jaejoong, pero Changmin ya estaba fuera del coche y lo
rodeaba para llegar a la puerta del copiloto. “Yah, ¿Qué estás haciendo?
¡Changmin!”
El castaño lo tomó por la
muñeca, manteniéndose impasible por los forcejeos del mayor, sacándolo del
vehículo, lo jaló hasta estar en medio de la rotonda, sobre el césped mojado entre
los arbustos y tan solo tres arboles a su alrededor quedando tal vez solo un
poco ocultos al exterior.
“No quiero que sepan que eres
bisexual, ni que estás conmigo. Porque después ellos va a pensar que tienen
oportunidad contigo.” Changmin apresó su cintura, acercándolo lo suficiente
para que el tono bajo de su voz fuera escuchado perfectamente por Jaejoong. “Y
no me gusta compartir, así que tendría que pelear y no creo que eso llegue a
gustarte.”
Lo tomó del mentón. Jaejoong no
podía evitar observar los labios del menor acercarse, y no pudo alejarse cuando
lo besó en medio de los autos. Incluso cuando el sol aún no salía, la luna
podía verse entre el cielo entre oscuro y anaranjado. Quizas faltaban unos
cuantos minutos para el amanecer.
Changmin presionó sus labios
sintiendo la boca cálida y esponjosa, los labios carnosos del mayor le dieron
la bienvenida, como solo él podía hacerlo, con ternura, y con desesperación.
Changmin lamió un poco la pequeña herida en el labio inferior, succionó el
pequeño pedacito mojado mientras bajaba sus manos hasta las caderas del más
bajo, haciendo fuerza para acercarse aún más.
Jaejoong presionó sus caderas a
las de Changmin, quien ahogó un pequeño quejido entre el beso. Pasó
sus dedos por el corto cabello castaño y lo tomó por la nuca, para profundizar
el contacto introduciendo ansioso su lengua a la exquisita calidez de aquella
boca.
Changmin lo estampó contra el
árbol y Jaejoong sintió como la suave textura de sus labios lo abandonaba para
llegar a su cuello. Emitió un gemido ahogado mientras abría los ojos. Su
vista era borrosa, pero pudo ver desde el hombro de Changmin, apenas consciente
de que ya podía respirar, como el sol comenzaba a salir y las nubes se tornaban
doradas y lilas.
Es ahí cuando ambos recordaron
donde estaban, regresaron rápidamente al auto. Exactamente al mismo tiempo en
que un semáforo pasaba a verde y los carros comenzaban a transitar la avenida
como todo jueves por la mañana
*
*
*
Habían intentado subir al
ascensor como personas normales, de verdad lo habían intentado. No con toda la
fuerza de voluntad del mundo, pero el esfuerzo habia sido medianamente
sincero.
Sin embargo ambos sentían esa
presión en sus vientres, el sabor del otro en sus labios y la extraña frialdad
que se sentía cuando sus cuerpos no estaban tocándose.
Así que al fin y al cabo, no
pudieron evitarlo. Jaejoong mordió los labios de Changmin con ansiedad apenas
las puertas metálicas se cerraron. Pasó al cuello donde chupó y lamió cada
parte que le permitiera la camisa blanca que llevaba, dejando marcas rojas y
húmedas por doquier.
Changmin tironeaba del suéter
que llevaba el mayor, como si así pudiese arrancárselo. En algún momento cuando
sus labios volvieron a tocarse, tuvo que rendirse y abrazarlo por la cintura
debajo de la tela, presionando las yemas de sus dedos sobre la suave superficie
de la piel desnuda que se tensaba en cada pequeño toque.»«
Jaejoong tenía mucha suerte de
que el elevador estuviera a tan solo unos cuantos metros de su puerta, por lo
que solo tuvo problemas a la hora de encontrar las llaves en su bolsillo y
recordar como inhalar y exhalar. Fue un poco más difícil gracias al joven de un
metro ochenta y siete que lo abrazaba por la espalda y mordía juguetonamente
los cabellos que llegaban a su nuca. Gracias a eso sus manos
temblorosas tiraron las llaves al menos dos veces al suelo hasta que al fin
pudo abrir la cerradura.
Se aseguró de que la puerta
estuviera bien cerrada cuando caminó con Changmin apoyado en su espalda, con
las manos sobre la piel desnuda de su estomago.
La bolsa con la nieve de
vainilla quedó tirada en el recibidor.
Cuando se dio cuenta, ya no
tenía el suéter gris y estaba atrapado entre Changmin y el sofá.
“Hyung-yah…estoy hambriento.”
Expresó, aparentemente, con un tono inocente. Entre tanto se situaba en medio
de los muslos del mayor.
Changmin bajó lo suficiente para
que sus narices se rozaran. Sonrió de lado con una mirada sugestiva a la
boca sonrosada de Jaejoong. Entreabrió la suya, descendiendo tan solo un
poquito más para tomar con sus dientes el labio superior y mordisquearlo
de manera traviesa.
Pasó su lengua con maestría, por
el interior húmedo del ahora rojizo segmento. Jaejoong cerró sus ojos, soltando
un pequeño suspiro ante el estremecimiento que llegó a su espina dorsal cuando
Changmin rozó con la punta de sus dedos fríos, alrededor de su ombligo,
descendiendo, descendiendo lentamente hasta el elástico de sus
pantalones. Min usó su dedo pulgar para bajarlo, hasta sentir el vello
púbico.
“Nhg…”
“Hyung…” Pronunció con voz
profunda “¿Quieres cocinar algo para mí o…podría hacer otra cosa?”
“P-puedes hacer lo que
quieras.” Changmin sonrió malicioso ante la débil respuesta en forma de
jadeo.
Usó toda su mano como si una
zarpa fuese, casi arrancándole las dos prendas bruscamente, sin cuidado alguno
con la creciente erección del otro. Lo habia desnudado demasiadas veces, que
incluso podría hacerlo con los ojos cerrados.
Presionó un beso en la frente de
Jaejoong, sintiéndola realmente caliente. Llevó su pulgar a los carnosos labios
de Jaejoong, introduciéndolo. Lo humedeció un poco, y suspiró cuando el cálido
aliento de Jaejoong lo envolvió. Sus pantalones estaban
ajustándose a su entrepierna con tan solo eso.
“¿Estarás bien?” Inquirió
Changmin, apresó su mejilla, repartiendo cortos besos en sus labios.
Jaejoong asintió con la cabeza.
Rodeó el cuello de Changmin con los dos brazos, luego tiró casi
desesperadamente del cuello de
la camisa hacia arriba para intentar sacársela. Changmin mordió sus labios para
reprimir una pequeña risita, pero le ayudó a quitársela, para después lanzarla
por sobre su cabeza hasta al suelo.
El mayor sin perder tiempo, ya
estaba acariciando su pecho, tanteando sus músculos hasta llegar a la espalda,
donde aprovechó para atraerlo hacia sí. Jaejoong le dedico una sonrisa un tanto
tímida, antes de juntar sus labios. El beso fue diferente, sin embargo,
desesperado y desordenado, utilizando su lengua a la primera oportunidad. Chupó
y mojó los labios del menor, sin detener sus manos, empatando con las caricias
que este le daba a los costados; desde las costillas a las caderas palpando,
apretando la carne blanca casi con saña.
Algo de saliva escurrió por los
labios del pelirrojo cuando soltó un jadeo, sus gemidos comenzaron a ser más
altos, Changmin había abandonado su cintura y tomaba su miembro
semi-despierto firmemente, moviéndolo de forma lenta y desesperante de arriba
abajo.
Jaejoong suspiró, y
recargó su frente en el hombro de Changmin, tratando de silenciar sus
vergonzosos gemidos. Dejó pequeñas marcas con labios temblorosos sobre la
piel morena.
“Oh…Dios…”
“¿Es así de bueno, hyung?” Susurró
contra su sien, casi con malicia que no le duró mucho. “Oh, joder…no.”
Gimoteó, cuando Jaejoong dirigió su mano al cierre de su pantalón, y
torpemente intentaba deshacerse de él hasta que pudo bajarlo hasta la altura de
sus nalgas. “No llevo boxers.” Confesó entre dientes.
“Lo sabía.” Suspiró casi sin
aire. Envolvió la erección pulsante de Changmin descuidadamente, lo
masturbó, moviendo su mano sobre el eje de su longitud, a veces presionando con
más fuerza o acariciando de forma superficial.
“Jae...Jaejoong…hn...” se quejó
Changmin con los ojos entrecerrados cuando Jaejoong aceleró el ritmo para
después detenerse abruptamente.
El mayor respondió
besándole de nuevo, ambas lenguas se tocaron, peleando por controlar el
beso.
Jaejoong, separándose
brevemente, movió sus caderas para apretarse más a él. Changmin gimió
correspondiendo el vaivén, incluso más ansioso.
“¿Desesperado?” Bromeó. Pero
Jaejoong lo calló quitándole los dedos de su propia erección, guiándolos. Se
levantó un poco para introducirlos en su entrada.
“Solo hazlo.”
Estaba, de verdad, muy ansioso,
y la sola visión de Jaejoong con los cabellos desordenados, esa manera de
morder sus labios mientras estos temblaban a la par de que soltaban aquellos
pequeños gemidos de ansiedad, hacia que quisiera tomarlo justo en ese momento.
Changmin sonrió maliciosamente
orgulloso por su férreo control. Se alejó, con toda la fuerza de voluntad y con
ayuda de ese enorme orgullo que tenía, del cuerpo bajo el suyo.
Calló cualquier reclamó del
mayor con un pequeño besó en los labios y repitió las mismas palabras en nombre
de la venganza: “Esto me ha dado una idea.”
“¿Eh?”
“Espera justo aquí. No te
muevas” Le dijo lentamente, sintiendo como al pronunciarlas la pequeña
venganza comenzaba.
Caminó unos cuantos pasos hasta
llegar a la elegante bolsa de papel con hileras rosadas y blancas para sacar
una cajita de helado. Sonrió mientras la sostenía en sus dedos.
Se arrodilló frente al más bajo.
Tomó sus muñecas con las dos manos para evitar cualquier posible resistencia y
con habilidad, abrió la tapita de plástico.
La nieve cayó entre el miembro
pulsante y se escurría hasta llegar a la entrada de Jaejoong.
Lo besó de nuevo, disfrutando de
los jadeos entrecortados del mayor a causa de las extrañas sensaciones que le
provocaban la fría temperatura. Sintió como se estremecía y la piel se le
erizaba.
Changmin presionó sus dedos
manchándose con la sustancia dulce, sintiendo el interior de los músculos
que se contraían al menor movimiento.
“Por favor.” Susurró viéndolo
directamente a los ojos. Changmin se arrodilló, situó su mano libre en la
parte interna del muslo caliente. Abrió un poco más las piernas pálidas
de Jaejoong y dirigió su miembro hasta la pequeña entrada rosada. Incluso
si lo forzó un poco, pudo deslizarse dentro de él, sin que Jaejoong le mordiera
el cuello. Aun así habia enterrado las uñas en su espalda.
“Mueve…” Ordenó al cabo de
pequeños besos que intentaban relajarlo, lo hizo tan pronto como logró su
cometido. Lentamente inició las estocadas, con los gemidos roncos de Jaejoong
animándole a que continuara y apresurará el ritmo.
“Te amo.” Murmuró quedito.
Changmin lo apresó entre sus brazos posesivamente mientras lo penetraba,
enterrando su rostro en el cabello de Jaejoong. Aspiró su dulce aroma a
vainilla y sudor
Aceleró el ritmo de sus
embestidas, con cuidado de no lastimar a Jaejoong. A su vez, este movía
sus manos por la espalda de Changmin, apretujando la piel de forma placentera.
“Min…” susurró al oído,
causándole un escalofrío. “Más…rápido, ahí.”
El menor obedeció, sacó su
miembro y lo volvió a enterrar más profundo. Jaejoong dio un gemido
ronco cuando tocó su próstata, sus glúteos temblaron, y los dedos de los
pies se le endurecieron cuando se corrió en el vientre de ambos.
Changmin incrementó el ritmo
conforme él lo necesitaba, más fuerte, más duro, de forma un poco más ruda.
Entornó los ojos cuando su vista se nubló. Su vientre se tensó, llenando el
interior del mayor con su semen.
Respiraba entrecortado.
Intentaba tranquilizar su respiración mientras repartía pequeños besos en los
hombros y pecho de Jaejoong.
Lo atrajo a su pecho. Sus pieles
se tocaban pegajosas una a la otra, pero eso no les provocó a levantarse. Se
quedaron así, con sus extremidades enredadas en el pequeño sillón de cuero.
.
.
.
La cocina se llenó del relajante
olor a hotcakes con mermelada y mantequilla. Jaejoong dejó las dos
tazas de café negro en la barra. Solo llevaba puesto la camisa blanca de
Changmin, a pesar de que ni siquiera lograba cubrir sus muslos.
“¿Qué es esa absurda letra de Kiss
b?” Preguntó el menor al llegar con una toalla en el cabello mojado
“Solo una canción.” Jaejoong se
encogió de hombros.
“Prácticamente habla de los
dos.” Protestó. “Solo debería decir Choikang Changmin para estar 1% más
del 99% seguro de que se trata de mí.”
“No deberías espiar mis cosas,
Min. Es grosero.”
“Solo hacia una revisión
necesaria.” Contestó seriamente.
“Sí, claro.” Rodó los ojos
mientras les servía a ambos los hotcakes.
“Y bueno...No creo que debas
mostrarla.” Insistió con la boca llena. “Podrían darse cuenta. Y entonces…y
entonces…”
“Calla y come.” Atajó,
metiéndole otro trozo en la boca. “Ya después hablamos de eso”
“Te ves muy sexy con esa playera
blanca, hyung.” Intentó persuadirlo.
“Aún así voy a cantarla, Min.”
.
.
.*
*
Jaejoong terminó por buscar
debajo de la cama, incluso en la alacena. Changseok llevaba tiempo siguiendo de
un lado a otro a su nuevo amo, llorando adorablemente para que le
prestará un poco de atención.
Por todo su lujoso
penthouse, el joven de cabello rojizo caminaba mientras hablaba por
celular
“Estúpido y controlador…Mi
bonita canción ¿la perdiste? En primer lugar ¿Por qué la tomaste? Voy a tener
que escribirla otra vez. ¿Cómo vas a regresar de Japón a ayudarme?
Olvídalo. Ya le diré a otro dongsaeng que sí me respete.”
8 comentarios:
De naaaada, mujeeeeeer. Es con gusto, lo sabes, lo sabes. Aunque me siento bien al saber que pude salvar a este bebé ;; ♥
Ya, ahora, todo lo que me he contenido. . . Nah, mentira, te he taldeado mucho, mucho por inbox antes de que lo publicaras, peeero eso no va al caso, el tema es que:
LJKBFLKSAHDGLKJGLSJBHKBGLEKNRYEU ¡POR UN MUNDO EN DONDE CHANGMIN SIEMPRE ESTÉ ARRIBA! \O/ ¡¡CHANGMIN ACTIVO, CHANGMIN ACTIVO!!
Ya, mucho show por hoy u_u♥
A mi me guuuuuuuuuuuuuusta muuuuuucho porque tiene historia y no es sólo dele que dele (?). Y lo que más amo de los ff: las inseguridades. OH, BENDITAS DE ELLAS. Siento que los hacen más reales.
Jaejoong es un mardito coqueto que se merecía le dieran su merecido e_e Y aún quiero golpeara Changmin en al cara. NO, ES QUE NO, no supero que sea por eso (aunque igual es lindi ;_;♥). Bueno, pero no es necesario que lo diga tanto!! Muero :''''c
Me gusta tu lemon porque tiene de todo. Y al parecer, el que no te sintieras conforme, era porque Changmin no estaba arriba xDDDD Igual, de la otra no me desagradó (?). OH, SÍ, LO ALCANCÉ A LEER \O/ kajdkdj♥
Ya, beia, te dejo, que el sueño me está ganando de forma brutalmente cruel, así bien brigidox :'c -sí, bien chilenensi-
Cuííídate mucho, mucho y y seguimos hablando y forever H5 (??).
Te quiero, Evy♥.
Yay! me ha regustadooo!
Amo el MinJae..amo como CM se porta con Jae, así todo posesivo dfasd *_*
Ahora todo tiene sentido, el helado de vainilla, la camisa asdfasdfa -juro que morí cuando leí esa parte- y la "inexplicable" perdida de la canción asdfasd ..fue ese orejón! xD
Kiss B...desde ahora cada vez que la escuche pensaré en esta historia ♥
Amo como escribes, sigue así ^^
Aquí tienes otra fan ♥
Mi parte favorita? Mmmm..cuando Changmin lo besa en medio de los árboles y lo estampa contra uno...
>///< mi corazón dio un vuelco de emoción...
Gracias por esta historia.
PD: Sé que se lo dedicaste a otras personas...pero lo leí...lo siento u__u no pude evitarlo.
OMG! Lo ame!! Definitivamente luego de esto no superare lo de "Vainilla" NUNCA! xD
Lo posesivo que es CM y lo relajado y amoroso de JJ me encanto! Pobre chofer xD
Casi me da un paro con el primer lemon pero me calme(?) con el segundo! xD
Y tente fe que te salieron hermosos!
Esperare por otro de tus bebes que se que seran tan hermosos como este! ^^
Jajajajajajjaja sabes porque me ha gustado mas este pedazote tan bonis porque siempre le digo al mundo que changmin no deja que jaejoong salga del closet porque le da miedo que se lo quiten y leerlo en una historia es aaaaaaaaay ayyyyyy corazon ay lo ame gracias por avisarme, te debo una a ti y a romi por beshaaas *~*
he disfrutado leerloooooo en serio te quedo genial!!!!!!!! un seme posesivo Min y un JJ tan adorableeeee SUGOIIIII!!!!!!! (Y)
me encanta!!!!!
genial!!! es asi como nacio la letra de kiss b!!! estoy segura!!! el hecho de helado de vainilaa siempre lo vincule con min .... waaa q xvr este fic!!!
espero otro de tus fics!!! ME SUPERENCANTAN!!!!!!!!!!!! :3
Yo esperaba que alguien escribiera una declaracion de porque kiss b ES Y SERA AMOR SOULFIGHTER. Con esto queda clarisimo.
WUSJKADHSAKDSADCAGSDASKD.SAD jajajja ese Cgangmin bien posesivo con Jae, bueno lo entiendo yo seria igual con un gatito asi ;; ♥ , te quedo perfecto! hermoso ><!
JHSAJHDSJHDSFHJDFHJDFHJDFHH <---- Esto significa cuan emocionada me tuviste mientras leía xD .... ese Changmin controlador y posesivo pero ama a su hyung pues que se hace y JJ con sus fantasías ...sabes la Vainilla ya paso a ser algo simbólico para el Jaemin/MinJae me encanto lo qu dijo sobre la letra de KissB pues era obvio xDDDD soló falta que lo nombre (okestoyloca)..... Recién estoy aprendiendo a usar tú blog pero estoy leyendo lo que subey sigue así que escribes muy bien.
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